Susana Díaz incumple el Código Ético del PSOE al firmar la petición de indulto a Griñán

Susana Díaz ha firmado la petición de indulto de José Antonio Griñán. Con esa decisión, la senadora incumple el Código Ético del PSOE, que compromete a los cargos públicos a no proponer o apoyar la medida de gracia para dirigentes condenados por delitos ligados a la corrupción. Díaz es la primera dirigente del partido con cargo público que manifiesta haber rubricado el documento preparado por la familia para solicitar el indulto al Gobierno. Otros históricos socialistas como Felipe González, Alfonso Guerra o José Luis Rodríguez Zapatero también lo han hecho, aunque no incurrirían en ninguna infracción. Saltarse el reglamento interno podría tener consecuencias para la expresidenta de Andalucía.

«Los cargos públicos del PSOE se comprometen a no proponer ni apoyar el indulto de cargos públicos condenados por delitos ligados a corrupción, violencia de género, delitos de acoso o discriminación, contra la libertad e indemnidad sexuales, torturas o contra la integridad moral», señala en el artículo 8.1 del Código Ético, que rige desde octubre de 2014, un año después de que Griñán abandonara la presidencia de la Junta para dejar paso a Díaz.

Griñán fue ministro de Sanidad y de Trabajo en los años noventa. Sustituyó a Manuel Chaves como presidente de Andalucía en abril de 2009. Hasta ese momento se desempeñaba como consejero de Economía y Hacienda. Los hechos por los que ha sido condenado a seis años de prisión y a 15 de inhabilitación fueron cometidos en esa época. Díaz, que lo relevó al frente de la Junta y como secretaria general del PSOE en la región, afirma que Pepe, como llama a su padrino político, es «un hombre honesto y honrado». Así lo manifestó este martes en un programa de Cuatro.

Las razones de Susana Díaz

«Hay argumentos de sobra para justificar el indulto, aunque yo todavía confío en el recurso al Tribunal Constitucional», ha reconocido Díaz. La senadora del PSOE por designación autonómica ha recordado que el magistrado del Tribunal Supremo, Alberto Jorge Barreiro, «no vio delito de malversación». Ese delito, insistió, exige que se gestionen los fondos económicos y «Pepe no tuvo acceso». La expresidenta andaluza reconoce que ha firmado la solicitud presentada por la familia «por razones humanitarias, por edad y porque su patrimonio está ahí. No se ha llevado ni un duro».

Infringir el Código Ético del PSOE podría tener consecuencias, afirman los dirigentes consultados por THE OBJECTIVE. Para que eso suceda, un militante debe denunciar su actuación ante la Comisión de Ética y Garantías. Ese órgano de dirección debe decidir entonces si abre expediente. No obstante, las mismas fuentes reconocen que es difícil que eso ocurra. En primer lugar, porque el caso de Griñán «es excepcional» y, en segundo, porque el punto 8.1 del reglamento interno incluye un compromiso, no una obligación. Fuentes del partido sostienen que no pueden impedir que una persona apoye la petición de indulto a título personal.

Este diario ha intentando sin éxito ponerse en contacto con la expresidenta andaluza. Su entorno manifiesta que no reculará con la decisión, ya que el condenado fue su padrino político. De hecho, trabajó en su equipo como consejera de Presidencia e Igualdad entre 2012 y 2013. Cuando Griñán abandonó la presidencia de la Junta, impulsó la candidatura de Díaz. Se convirtió en presidenta en septiembre de 2013 y, en diciembre, le sustituyó como secretaria general del PSOE en Andalucía. «Siempre será nuestro presidente», aseguró Díaz en el Congreso Extraordinario celebrado en Granada que le impulsó al liderazgo del partido.

La defensa de la senadora no admite duda. En su opinión, a su predecesor al frente de la Junta «no le imputan porque fuese presidente, sino porque fue consejero de Hacienda». En el programa de televisión entabló un arduo debate con Andrea Levy, concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, a la que pidió ser rigurosa con «un caso delicado». «Estamos hablando de personas que han demostrado que no se han enriquecido». Y precisó: «El indulto no lo pide el PSOE, sino su familia, que tiene todo el derecho porque lleva 13 años sufriendo una condena pública».

La postura del PSOE

El posible indulto a Griñán ha reavivado el debate de las medidas contra la corrupción. La familia ya tiene lista la petición, que debe presentarse una vez se conozca la sentencia completa, presumiblemente en septiembre. La pelota quedará entonces en el tejado del Gobierno, que no cierra la puerta. Contrasta con las intenciones iniciales de Pedro Sánchez, que propuso prohibir esta medida de gracia a condenados por corrupción en los programas electorales del PSOE en 2015 y 2016.

La sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla condenó a Griñán a seis años de prisión por prevaricación y malversación de caudales públicos en el caso ERE en noviembre de 2019. El Tribunal Supremo ratificó la sentencia a finales de julio, aunque la resolución no se conocerá hasta septiembre. Sánchez ha evitado pronunciarse por el momento sobre un posible indulto, pero ha asegurado que tanto Griñán como Manuel Chaves «están pagando justos por pecadores».