La Diada evidencia la división en el independentismo y registra una de las participaciones más bajas desde 2012
La cúpula de ERC no acudió a la manifestación y fue abucheada y recibida al grito de «botiflers» (traidores) en los actos oficiales
La cúpula de ERC no acudió a la manifestación y fue abucheada y recibida al grito de «botiflers» (traidores) en los actos oficiales
Unas 150.000 personas, según la Guardia Urbana, asistieron este domingo a la manifestación convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) con motivo de la Diada, la cifra más baja de la última década, con la excepción de los dos años de pandemia.
La manifestación, a la que no asistió ningún miembro de la cúpula de ERC, fue de las menos concurridas desde que se inició el procés, según las cifras de la Guardia Urbana, y muy lejos de las históricas marchas que superaron el millón de asistentes en los años 2018, 2017 o 2014.
En 2019, la Guardia Urbana cifró en 600.000 el número de asistentes y el año pasado, todavía en la pandemia, la marcha reunió a 108.000 personas, mientras que en septiembre de 2020, bajo las restricciones del coronavirus, el acto consistió en una manifestación estática, con distancias y plazas reservadas, a la que acudieron 59.500 personas.
Para revivir las masivas manifestaciones de la Diada hay que remontarse a 2018, en pleno auge del procés, cuando cerca de un millón de personas se congregó en Barcelona para reclamar la independencia, cifra similar a la de 2017, apenas semanas antes del referéndum del 1-O.
La Diada enfrenta a ANC y a Aragonès
La división en el independentismo quedó evidenciada por los abucheos a dirigentes de ERC y por los reproches de la ANC al Govern de Pere Aragonès, al que ha planteado un reto: «Independencia o elecciones».
En el acto político al término de la manifestación, la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, retó al Govern y a los partidos independentistas a implementar ya la independencia o a convocar elecciones de forma inmediata, y advirtió de que su entidad puede promover una «lista cívica» independentista.
No acudió a la manifestación la cúpula de ERC, pero sí la de sus socios del Govern, JxCat, cuyo secretario general, Jordi Turull, afirmó que su partido había pedido a sus afiliados que asistan a la movilización, porque la «gran fuerza del independentismo» para derrotar al Estado viene «de las urnas y las calles».
Mientras tanto, la CUP celebró su habitual manifestación en el centro de Barcelona, en la que se quemaron fotografías del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el del Gobierno central, Pedro Sánchez.
Fuente: EFE.