Recogen 60.000 firmas en contra del indulto del Gobierno a Griñán
Una iniciativa popular promovida por Luis Alvise Pérez aglutina quince veces más apoyos que el comunicado en favor de la medida de gracia al exdirigente socialista
Los expresidentes de la Junta de Andalucía, Chaves y Griñán, durante el juicio del 'caso ERE'. | Europa Press
Pareciera que España se encuentra dividida entre quienes abogan por el indulto a José Antonio Griñán, condenado a seis años de prisión por prevaricación y malversación de caudales públicos, y quienes piden que el expresidente de la Junta de Andalucía cumpla íntegra su pena. Esta cuestión divide al Tribunal Supremo, al propio Gobierno de coalición –Podemos rechaza la medida de gracia al ex dirigente del PSOE-, y hasta a la sociedad civil, aunque en proporción dispar: si hace tan sólo tres días 4.000 firmas públicas se posicionaban a favor de perdonar a Griñán, ya son casi 60.000 los firmantes en contra. 15 veces más.
Esa es la cifra -57.599 a mediodía del martes- que alcanza ya la iniciativa popular compartida a través de Change.org por Luis Alvise Pérez, colaborador de EDATV. Desde hace tres días, la petición ha ido aglutinando más y más apoyos por parte de quienes defienden «el cumplimiento íntegro de las resoluciones judiciales y de la condena a Griñán por ser, con sentencia judicial firme, el responsable del desfalco de casi 700 millones de euros robados al pueblo andaluz».
«Esta es una petición de una comunidad formada por la sociedad civil española crítica con la partitocracia y el sistema híbrido de dictadura electoral que sufrimos en España desde hace décadas en beneficio de quienes usan ideologías de diversa naturaleza para disfrutar de impunidad legal y enfrentar al mismo pueblo español al que someten y expolian a diario». Así reza el mensaje que acompaña la iniciativa, y que nace en respuesta al comunicado suscrito por 4.000 personas del mundo político -ex dirigentes del PP entre ellos-, sindical, empresarial, cultural y deportivo.
Entre las más destacadas, históricos socialistas como Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero o Alfonso Guerra, pero también antiguos prebostes populares como Eugenio Nasarre o Juan Ojeda. También expresaron públicamente su apoyo al indulto solicitado por la mujer de Griñán y sus tres hijos, «expresamente en razones de humanidad y equidad», el exseleccionador Vicente del Bosque, el periodista Iñaki Gabilondo, o el filósofo Fernando Savater.
Unas razones de humanidad y equidad que no comparten los más de 50.000 firmantes de la iniciativa pública. Algunos de quienes han firmado han querido también expresar su parecer en los comentarios de la plataforma, sentenciando que «la justicia tiene que ser igual para todos», que el caso ERE es el mayor caso de corrupción de la historia y que si se le indulta [a Griñán] el Gobierno se está riendo de nosotros.
La edad de Griñán
El argumentario de la familia, hecho suyo por el PSOE y los firmantes del manifiesto antes citado, se remite a la edad (76) del condenado. Pero, tal y como informó THE OBJECTIVE, este no es un requisito para conseguir la suspensión: en estos momentos existen 644 reclusos con más de 70 años, según datos de Instituciones Penitenciarias.
La Audiencia Provincial de Sevilla condenó a Griñán a seis años de prisión por prevaricación y malversación de caudales públicos en noviembre de 2019. El Supremo ratificó la sentencia en julio, aunque el texto completo, de 1.205 páginas, se conoció el pasado miércoles. Este era el requisito necesario para comenzar los trámites que buscan impedir que el expresidente andaluz pise la cárcel.
Una de las fórmulas que sopesa la defensa es la suspensión de la pena por edad. En España no existe ninguna ley que impida el ingreso en prisión de los mayores de 70 años, pero el artículo 91.1 del Código Penal abre una puerta para regatear la cárcel. Griñán cumple el requisito, ya que hizo 76 años en junio. Sin embargo, para beneficiarse de esa exención el penado debe «haber extinguido las tres cuartas partes, las dos terceras partes o la mitad de la pena». En ese caso, obtendría la libertad condicional, pero no se anularía la condena. Ahí entraría en juego el indulto.
