Iglesias infiltra en el equipo de Díaz a una persona de su confianza en busca del deshielo
El partido se divide entre los que apuestan por un acercamiento y los que hablan de maniobra de Iglesias para parecer «generoso», aunque los puentes están rotos
Un sector de Podemos afín a Pablo Iglesias celebra el fichaje de Agustín Moreno por parte de Yolanda Díaz. Moreno, un sindicalista de Comisiones Obreras, es considerado según algunas fuentes como un político afín al ex secretario general. Para algunos sectores, ese fichaje corresponde a una prueba de deshielo en las relaciones entre Iglesias y la política gallega. Aunque otros grupos piden cautela. Sostienen que Moreno siempre ha brillado por su autonomía y que su verdadero vínculo se encuentra en el mundo sindical, ya muy controlado por la ministra de Trabajo.
Díaz celebró el pasado viernes un encuentro con los ciudadanos (sobre todo con los periodistas) para anunciar los 35 «coordinadores» de su «equipo». La ministra lanzó varios nombres para dirigir varias áreas: desde economía hasta feminismo y juventud, entre otros. Su tarea será elaborar las líneas programáticas de Sumar, el partido-plataforma que está construyendo Díaz para su carrera electoral.
Díaz ha buscado referentes de la sociedad civil, como expertos, catedráticos y activistas, encargados de ejercer de correa de transmisión con colectivos y grupos sociales interesados en la propuesta de Sumar. En un primer momento, en el partido morado recibieron con cautela esos nombres.
Algunos, por ejemplo, identificaban un patrón en la amplia presencia de corrientes de izquierdas cercanas al PSOE. Esa lectura abonaba la tesis de mantener viva una opción de pacto de coalición con el PSOE en el caso de no remontar en las encuestas. El propio Iglesias había avisado de ello, tal y como adelantó THE OBJECTIVE.
Ahora, sin embargo, los morados parecen respirar con más tranquilidad. Un nombramiento ha despertado su atención. Se trata de Agustín Moreno, conocido en los entornos de Comisiones Obreras y que en Podemos recuerdan que Iglesias ya «fichó» hace un año, que ahora se encargará de las políticas de educación de Sumar. Fue en la campaña electoral de las autonómicas de Madrid de 2021 cuando Iglesias anunció que Moreno se iba a integrar en su lista.
Moreno habló entonces de una decisión marcada por la «coherencia» y el «compromiso». «Tu experiencia en CC.OO. y como profesor comprometido con la educación pública, nos acercan al Madrid que merecen los ciudadanos», afirmó Iglesias.
Consulta previa a Iglesias
Ahora, Moreno, activista de Marea Verde, ha entrado a formar parte del grupo dirigente en construcción de Yolanda Díaz. Y según las fuentes consultadas dio el paso después de pedírselo al propio Iglesias. No es un detalle menor. Iglesias y Díaz llevan meses alejados. Los morados acusan a la dirigente a la que entregaron un ministerio y una vicepresidencia del Gobierno de ser «desleal» si no quiere ofrecer a Podemos el reconocimiento que merece en su proyecto.
Podemos quiere tener puestos de salidas en las listas electoral, obviamente. Pero también de que Díaz ceda y admita que su plataforma no quiere borrar la experiencia de los partidos y su peso específico. Sino asumirla como el motor irrenunciable de su proyecto.
Sobre este punto, no obstante, las partes siguen distanciadas. Algunas fuentes creen que el fichaje de Moreno y el visto bueno de Iglesias ofrecen señales de deshielo. Para comprender la estrategia de Podemos no hay que perder de vista nunca las redes sociales. Después del fichaje de Moreno, las cuentas oficiales del partido morado han vuelto a rebotar los mensajes lanzados por Díaz. Es algo.
También creen que Moreno puede servir para forzar a Díaz a asumir la relevancia de Podemos por encima de Más País y Compromís. Y, por lo menos, a igualar el peso de las corrientes afines a Ada Colau. Moreno, según las fuentes consultadas, comparte con Podemos la idea de que no se puede hacer borrón y cuenta nueva de todo lo que ha representado el partido de Iglesias en estos últimos años.
¿Afín o independiente?
No todos comulgan con esta tesis. Algunos sectores de Podemos creen que los fichajes de Díaz responden a la construcción de una plataforma muy cercana al PSOE (al menos en el ámbito de cultura política), y cuya prioridad es de alguna manera influir en la renovación y definición ideológica del partido de Pedro Sánchez. Esa plataforma, al no estar directamente enfrentada al PSOE, tal y como fue Podemos en sus comienzos, permitiría cerrar algunos acuerdos electorales si la izquierda ve caer en picado sus opciones de revalidar el Gobierno en las próximas generales.
Otros creen, además, que Moreno no responde a Iglesias. Califican al activista como una figura muy cercana a Comisiones Obreras, que ya trabaja para impulsar a Díaz en la sombra y donde no faltan los revanchistas contra Iglesias. Moreno, afirman, es un «referente» de los críticos de Comisiones Obreras, de los que más cerca se mantuvieron a Marcelino Camacho.
«Pero no es del núcleo de Iglesias, nunca lo fue», sostienen. En opinión de estas fuentes, Podemos quiere «pasar como generoso» en la negociación con Díaz, aunque de facto los puentes están más que rotos. Otras fuentes, que sí defienden la relación estrecha de Iglesias con Moreno, dudan de las verdaderas intenciones del ex líder morado. Sus declaraciones en La Base, el podcast dirigido para Iglesias, siguen señalando las contradicciones de Yolanda Díaz, recuerdan. Todo apunta, en definitiva, a que persisten movimientos encubiertos entre los dos sectores de la izquierda al PSOE. La verdadera incógnita es hasta dónde pueden llegar.