Policía y Guardia Civil no detectan sumisión química en 200 pinchazos en verano
El aumento de denuncias por pinchazos durante los últimos meses ha llevado a que varias comunidades autónomas adopten medidas específicas
La Policía Nacional ha recibido 120 denuncias por pinchazos y la Guardia Civil otros 83 desde mayo hasta principios de agosto. En todos estos pinchazos no han encontrado presencia de sustancias químicas, tras la realización de pruebas toxicológicas a las víctimas.
Así se desprende de los datos del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso El Mundo, que asegura, citando fuentes de dicho ministerio, que «ninguno de los pinchazos se ha relacionado con la comisión de sumisión sexual o agresiones».
Las Fuerzas de Seguridad investigaban un total de 203 denuncias por pinchazos en los que no ha detectado las sustancias inyectadas, por lo que Interior no los cataloga bajo la denominación de sumisión química.
Las conclusiones de Policía Nacional y GuardiaCivil contrastan con el contenido de las denuncias de las víctimas que, en algunos casos, aseguran haber tenido síntomas como sudor excesivo y «parecidos a estar borracha».
El aumento de denuncias por pinchazos durante los últimos meses ha llevado a que varias comunidades autónomas adopten medidas específicas para dar respuesta a estos hechos, tanto en la fase preventiva como en la posterior.
Asimismo, tal y como publicó THE OBJECTIVE, la única denuncia que la Policía Nacional investigaba como un presunto caso de sumisión química vinculado a un pinchazo en una discoteca, después de que los análisis a la víctima revelasen sustancias tóxicas, ha sido descartada finalmente por los agentes al tratarse de un falso positivo, aseguran fuentes policiales de gran solvencia a THE OBJECTIVE. En un primer momento, la joven dio positivo tras ser examinada en el hospital. Sin embargo, poco después, los facultativos acreditaron que el dictamen había sido erróneo: no había rastro de droga en sangre.
No obstante, a finales de agosto, el director del Máster en Intervención Interdisciplinar en Violencia de Género de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), Pau Crespo, no descartaba que «algunos agresores estén practicando y perfeccionando la técnica del pinchazo para efectuar agresiones sexuales mediante sumisión química».
En una entrevista a Europa Press, Crespo señalaba como una de las causas de este auge de los pinchazos sobre mujeres al ambiente generado «desde hace unos años» con los discursos «que niegan las violencias contra las mujeres».