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España

Argelia corta la interlocución con el embajador español debido a la crisis diplomática

El país magrebí mantiene los canales cerrados con el diplomático Fernando Morán, al que han vetado las reuniones con ministros y altos cargos

Pedro Sánchez, en su visita oficial a Argelia en octubre de 2020. | EFE

El Gobierno de Argelia ha cortado toda interlocución a nivel oficial con el embajador español en este país árabe, Fernando Morán Calvo-Sotelo, como consecuencia de la crisis diplomática que estalló en primavera entre ambos países a raíz del giro de España en el contencioso del Sáhara, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.

Argel mantiene aislado al embajador español en cuanto a reuniones con ministros y altos cargos de la administración local. El país magrebí inició la crisis diplomática en marzo llamando a consultas a su embajador en Madrid, Said Moussi, tras conocerse que España apoyaba el plan de autonomía marroquí para el Sáhara.

Las relaciones entre Argel y Madrid sufrieron un nuevo revés a principios de junio cuando Argelia anunció la suspensión «inmediata» del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que firmó en 2002 con el Ejecutivo de José María Aznar. La represalia argelina se produjo el mismo día que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, justificó en el Congreso de los Diputados el viraje sobre el Sáhara para proteger la integridad de Ceuta y Melilla.

Fernando Morán Calvo-Sotelo, actual embajador de España en Argelia. | Foto: Casa Mediterráneo

Desde entonces, han pasado los meses y Argelia mantiene vacante el puesto de embajador en España sin que haya visos de que las relaciones bilaterales se vayan a reconducir en el corto plazo. Es más, el país vecino envió a Moussi de embajador a París, así que tendrá que elegir uno nuevo para Madrid cuando se vuelva a la situación previa a la crisis.

El Gobierno de Sánchez, por su parte, ha prorrogado la estancia de Morán en Argel a sabiendas de que si intenta un relevo no sería aceptado por la contraparte argelina. Las citadas fuentes reconocen que Madrid ha intentado reconducir las relaciones con la ayuda de mediadores que conocen ambos países, pero por el momento no se atisba el final del túnel. En mitad de agosto se produjo un misterioso vuelo de un Falcon del Gobierno español con destino a Argelia que atrajo la atención de diplomáticos y militares españoles.

El Falcon despegó el 12 de agosto desde Torrejón de Ardoz con destino a la también base aérea argelina de Blida, no lejos de la capital, en plena crisis por el precio del gas y la amenaza de un corte del suministro a toda Europa por parte de Rusia. El aparato estuvo seis horas antes de empezar el vuelo de regreso a territorio español. El Ejecutivo no informó de los ocupantes que iban en el avión oficial.

El hecho de que la llamada a consultas del embajador argelino no tuviese réplica por parte española ha provocado que Morán se encuentre desde marzo con los canales de interlocución cerrados en Argel, reconocen las citadas fuentes. La cuenta oficial de la embajada española en Twitter es un buen indicativo de ello. Unos meses antes del estallido de la crisis, Morán fue recibido por el primer ministro, Abdelaziz Djerad, en febrero del año pasado.

Un encuentro al que le siguieron otros de alto nivel a lo largo de 2021 con el titular de Enseñanza Superior e Investigación Científica, Abdelbaki Benziane (junio); el de Pesca, Sid Ahmed Ferroukhi (junio); la de Cultura y Artes, Wafaa Chaalal (noviembre); y el de Deportes y Juventud, Abderrezak Sebgag (diciembre). Tras quedar las relaciones bilaterales al borde de la ruptura en marzo de este año, la interlocución argelina con el embajador español ha sido inexistente. Lejos queda la visita oficial del propio Sánchez a Argel en octubre de 2020 cuando no se había reconducido la crisis hispano-marroquí por el caso Ghali.

Morán es hijo del exministro de Asuntos Exteriores en los primeros gobiernos de Felipe González y sobrino del expresidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo. Este veterano diplomático fue nombrado para dirigir la embajada en Argel en septiembre de 2018, por lo que, en principio, debía haber figurado entre los embajadores que serían relevados a lo largo de este 2022 al cumplir cuatro años en el puesto.

Sin embargo, el actual jefe de la diplomacia, José Manuel Albares, decidió a finales del año pasado que siguiese en el cargo algún tiempo más, dada la importancia que habían cobrado las relaciones con ese país magrebí, entre otras razones, por los problemas planteados al suministro de gas a España desde allí, como consecuencia de la ruptura de relaciones diplomáticas entre Argelia y Marruecos en agosto de 2021. Luego llegó la reacción argelina al giro de Sánchez en el Sáhara y la salida de Morán quedó congelada.