Los conservadores del CGPJ reciben la negativa de cinco candidatos al Constitucional
El ala progresista les acusa de bloquear los nombramientos, algo que rechazan porque su búsqueda ha sido «intensa», aunque «infructuosa»
Reunión de los negociadores de cada sector del Poder Judicial. | CGPJ
La dimisión del presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aboca a la institución a una crisis sin precedentes. Antes de marcharse, Carlos Lesmes convocó un Pleno extraordinario para este jueves. No parece que sirva para elegir a los dos magistrados que debe designar al Tribunal Constitucional. El ala progresista acusa a los conservadores de bloquear los nombramientos, pero estos lo rechazan. Reconocen que su búsqueda de aspirantes ha sido «intensa» pero «infructuosa». Hasta cinco candidatos han descartado postularse y un sexto, se lo piensa, admiten fuentes jurídicas a THE OBJECTIVE.
El sector conservador del CGPJ se ha tropezado cinco veces en la misma piedra. Ese es el número de aspirantes que ha rechazado ocupar una de las dos vacantes del Constitucional que debe nombrar el Consejo. Todos ellos forman parte del Tribunal Supremo: Manuel Marchena, Pablo Llarena, Antonio del Moral, Ignacio Sancho y Miguel Colmenero. Un sexto, Antonio Vicente Sempere, se lo piensa, aunque las sensaciones no son halagüeñas.
«Se ha puesto de manifiesto la intensa búsqueda de candidatos llevaba a cabo por nuestro grupo entre miembros del Supremo que, no obstante, ha resultado infructuosa», admitían la semana pasada en una nota los negociadores conservadores tras una nueva reunión sin avances. No obstante, esta corriente asegura que estaría en condiciones de contar con un aspirante «previa deliberación interna». Los progresistas no les creen. Han roto la baraja: el miércoles comenzaron a tantear vocales de forma individualizada para desbloquear la situación.
El Pleno del CGPJ
La estrategia consistía en conseguir que tres miembros voten con los ocho del sector progresista en el Pleno del CGPJ del próximo jueves. Estos, unidos al voto del presidente, sumarían los 12 que conforman la mayoría cualificada. De esa forma se rompería el bloqueo que sufren los nombramientos del Constitucional vacantes desde junio. La particularidad es que, en ese caso, ambos candidatos pertenecerían al ala progresista. El propio Lesmes habría maniobrado para convencer a Wenceslao Olea, Vicente Guilarte, Juan Martínez Moya y Nuria Díaz Abad, aunque sin éxito.
Ese escenario podría estar detrás de la inminente dimisión de Lesmes, anunciada en la tarde del domingo. No ha esperado siquiera al Pleno del jueves para marcharse, sabedor de que los números no suman. La fórmula para nombrar a los dos magistrados del Constitucional que les corresponde se ha hecho añicos, aunque la renuncia no ha supuesto ninguna sorpresa en la carrera judicial.
Venía advirtiéndolo desde el 7 de septiembre ante la imposibilidad de renovar el tribunal de garantías y conseguir que los partidos llegaran a un consenso para hacer lo propio con los vocales del Consejo. En ese tiempo, los conservadores no han sido capaces de cerrar un aspirante al Constitucional (a cada corriente le corresponde uno de los candidatos). Entre otras cosas, porque aquellos que generan mayor consenso han descartado el ofrecimiento. El primero en renunciar fue Manuel Marchena, presidente de la Sala Penal del Supremo.
El encargado de juzgar a los líderes del procés descartó la propuesta en agosto, según adelantó El País. Luego se han producido al menos otros cinco ofrecimientos. Cuatro se han negado a dar el paso al Constitucional, según las fuentes consultadas por este diario. Esos magistrados son Ignacio Sancho, de la Sala Civil del Supremo, y Pablo Llarena, Antonio del Moral y Miguel Colmenero, de la Sala de lo Penal.
«Estas negativas ponen de manifiesto otro problema: que para vestir un santo hay que desvestir a otro», reconoce un vocal del CGPJ. Se refiere a la situación del Tribunal Supremo, de donde deben seleccionar candidatos. El alto tribunal vive una situación atípica. Las salas están al mínimo porque faltan 14 de los 80 magistrados que las componen. La situación se agravará en los próximos meses, ya que está previsto que se jubilen media docena de jueces.
Para nombrar a otros miembros del Supremo es necesario renovar a los vocales del Consejo, cuyo mandato caducó hace cuatro años. Así lo determina una ley que aprobó el Gobierno el año pasado. Es la pescadilla que se muerde la cola. «No puede ser que tengamos que elegir nuestros candidatos entre lo que quede», se queja un miembro del sector conservador del CGPJ. Afirman que quienes se han negado a dar el salto al Constitucional lo han hecho «por responsabilidad»
«Se han negado por las condiciones en las que se encuentra el Supremo. La situación que vive degrada nuestra función y la del Constitucional», insiste este vocal. Considera que la marcha de Lesmes libera al Consejo. En esas circunstancias, cree necesario seguir negociando para desatascar la situación. Para eso pide ayuda al Gobierno de Pedro Sánchez, que fue «quien nos puso en este trance tan complicado». El presidente ha convocado este lunes al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.
