El colapso del sistema deja a los españoles sin la mitad de los medicamentos de la UE
Los pacientes españoles tardan 517 días en poder acceder a los fármacos autorizados en Europa, 337 días más que lo que marcan las normas europeas
La medicina está pasando por un momento revolucionario. Que en solo nueve meses estuviera disponible la primera vacuna eficaz contra la Covid-19 y que ahora tengamos a disposición una decena de inoculaciones para hacer frente a la pandemia es un hito que viene a demostrar que el modelo I+D funciona. Sin embargo, España presenta un problema que se agrava con el tiempo: los pacientes españoles sólo acceden a algo más de la mitad de los medicamentos autorizados en Europa en los últimos cuatro años y tardan más de 500 días en hacerlo.
De esta forma, España incumple con la normativa europea que marca en 180 días el tiempo que tiene que pasar desde que un medicamento ha sido aprobado por la Agencia Europea del Medicamento y la decisión sobre su financiación. Así, el tiempo medio que transcurre desde que un nuevo fármaco es aprobado por las autoridades europeas hasta que está disponible para su uso en España es ya de 517 días, más de 17 meses de demora, es decir, 337 días más. Y el retraso aumenta, ya que al finalizar 2020 era de 453 días, en 2019 de 414 y en 2018 de 385, según datos facilitados por Farmaindustria.
«Esta brecha trae muchos problemas para los pacientes, para los profesionales sanitarios y para la industria», apunta Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, que asegura que están en «proceso de diálogo con el Ministerio de Sanidad para reducir esos retrasos» con una modificación la Ley de Garantías. En este sentido, Urzay, durante el XVIII Seminario Industria Farmacéutica & Medios de Comunicación celebrado en Madrid, reconoce que, aunque «hay receptividad» en mejorar esos sistemas, «lo importante es concretar las medidas lo más pronto posible», ya que los pacientes «no pueden esperar».
Medicamentos atrapados en el sistema de precios de referencia
Los datos constatan además que el tiempo de aprobación de los nuevos medicamentos en España sigue siendo superior al de los países de referencia en Europa. En Alemania la espera es de 133 días; en Francia, de 240 días; en Inglaterra, de 340, y en Italia, de 429. Así, uno de los principales objetivos para la industria farmacéutica para los próximos meses, según el subdirector de la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica, es llegar a un acuerdo con Sanidad para «flexibilidad al sistema de precios de referencia» y acabar con un sistema que «atrapa» la llegada de nuevos medicamentos y «amenaza» la capacidad de producción del sector.
Urzay recuerda que hay países como Alemania que los pacientes tienen acceso directo al fármaco y luego se decide la financiación sin que lo sufran pacientes o profesionales médicos. En España, la Ley de Garantías obliga a tramitar la oferta «y eso a 180 días no se está resolviendo». De esta forma, el objetivo será no exceder el periodo de 180 días que establece la ley e incorporar inmediatamente los medicamentos que superen dicho plazo.
En este mismo sentido se pronuncia Isabel Pineros, directora del Departamento de Acceso de Farmaindustria, quien hace hincapié en que el porcentaje de fármacos disponibles en España es también el más bajo de los grandes mercados europeos. Según datos aportados durante el Seminario Industria Farmacéutica, a 1 de enero de 2022 sólo estaban disponibles en España 85 de los 160 medicamentos aprobados en la Unión Europea en el periodo 2017-2020, es decir, el 53%. Mientras, en Alemania, este dato es del 92%; en Italia, del 79%; en Inglaterra, del 68%, y en Francia, del 66%.
Además, desde el año 2018, el porcentaje de disponibilidad en España ha disminuido en nueve puntos porcentuales: 2018 (62%), 2019 (58%), 2020 (54%) y 2021 (53%).
De esta forma, Pineros insiste en la necesidad de revertir esta situación mediante «una reforma del procedimiento de financiación y fijación de precio; revisar el plan de consolidación de los informes de posicionamiento terapéutico; dotar de mayor claridad la metodología de evaluación; incluir clínicos y pacientes; establecer un sistema acceso temprano a los fármacos; mejorar la coordinación entre comunidades autónomas, y que haya un reconocimiento innovación incremental».
Ahorros de costes al SNS
Ante esta situación, desde la patronal del medicamento lanzan un mensaje claro: la innovación farmacéutica ahorra recursos al sistema sanitario. Así lo demuestran diversos estudios internacionales que concluyen que la inversión de un euro en medicinas ahorra entre dos y siete euros en otras prestaciones sanitarias, como visitas a urgencias o intervenciones quirúrgicas. Es lo que se conoce como el llamado efecto compensación de los nuevos fármacos sobre el gasto sanitario.
El informe El valor del medicamento desde una perspectiva social 2021, realizado por la Fundación Weber, especialista en Economía de la Salud, con el apoyo de Farmaindustria, y que recoge varios estudios del profesor de la Universidad de Columbia Frank R. Lichtenberg, muestra como si un medicamento de 15 años de antigüedad fuera reemplazado por uno de 5,5 años, el coste farmacéutico total per cápita se incrementaría en promedio en 18 dólares anuales, mientras que el gasto no farmacéutico (gasto hospitalario y pérdida de productividad) per cápita se reduciría en unos 72 dólares, lo que supone un coste cuatro veces menor.
Posteriormente, Lichtenberg actualizó este análisis y concluyó que el efecto compensación de los nuevos medicamentos sobre el coste no farmacéutico se ha incrementado en el tiempo, al pasar de una ratio de 4 veces a una de 7,2 veces para la población general y de 8,3 veces para la población mayor de 65 años. Este ahorro se generaría gracias a los ahorros en hospitalizaciones (un 62% del ahorro), visitas médicas (27%) y asistencia domiciliaria (9%) y, en menor medida, visitas a urgencias (2%).