La madre coraje que busca firmas para que los asesinos de menores cumplan penas íntegras
El hijo de Sara Sánchez fue asesinado en Getafe con apenas 14 años. Ha emprendido una campaña para reformar el Código Penal
El corazón del marido de Sara Sánchez se partió en dos pedazos. «Dicen que cuando eres joven y sufres un infarto pasa eso», afirma con resignación esta mujer de 41 años. Cuando enviudó, cayó en una fuerte depresión. Salió gracias a su hijo Ricardo que, poco después, era asesinado con apenas 14 años. El presunto autor de la herida mortal ya era mayor de edad. Será juzgado en febrero. Ella quiere que se castigue como asesinato, con penas mayores que el homicidio, y que no disfrute de beneficios penitenciarios. Ha emprendido una campaña de recogida de firmas para reformar el Código Penal con la intención de que aquellos que acaban con la vida de un menor cumplan penas íntegras.
«Estoy devastada. Muerta en vida. Me quitaron a mi hijo el primer fin de semana que salía tras el confinamiento», recuerda Sánchez entre lágrimas. El apuñalamiento mortal tuvo lugar el 4 de septiembre de 2020 en la calle del Ferrocarril de Getafe. «Estaba con dos amigos menores que también fueron apuñalados. Se libraron de milagro. Se acercaron cuatro chicos, uno mayor de edad, que fue quien le asestó la puñalada mortal por sorpresa. No hubo ninguna disputa», insiste esta madre coraje.
Cuando recibió la noticia se desplomó al suelo como caen los árboles secos en la orilla de un río. No se ha levantado desde entonces. «Me metí en una habitación y no salí en dos meses. Tuve que marcharme a casa de mis padres porque en la mía todo me recordaba a Riki. No quería comer; perdí 30 kilos. Me ha dejado muy marcada», reconoce Sánchez. A veces le dan ganas de arrojar la toalla, pero seguirá adelante mientras le quede aliento para hacer justicia por su hijo.
Condena perpetua
El presunto autor de su muerte será juzgado en febrero. Piden 40 años de prisión, una cifra que la Fiscalía rebaja a 37 años y medio. «Sabemos que no va a cumplir ese tiempo, porque en España no se pasan más de 2o años en la cárcel. Con la reducción de condena se queda en 12. Quienes sufrimos una condena perpetua somos los familiares de las víctimas. Nadie nos devuelve a nuestros seres queridos».
Sánchez inició el 29 de septiembre una campaña de recogida de firmas para reformar el Código Penal y endurecer las penas. «No está acorde con la criminalidad. Los apuñalamientos entre jóvenes hoy están al orden del día». Tiene la intención de que aquellos que acaban con la vida de un menor de 16 años cumplan sus penas íntegras. «Lo ideal sería que se les condenara a prisión permanente revisable». Su propuesta puede apoyarse a través de una iniciativa en change.org.
De momento, apenas lleva 3.000 firmas. Tiene nueve meses para conseguir el medio millón que necesita para que el Congreso tome en consideración su petición. Ha optado por solicitar rúbricas en papel porque «hay mucha gente mayor que no domina Internet». «No es un bien para mí, sino para toda la sociedad. Es desolador que solo actuemos cuando nos pasa», se lamenta la madre de Ricardo.
Considera que el problema es que este asunto «no da votos ni afortunadamente lo padece mucha gente. Un anciano lo consiguió hace poco porque los bancos le afectan a todo el mundo». Sánchez habla de Carlos San Juan, que a principios de año puso en jaque a las entidades bancarias al recoger casi 400.000 firmas demandando atención directa, un horario amplio y frenar el proceso de digitalización. El Gobierno ordenó a la banca que presentara un plan especial para mejorar la atención a mayores.
«Con la ley del menor es como darse contra una pared», se queja Sánchez. Pone el ejemplo de Sandra Palo, la joven brutalmente asesinada en Getafe en mayo de 2003. Su familia apenas recogió 9.000 firmas para solicitar modificar la ley. «Nuestra hija ya no puede volver con nosotros, pero está en nuestra mano que no haya más Sandras asesinadas por menores y que los menores que delinquen no tengan la sensación de que son tratados de un modo especial», solicitaron sin éxito los padres de Palo.
«Matar sale barato»
Sánchez afirma que no emprende esta acción en clave personal, sino en beneficio de la sociedad. «En España matar sale muy barato». La madre de Ricardo afirma que su hijo no sufrió un homicidio, sino un asesinato, un delito para el que debe concurrir premeditación y alevosía. «El individuo que mató a mi hijo salió de casa con una navaja, que no se usa precisamente para jugar al parchís. Premeditación hubo».
La mujer argumenta que también existió alevosía, porque no solo atacó a su hijo, sino a sus amigos, y que los menores escondieron durante días al autor de la puñalada mortal. «Son cómplices». Sin embargo, la Justicia les ha condenado a dos años de semilibertad vigilada.
El PP de Getafe presentó el viernes una moción en el Pleno para instar al Gobierno a reformar el Código Penal y la Ley Orgánica que regula la responsabilidad penal de los menores. Su intención es que el Ayuntamiento colabore en la campaña de recogida de firmas iniciada por Sánchez, vecina de la localidad, y ponga a su disposición los medios materiales y humanos necesarios. La propuesta salió adelante con el voto en contra de Podemos y Más Madrid y la abstención del PSOE.