Defensa rebusca en silos de EEUU lanzaderas Hawk como las donadas a Ucrania
El departamento de Robles quiere reponer el armamento entregado a Kiev con material «en desuso» que ya no se fabrica
Sistema de misiles Hawk desplegado en Rumanía. | Europa Press
El Ministerio de Defensa ha enviado a Estados Unidos a un teniente coronel para comprobar si en el stock de armamento de este país hay lanzaderas de misiles Hawk como las que España acaba de donar a Ucrania para protegerse de los ataques aéreos rusos, según desvelan fuentes militares a THE OBJECTIVE. El objetivo es reponer este sistema defensivo que pertenece al Ejército de Tierra, pese a que este material ya no se fabrica.
La tarea del oficial español no será fácil, ya que supone buscar material del Hawk, concretamente del modelo PIP de tercera generación, que el Ejército estadounidense dio de baja hace más de una década y que almacenó en varios silos del Medio Oeste para el caso de tener que reemplazar algún repuesto o atender pedidos de terceros países a los que se lo vendió, como ahora es el caso de España.
Las citadas fuentes no dudan en equiparar esta búsqueda con la de «ir a un desguace», al tratarse de material «en desuso». También advierten de que Tierra considera que sus baterías antimisiles Hawk se encuentran muy cerca de la obsolescencia frente a los Patriot ubicados en Valencia y los más modernos Nasams, que están repartidos entre Cartagena y Canarias, por lo que cuestionan esta posible adquisición.
Kiev informó primero de los Hawk españoles
El departamento de Margarita Robles informó este lunes del envío por vía terrestre desde España hasta Polonia de cuatro lanzadores de misiles Hawk después de que el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, lo anunciase en sus redes sociales tras reunirse con su homólogo español, José Manuel Albares, en Kiev. El traslado del material militar se completa con la batería antimisiles Aspide, ya prevista desde hace semanas, tras la formación de 19 militares ucranianos en la base de San Gregorio (Zaragoza).
El Ejército cuenta con dos grupos Hawk de fabricación estadounidense. Uno está en la base de El Copero (Sevilla), por la que pasó el general Amador Enseñat antes de convertirse en jefe del Estado Mayor de Tierra, y el otro en la base Cortijo de Buenavista (Cádiz). Cada sistema dispone de tres baterías con seis lanzadores cada una. Por lo tanto, los cuatro lanzadores donados ahora a Ucrania suponen únicamente una parte del conjunto.
En este sentido, las Fuerzas Armadas ucranianas necesitarán que otros países aliados le entreguen equipos auxiliares como radares de iluminación que funcionan con grupos electrógenos, radares de seguimiento de proyectiles -por impulsos y onda continua, según la jerga militar-, un puesto de mando de batería y, sobre todo, los misiles que se colocarán en las lanzaderas, pues España tiene un stock muy pequeño de estos últimos y ha preferido no cederlos al Gobierno de Volodymir Zelenski. Sin todo ello, la donación española no serviría para nada.
Las citadas fuentes subrayan que el Gobierno español se ha coordinado con otros países de la OTAN para la entrega por partes de esta batería Hawk dentro del grupo de contacto para Ucrania que se reúne de forma periódica en la base norteamericana de Ramstein (Alemania).
Lo lógico es que EEUU contribuya en este esfuerzo de ensamblar el sistema antimisiles, si bien hay países del Este de Europa, en especial Rumanía y Bulgaria, que también cuentan con varios de estos equipos auxiliares. El problema es la «integración» de todas las piezas, un proceso que llevará su tiempo.
El general retirado Juan Esteban Verástegui estimó en Cuatro que la oferta española es «más propagandista que real», una opinión bastante extendida entre antiguos mandos de Tierra. Uno de ellos admite que esta entrega parcial del sistema Hawk supone «hacer un pan como unas tortas». Más crítico fue el también general retirado Pedro Pitarch en las redes sociales.
El departamento de Robles indicó en su comunicado sobre los Hawk que en el convoy español que se dirige al hub logístico de Polonia también iban cuatro grupos electrógenos de 400 kilovatios de potencia y un grupo electrógeno de 150 kilovatios, pero estos aparatos nada tienen que ver con el sistema antimisiles, sino que se dedicarán a suplir las carencias de electricidad que sufre Ucrania los últimos días en lugares civiles por culpa de los ataques aéreos rusos.
