El juez que investiga la muerte de un detenido por la Guardia Civil exige el vídeo del arresto
El padre del fallecido tiene un día de plazo para aportar el documento gráfico que grabó. Su abogado lamenta que lleven casi dos meses esperando la autopsia
El vídeo en el que unos agentes de la Guardia Civil reducen a Carlos Bejarano es ya viral. Este vecino de Mairena del Aljarafe (Sevilla) sufrió, a sus 37 años, una parada cardiorrespiratoria durante el forcejeo. Murió una semana más tarde. Su padre grabó todo el proceso y recurrió a las redes sociales para denunciar la supuesta mala praxis de los agentes. El juez que instruye el caso le ha pedido «la grabación íntegra» en el plazo de un día. Deberá aportarla este lunes. El abogado de la defensa lamenta que, en cambio, la familia lleva «casi dos meses» esperando la autopsia que debe determinar las circunstancias en las que murió.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla emitió el 10 de noviembre una providencia a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE en la que requiere a los representantes legales de la familia dos copias de la grabación íntegra realizada por Ángel Bejarano, padre de la víctima. El juez le solicita el vídeo «en término de una audiencia», esto es, con un solo día de plazo. Deberá aportar el documento gráfico este mismo lunes.
El texto también indica que el juzgado que instruye el caso ha recibido el informe del Instituto de Medicina Legal de Sevilla, aunque la autopsia no se ha enviado todavía a la familia. Un escenario que contrasta con las prisas que se ha dado el juez para pedir al padre de la víctima el vídeo que grabó mientras los agentes de la Guardia Civil trataban de reducir a su hijo. El documento gráfico que se ha visto en redes sociales es un extracto del original que apenas dura medio minuto.
El papel de la Guardia Civil
El abogado de la familia Bejarano, el prestigioso penalista Luis Romero, sostiene que se personó en la causa el 29 de septiembre, 10 días después de la muerte de Carlos. «Desde entonces hemos preguntado todas las semanas al juzgado. No nos han incluido como acusación particular hasta el miércoles, cuando salió el caso en la prensa», denuncia el letrado.
Romero advirtió que iba a presentar una queja para que, en dos días hábiles, se le tuviera por personado en el procedimiento penal. En caso contrario, acudiría al juez decano. No hizo falta. «Los medios de comunicación tienen mucho poder», insiste el abogado. Un día después le facilitaron copia de los documentos que obraban en poder del juzgado. En total, 170 páginas, atestado de la Guardia Civil incluido. Sin embargo, no aparecía el informe de la autopsia, cuando lo habitual es que se demore tres semanas como máximo.
«Es sorprendente que el juzgado no haya hecho nada del 29 de septiembre al 11 de noviembre», insiste Romero. La anterior providencia data del 4 de octubre. En ella se informa de que habían recibido el escrito de la procuradora. Habían pasado 15 días de la muerte de Carlos Bejarano en la UCI del Hospital San Juan de Dios de Bormujos. Una de las obsesiones de Romero es aclarar por qué los médicos le mantuvieron con vida de manera artificial, gracias a la respiración asistida, durante siete días.
Ángel Bejarano quiere esclarecer qué le ocurrió a su hijo. Denuncia la supuesta mala praxis de los agentes que redujeron a Carlos. Los hechos tuvieron lugar el 12 de septiembre en la puerta del domicilio familiar. El fallecido llegó aquella tarde a casa muy alterado. Su padre le invitó a salir y decidió llamar a la Guardia Civil para que le ayudaran a tranquilizarle. Cuando llegaron los agentes se enfrentó a ellos. Lo tiraron al suelo y trataron de reducirlo «de manera brutal».
Una semana en la UCI
Mientras lo hacían, su progenitor grabó un vídeo que ha publicado en un perfil de Twitter creado a propósito para denunciar lo ocurrido. Sostiene que los agentes comprimieron el cuello y el tórax de su hijo y que, a consecuencia de ello, sufrió una parada cardiorrespiratoria que le costó la vida una semana más tarde, el 19 de septiembre. Hasta entonces, permaneció en la UCI del Hospital San Juan de Dios de Bormujos con respiración asistida. La familia quiere que se investigue a los guardias por homicidio imprudente.
El vídeo que Bejarano ha compartido en redes sociales apenas dura 26 segundos. En las imágenes se observa cómo dos agentes forcejean con el joven en el suelo hasta que consiguen inmovilizarlo. Un tercer guardia se acerca para ayudarles a colocarle las esposas. «Vale, tranquilo. Una manita, compañero. Venga, esposar al tío este», se le escucha decir a un agente. Otro recrimina al padre de la víctima que estuviese grabando. «A ustedes no», contesta otra voz que parece ser la madre de la víctima.
La grabación completa dura 28 minutos y en ella se puede ver cómo los agentes de la Guardia Civil comienzan a realizar técnicas de reanimación a su hijo y solicitan una ambulancia. Los padres, angustiados, les explican que Carlos sufre apnea y que consumía estupefacientes. La ambulancia tardó 10 minutos en llegar. Durante ese tiempo, los guardias insistieron en la necesidad de que se diera prisa. La autopsia determinará en qué circunstancias murió realmente.