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Investigan la muerte de un hombre tras ser reducido por la Guardia Civil en Sevilla

El joven sufrió una parada cardiorrespiratoria mientras era detenido. Su padre pide esclarecer lo ocurrido con un vídeo en redes sociales

Investigan la muerte de un hombre tras ser reducido por la Guardia Civil en Sevilla

Carlos Bejarano en una foto difundida por su padre.

Ángel Bejarano quiere esclarecer qué le ocurrió a su hijo. Este vecino de Mairena del Aljarafe (Sevilla) ha recurrido a las redes sociales para denunciar la supuesta mala praxis de los agentes de la Guardia Civil que redujeron a su vástago Carlos, de 37 años. Durante la detención, el joven sufrió una parada cardiorrespiratoria. Falleció una semana más tarde. Bejarano denunció lo ocurrido. Ha recibido una citación para el 6 de febrero, pero dos meses después, el juzgado que instruye el caso no ha recibido aún la autopsia que debe determinar en qué circunstancias murió el joven.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 12 de septiembre a última hora de la tarde en la puerta del domicilio familiar, ha avanzado El Diario de Sevilla. El fallecido llegó aquella tarde a casa muy alterado. Su padre le invitó a salir y decidió llamar al 062, el número de emergencias de la Guardia Civil, para que le ayudaran. Cuando llegaron los agentes, Carlos seguía alterado y se enfrentó con ellos. Lo tiraron al suelo y trataron de reducirlo «de manera brutal»

Mientras lo hacían, Bejarano grabó un vídeo que ha publicado en un perfil de Twitter creado a propósito para denunciar lo ocurrido. Sostiene que los agentes comprimieron el cuello y el tórax de su hijo y que, a consecuencia de ello, sufrió una parada cardiorrespiratoria que le costó la vida una semana más tarde, el 19 de septiembre. Hasta entonces, permaneció en la UCI del Hospital San Juan de Dios de Bormujos con respiración asistida.

La actuación de la Guardia Civil

El vídeo que Bejarano ha compartido en redes sociales apenas dura 26 segundos. En las imágenes se observa cómo dos agentes forcejean con el joven en el suelo hasta que consiguen inmovilizarlo. Un tercer guardia se acerca para ayudarles a colocarle las esposas. «Vale, tranquilo. Una manita, compañero. Venga, esposar al tío este», se le escucha decir a un agente. Otro recrimina al padre de la víctima que estuviese grabando. «A ustedes no», contesta otra voz que parece ser la madre de la víctima.

Es solo un extracto del documento gráfico que grabó Bejarano. El vídeo completo dura 28 minutos y en él se puede ver cómo los agentes de la Guardia Civil comienzan a realizar técnicas de reanimación a su hijo y solicitan una ambulancia. Los padres, angustiados, les explican que Carlos sufre apnea y que consumía estupefacientes. La ambulancia tardó 10 minutos en llegar. Mientras, los guardias insistían en la necesidad de que se dieran prisa. Incluso piden a la Policía Local que les acerque un desfibrilador de manera «urgente».

El caso fue derivado al Juzgado de Instrucción Número 2 de Sevilla. Dos meses después de la denuncia, aún no tiene la autopsia. La familia se lamenta. Su representante legal, Luis Romero, incide en la anomalía. Por eso, este miércoles ha remitido al tribunal una queja para que en dos días hábiles den traslado del informe. En caso contrario, acudirán al juez decano. Su intención es conocer qué responsabilidad tuvieron los agentes de la Guardia Civil.

La denuncia que realizaron los padres del difunto sostiene que «la asistencia médica necesaria tardó muchísimo tiempo en llegar, y cuando llegó no era de soporte vital». Además, apunta a que Carlos «ha estado mantenido vivo con medios hospitalarios en la UCI» hasta el día en que se certificó su defunción. Romero también quiere saber por qué los médicos decidieron alargar su vida gracias a la respiración asistida durante una semana.

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