Los dos ases en la manga de Podemos contra Díaz: el retraso de Sumar y la falta de dinero
Iglesias adelantó su ataque para polarizar y dificultar a Díaz captar fondos y apoyos esenciales para la batalla electoral contra Podemos
Pablo Iglesias.
Podemos movió su verdadera ofensiva el domingo 6 de noviembre. Pablo Iglesias subió al escenario de la Universidad de Otoño del partido y lanzó su anatema contra Yolanda Díaz. Las relaciones entre los dos políticos llevan tiempo siendo muy comprometidas. Díaz e Irene Montero estuvieron meses sin hablar, y volvieron a hacerlo solo para reprocharse deslealtades en las negociaciones de los presupuestos y el Consejo General del Poder Judicial. A partir de ese momento, Podemos entendió que había llegado el momento de mover ficha.
Los morados saben que Díaz tiene un tirón electoral y un apoyo mediático del que ellos carecen. Las ministras Ione Belarra e Irene Montero destacan entre las peor valoradas en todas las encuestas. Díaz, en cambio, lidera ese ranking. Los medios de comunicación que hace tan solo pocos años apoyaban a Podemos, ahora se han vuelto críticos. Aquellos pocos poderes y grupos de intereses que en su día auparon al partido de Iglesias al poder, ahora hacen frente común con Díaz y su nuevo artefacto, Sumar.
La sensación de soledad de Podemos es palpable y reconocida prácticamente por todos. Pero de esa soledad Iglesias y la cúpula morada quiere sacar tajada. Creen que volver a la polarización (democracia contra fascismo) y al victimismo (la traición de Díaz) puede servir para generar un «revulsivo» que movilice a sus votantes. Los necesitan porque las elecciones municipales y autonómicas están a las puertas, y pronto llegará el ciclo de las generales. Y Podemos ha decidido lanzar un ultimátum a la ministra de Trabajo para que se decida: o entrega a Montero un papel relevante en la próxima confluencia o los morados irán en solitario en las generales y se centrarán en luchar contra ella.
Canal de financiación
En este sentido, la decisión de Iglesias de activar el pasado 6 de noviembre la ofensiva contra Díaz tiene que ver con dos ejes tácticos. El primero es la tardanza de Yolanda Díaz en construir Sumar. Podemos cree que Díaz ha tardado demasiado en definir algo parecido a una estructura de partido o movimiento. Sumar, su plataforma, es de momento una mezcla de declaración de intenciones, reuniones con liberados de Izquierda Unida y una página web (sumarfuturo.info). Es decir, Podemos considera que Sumar todavía está por hacer. Y que Díaz llega tarde. «No ha hecho los deberes», dicen en el partido de Iglesias.
A ese retraso se añade otro elemento fundamental para comprender el ataque de los morados. Eso tiene que ver con el dinero. Podemos cree que Díaz no está levantando los fondos y los apoyos financieros esperados. Es difícil saber si es exactamente así, puesto que el entorno de Díaz mantiene en secreto esas cifras. Lo que sí se sabe es que nada más presentar Sumar se activaron los canales de recaudación de fondos a través del mecenazgo ciudadano. Aunque todavía no se han publicado datos oficiales sobre dicho patrimonio.
Este diario desveló que Díaz había movido varios contactos para intentar que, además de los ciudadanos y simpatizantes, algunos grupos empresariales la respaldaran. Empezó por Galicia, donde nació y donde fue concejal y diputada autonómica. Sin embargo, su pasado y las rupturas con otros partidos y políticos dificulta construir un feudo. Algunas fuentes sostienen que empresas de tamaño medio sí le han manifestado su simpatía y habrían entregado dinero. Pero otras fuentes del sector económico gallego afirman que los grandes grupos prefieren mantenerse alejados de Sumar.
Frenar la captación de fondos
En Podemos creen que Díaz no ha levantado mucho dinero, y eso limita su proyección. Sin una estructura de partido, para Díaz es esencial tener muchos recursos para las campañas de promoción de su marca. Y las fuentes de Podemos consultadas sostienen que la lideresa de Sumar todavía no tiene amarrado ese capítulo. Esta es una clave que explica por qué Iglesias ha decidido lanzar cuanto antes su ataque. Al generar polarización en el espacio será más difícil para Díaz levantar fondos y sumar a los aplausos en sus mitines también ayuda económica.
Falta todavía un año para las generales, y es cierto que Díaz asegura que «Sumar es imparable». Nunca la ministra ha hablado tan claro. Pero delante tiene a un partido que acaba de reencontrar a su líder máximo, y que tiene experiencia en estos tipos de lucha. Podemos Sevilla ya ha apodado a Irene Montero la «presidenta». Hay que leerlo en clave preelectoral (sus promotores corrigieron inmediatamente el tiro). La propia Montero lo dejó claro cuando habló antes de Iglesias el pasado 6 de noviembre: «Siempre hemos conseguido lo que nos hemos propuesto». Todo suena a declaración de guerra. Al igual que ocurría con Errejón hace exactamente seis años.
