Demandan a Rubén Sánchez (Facua) por sus palabras sobre el concierto en el acto de Vox
El ‘youtuber’ Isaac Parejo y Los Meconios solicitan 9.000 euros al portavoz de Facua por asegurar que desean «asesinatos en masa de gente de izquierdas»
Rubén Sánchez, portavoz de FACUA-Consumidores en Acción, en una imagen de archivo. | Facua
Tras el concierto de Infovlogger (Isaac Parejo) y Los Meconios (Sergio Martínez y Mario Camps) en el macroevento Viva 22 que Vox celebró el pasado mes de octubre en Valdebebas (Madrid), el portavoz de Facua, Rubén Sánchez, escribió lo siguiente en su cuenta personal de Twitter: «Una banda de degenerados que sueña con otro golpe de Estado y asesinatos en masa de gentes de izquierdas. Vox tiene dentro la peor escoria de nuestro país». Unas palabras que le han valido una demanda de los aludidos por intromisión ilegítima en el derecho al honor. Le reclaman 9.000 euros y una rectificación pública.
La demanda, que ha sido adelantada en exclusiva a THE OBJECTIVE por la abogada Guadalupe Sánchez (Novalex), su redactora, se fundamenta en la «gran difusión que alcanzaron las graves insidias expresadas en este tuit, además de ser inciertas y lesionar gravemente el derecho al honor de mis clientes, propiciaron una cascada de comentarios difamatorios e informaciones sesgadas que fueron reproducidas por muchos medios de comunicación, con un enorme impacto mediático».
Por este motivo, los clientes exigen a Rubén Sánchez el pago de una indemnización por importe de nueve mil euros, así como una «rectificación, a su costa y por el mismo medio, que contenga reconocimiento expreso de la incerteza y el carácter difamatorio de los hechos y afirmaciones vertidas contra mis representados».
La canción que motivó el ataque del portavoz de Facua y de sus seguidores fue Facha Héroes, cuyo estribillo anuncia que «vamos a volver al 36». Pero esto no es, como pudiera parecer, una apología de la Guerra Civil, sino una sátira que denuncia que la alianza entre PSOE, Unidas Podemos, ERC y Bildu en esta legislatura recuerda al Frente Popular. «Somos la resistencia, somos fachas, los podemitas son la democracia. Si votas al PP eres franquista y si te gusta Bildu un pacifista», dice un extracto que evidencia el tono mordaz de la composición.
Un tono irónico que ni Rubén Sánchez ni Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, supieron captar. Este último tildó de «nazis» a Infovlogger y Los Meconios. Isaac Parejo ya adelantó a este medio que emprendería las acciones legales pertinentes contra quienes habían atentado contra su honor. Y así lo ha hecho este martes.
Comunicado contra Rubén Sánchez
La demanda ha venido acompañada de un vídeo publicado en Youtube por el propio Isaac Parejo. En él, denuncia que ha aguantado «muchas cosas» en sus años en la plataforma: «Insultos, bulos sobre mi, amenazas tanto a mi como a mi familia… Pero hemos llegado a un punto en el que hay que dibujar una línea roja en el suelo».
Esa línea roja es la denuncia contra el portavoz de Facua –Facuo, según el youtuber-, al que ha acusado de rebasar «todos los límites» e iniciar «una avalancha de bulos» contra él y Los Meconios. «Vas a tener que demostrar ante un juez por qué aseguras que soñamos con un golpe de Estado y con asesinatos en masas de gente de izquierdas, y tendrás que demostrar que somos parte de Vox. Estamos cansados de tu impunidad, y de que creas que todo te sale gratis», reta Parejo a Sánchez en el vídeo.
Para costear la demanda, Infovlogger y Los Meconios han abierto una campaña de recaudación de fondos vía crowfunding. Solicitan tres miles euros y, en el caso de ganar la demanda, se comprometen a que lo recaudado (descontando gastos de desplazamientos y comisión de la plataforma) será donado a la Asociación Nacional de Ayuda a las Víctimas de Violencia Doméstica (ANAVID).
Dudo mucho que estos delirantes personajes, Rubén Sánchez y Pablo Echenique, parásitos del sistema y «sicarios» digitales de marca mayor, no sepan captar la ironía y la mordacidad, sea en esta canción o en cualquier manifestación oral o escrita, que sea crítica con su adhesión política, que profesan de manera exuberante y radical. La vida, y el copioso sueldo, les va en ello.
Ni ellos, ni toda la masa borrega que les aplaude por inercia, digan la memez, o barbaridad, que se les pase por la cabeza. Y, por supuesto, luego está el circo diario que monta el contubernio de medios de comunicación para rentabilizar este o cualquier supuesto escándalo que se inventan, para tener a mucho fervoroso acólito en constante indignación y cabreo, aunque la mayor parte de las veces forma parte de la teatralidad en el que permanentemente viven, de la impostura.
Aquí lo importante es entender cómo funciona este comportamiento que es común en gran parte de la izquierda de este país, tanto política como mediática y cultural. El origen del mismoo podría ubicarse en la posmodernidad anglosajona, concretamente en la estadounidense: EEUU es un país, una sociedad, que mercantiliza su cultura de forma muy agresiva, aprovechando la gram capacidad económica y militar que posee, y las potentes industrias de entretenimiento y publicidad que atesoran. Social y culturalmente, se ajustan al cánon protestante, y basta conocer un poco la historia para entender las consecuencias que algo así produce.
En la actualidad, aunque también antes, su sociedad parece estar en permanente estado de conflicto político, social y cultural. Desde las posiciones no conservadoras, hace mucho tiempo encontraron el modo de manipular y controlar la opinión pública para sacar rédito electoral. Desde sectores académicos muy poderosos, especialmente los dedicados a las ciencias sociales, decidieron que la mejor forma de perpetuar su influencia era realizando tesis, escribiendo innumerables libros, dedicados a cuestionar la realidad, la naturaleza y todo aquello que puede mantener, de un modo u otro, la estabilidad. De un tiempo a esta parte, las hordas de convencidos sobre la veracidad de estas teorías han crecido exponencialmente. Con todo esto, han dado lugar a una especie de génesis de múltiples «pseudoreligiones», cuyos adeptos se caracterizan por un fervor, radicalismo e irracionalidad propios de cualquier secta conocida. Y la base de todo esto es, como no podía ser de otro modo, un enorme y rentable negocio.
Dicho esto, y es sólo mi opinión, se puede entonces entender que un tipo como Rubén Sánchez, que heredó una asociación de consumidores y que utiliza como plataforma personal, más que para apoyar y ayudar a los consumidores, se pase la práctica totalidad de los días publicando en Twitter (dónde si no) todo lo que suponga un ataque a las posiciones políticas que no comulgan con ese sectarismo posmoderno que practica. Además, tiene relaciones lo suficientemente estrechas con algún que otro medio de comunicación para promocionarse públicamente, y especialmente un sospechoso poder sobre lo que se publica en Twitter y el cierre de cuentas que le molestan (ahora con Musk de propietario y el despido del equipo de la sede española ve peligrar este privilegio). Este señor lleva mucho tiempo actuando con una impunidad que no se puede explicar si no es aceptando la miserable calaña de políticos que le dan pávulo, y que pierden el trasero por defenderlo a toda costa, pues actúa como un potente agente de propaganda.
Por eso, no creo tanto que sea incapaz de interpretar o comprender el sentido de ciertas cosas. Lo sabe y bien. Igual que Echenique. Que este último haga lo mismo en redes sociales se puede entender porque, al fin y al cabo, es un político (aunque opino que los políticos deberían estar fuera de las redes sociales), pero que un señorito que se dedica a llevar una asociación, mantenida con dinero de socios y subvencionada con dinero público, de los impuestos que paga el resto de la ciudadanía, salga con esta clase de bochornosas declaraciones, sólo demuestra que está ahí para lo que está: servir a sus amos fielmente, y si le toca, asumir las consecuencias por lo que dicen y hacen, actuando como escudo ante sus jefes.
La izquierda, desde que perdió la confianza de la mayoría de los trabajadores, sobretodo los más humildes, no tuvo otro remedio que insistir en blindar muchos otros aspectos de los que se apoderó hace mucho tiempo en este país: la cultura, la opinión en los medios audiovisuales, la defensa de la homosexualidad, la lucha contra las injusticias, las causas solidarias, la complicidad con los regionalismos, etcétera, etcétera.
A Rubén Sánchez, a Echenique y a muchos como ellos les resulta insoportable que haya personas que estén vinculadas a alguna de esas parcelas que consideran de su propiedad y no comulguen con su credo. El caso de Isaac Parejo, muy conocido por las denuncias que realiza en sus vídeos sobre las tropelías de la izquierda, les cabrea especialmente por ser abiertamente homosexual. Ha sufrido campañas de acoso en redes por parte de los soldaditos digitales afines a Podemos, sobretodo. Y, por supuesto, de Rubén Sánchez y otras cuentas que comparten ideología política.
No sé si la demanda llegará a que lo sienten en el banquillo, ni si lograrán que se le condene al pago solicitado, no lo tienen fácil. Aunque Guadalupe Sánchez esté con él en este asunto, algo que me alegra, se enfrentan a un tipo muy protegido por los políticos y con suficiente poder económico como para librarse de la condena. De momento, el «crowfunding» que Parejo ha abierto está teniendo mucho apoyo, y eso es señal del importante desprecio existente hacia el demandado, pero no necesariamente implica que reciba el merecido escarmiento por su execrable conducta y abuso de poder de influencia. Mucha suerte con vuestra gesta.
Creo que es muy poco dinero el que piden. El daño que hace ese personajillo infecto es para arruinarle. La loca del chepudo por un poemita jocoso pidió una burrada, encima diciendo que le habían mancillado su honor jajajajajaja.
Otro rojo piojoso.