El fiasco legislativo del 'sí es sí' hace descarrilar las leyes pendientes: trans, mordaza y vivienda
Fuentes socialistas auguran que varios proyectos estrella del Gobierno de coalición encallarán esta legislatura por miedo a la inseguridad jurídica
Los efectos de la ley del ’sí es sí’ no se plasmarán sólo en la excarcelación de agresores sexuales que podría continuar hasta que el Tribunal Supremo siente jurisprudencia en las próximas semanas. También se verán en el terreno parlamentario, donde desde hace tres años se negocian las leyes bandera del Gobierno de coalición. Aprobada la Ley de Libertad Sexual y Reproductiva y la Memoria Democrática, el Gobierno seguía negociando otros proyectos que pretendían ser santo y seña de la legislatura. Es el caso de la Ley Mordaza, la de Secretos Oficiales, Ley Trans o la ley de Vivienda, aún en la nevera parlamentaria, en fase de negociación en el seno de la coalición y en serio riesgo de naufragar.
Según fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE, estos proyectos de Ley «no se van a aprobar» porque no da tiempo y las posiciones entre PSOE y Podemos están aún muy alejadas en lo sustancial como el toque en el precio de los alquileres en caso de la ley de Vivienda; la autoridad policial en la Ley de Seguridad Ciudadana o Mordaza; y el derecho de autodeterminación de género en el caso de la Ley Trans y el menoscabo de la patria potestad en el caso de los menores. Pero, lo más relevante, es que las prisas con la que se aprobó la ley del ‘sí es sí’ con la intención de que su anteproyecto estuviera aprobado para el 8-M pese a las múltiples dudas jurídicas y enfrentamientos entre los departamentos de Igualdad, Justicia y la vicepresidenta primera del Gobierno, se han convertido en el espejo de lo que podría pasar para otros debates parlamentarios de calado jurídico.
Esto complica el escenario y hace redoblar las cautelas en el grupo parlamentario socialista donde llevan tres años negociado cuestiones como el tope en el precio de los alquileres y la posible vulneración del derecho constitucional a la propiedad privada. «Lo que entrañe dudas, ya no se va a hacer», explican estas fuentes ante el calendario legislativo que entrará en dique seco tras las Navidades por la precampaña electoral de las municipales del 28 de mayo del 2023.
A sumar, la reflexión hecha esta semana por el portavoz del PNV, Aitor Esteban, quien verbalizó el sentir de muchos a tenor de la polémica del ‘sí es sí’: «Muchas veces pensar la ley con un poquito más de tiempo y más fríamente nos lleva a mejores resultados». Las prisas como antagonistas del sosiego que reclama el legislador, más aún en asuntos de especial profundidad como una reforma del Código Penal, que en el caso de las condenas a agresores sexuales, requería de una disposición transitoria que nadie echó de menos en el trámite parlamentario acelerado.
Los PGE, la última Ley
De hecho, en el PSOE creen que los Presupuestos Generales del Estado que se aprobarán en el presente periodo de sesiones y la reforma del delito de sedición serán las iniciativas legislativas que echarán el cierre a la agenda legislativa. El dictamen de las cuentas públicas se aprobará la semana que viene en el pleno del Congreso para su remisión al Senado. Fuentes del Ejecutivo confían en que el Gobierno reedite el logro de los años precedentes de rechazar las enmiendas en el Senado y no necesitar siquiera su vuelta al Congreso para rechazar los vetos de la cámara alta. De ser así, a mediados de diciembre se habría dado luz verde a los PGE, previsibles los últimos presupuestos de la legislatura y con la que se dará cauce a la llegada de nuevas remesas de fondos europeos.
El actual periodo de sesiones culminaría por tanto a finales de diciembre con la aprobación de los Presupuestos, la reforma del Código Penal para sustituir el delito de sedición y algunas iniciativas más en clave económica como el impuestos a los ricos. La actividad parlamentaria no se retomaría hasta el mes de febrero, ya que enero es periodo inhábil en las Cortes. Un mes que coincidirá con el pistoletazo de salida de la precampaña electoral para las municipales ya que, como adelantó THE OBJECTIVE, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene previsto hacer en febrero la crisis de gobierno para sustituir a las ministras de Industria, Reyes Maroto, y Sanidad, Carolina Darias.
Entre los quince días de parón en la actividad del Parlamento con motivo de la campaña electoral y la dificultad para llegar acuerdos entre el Gobierno y sus socios en el escenario post electoral (tensiones entre PNV y Bildu, JuntsxCat y ERC y PSOE y Podemos), las fuentes socialistas consultadas dan por prácticamente por finiquitada la legislatura. Y más teniendo en cuenta que el resultado de mayo tendrá una lectura nacional en tanto en cuanto los comicios municipales suelen anticipar el resultado de las generales, cuya campaña llegará apenas sin solución de continuidad.