España ha atendido a casi 85.000 desplazados de Ucrania desde el inicio de la guerra
El 32% de las personas atendidas son menores y el 63% mujeres, siendo la edad media 31 años
Casi 85.000 personas desplazadas procedentes de Ucrania han pasado por servicios de acogida dispuestos por el Gobierno en cuatro ciudades –Alicante, Barcelona, Madrid y Málaga– desde que Rusia inició la invasión de ese país el 24 de febrero.
En concreto, en los puestos coordinados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se ha atendido hasta el 31 de octubre a 11.210 personas en Málaga, 22.634 en Pozuelo de Alarcón (Madrid), 23.778 en el de Barcelona y 27.299 personas en el de Alicante, según consta en una respuesta del Ejecutivo a la senadora socialista Estefanía Martín Palop.
En dicho escrito, el Ejecutivo recuerda que todos estos desplazados de Ucrania fueron derivados de los recursos de emergencia de breve estancia a otros de estancia más prolongada y en los que se les ofrecen, en función de su grado de autonomía, todos los servicios y ayudas orientadas a su consecución que están previstos en la normativa reguladora del sistema.
Según los datos aportados por el Ministerio que encabeza José Luis Escrivá, el 32% de las personas atendidas son menores y el 63% mujeres, siendo la edad media 31 años. Un 25,8% proceden de la región de Kiev y un 5,8% de la capital, detalla el Ejecutivo.
Por otro lado, se aporta que el 61,6% cuenta con estudios superiores y un 28,7% con Formación Profesional o Bachillerato. Respecto a las principales profesiones, un 9% son economistas, un 5,6% ingenieros, un 5,4% directivos y un 4,9% profesionales TIC.
Dentro de la respuesta a la senadora socialista, que destacó en declaraciones a Servimedia que para el Gobierno «la política migratoria tiene la inclusión como eje vertebrados», el Ejecutivo afirma que «en los Centros de Recepción, Atención y Derivación para personas desplazadas desde Ucrania (Creade) el tipo de atención prestada ha cambiado desde su apertura en un doble sentido».
SI bien en el momento de su apertura su finalidad fundamental era «facilitar la obtención de documentación como solicitantes/beneficiarios de Protección Temporal a la mayor brevedad posible, algo que ha podido llevarse a cabo por la colaboración en dichos centros con el personal del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, de agentes de la Policía Nacional a quien le corresponde la documentación de las personas extranjeras en España; y ofrecer alojamiento de emergencia para aquellos que no disponían de lugar donde pernoctar a su llegada a España».
Después, desde el verano, «el flujo de nuevas llegadas desde Ucrania se redujo», pero no la demanda de información sobre otros trámites y servicios demandados por los desplazados de Ucrania ya en España.
Por ello, a partir de entonces, el Gobierno informa de que «se ampliaron los servicios prestados en dichos centros que además del apoyo a la documentación y acogida de emergencia, disponen de personal de la Seguridad Social para la obtención del Número de la Seguridad Social (NUSS), de personal de los servicios de empleo de las Comunidades Autónomas y de la fundación CEOE que presta asesoramiento laboral, de la Agencia Europea de Asilo y Refugio y del ACNUR que ofrecen apoyo e información sobre diversos aspectos de la Protección Internacional, de los ayuntamientos de la ciudad de referencia (a veces), etc».
Además, según aporta el Ejecutivo, los centros de Madrid y de Alicante pasaron de ser centros de acogida de emergencia para «pocas pernoctaciones, a ser centros de Primera Acogida de más larga estancia, lo que supuso evidentemente una prolongación de la estancia media en los mismos desde el mes de julio en adelante».
El tiempo medio de estancia de los ucranianos en plazas en el sistema de acogida (en su globalidad) fue en el mes de octubre de 163 días. En los centros de Málaga y Barcelona, que no disponen de residencia para alojamientos prolongados, las estancias son, cuando se producen, de una sola noche. Mientras que en los de Alicante y de Madrid superan los dos meses desde que se convirtieron en centros de más larga estancia.
Martín Palop destacó que «las migraciones y los desplazamientos son retos a los que nuestro país se enfrenta diariamente» y, en este caso, «tenemos que garantizar la mejor atención a las personas que se han visto desplazadas de Ucrania».