Iglesias quiere emitir su canal a través de GolTV y aprovechar la estructura de Mediapro
El exlíder ‘morado’ cuenta con el apoyo del empresario Jaume Roures para definir un proyecto audiovisual centrado en España pero que mira a América Latina
El exlíder de Podemos Pablo Iglesias. | Europa Press
El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, quiere que su nuevo canal por Internet (Canal Red) sea la lanzadera de una operación que aspira a llegar a la televisión tradicional. Según fuentes del sector y de Podemos, Iglesias aspira a aprovecharse de su amistad y cercanía con el empresario catalán Jaume Roures para llegar a la parrilla de la TDT. Pretende hacerlo aprovechando la estructura (estudios e infraestructuras) de MediaPro y la licencia de Gol Televisión, uno de los canales del grupo empresarial, que está actualmente en fase de «desmantelamiento», subrayan las fuentes consultadas.
El pasado lunes, Iglesias adelantó el anuncio de su nuevo canal de televisión por Internet. Lo hizo tras detectar movimientos en los círculos de su partido y también del entorno mediático madrileño. Explicó su proyecto de ampliación a la televisión por Internet del podcast La Base, en colaboración con el diario Público, que sirve de plataforma para la emisión de dicho programa.
Las fuentes consultadas sostienen, no obstante, que el Canal Red sirve más bien de lanzadera. Es decir, que no representa un fin en sí mismo, sino un trampolín para llegar a la televisión tradicional a través de la parrilla de la TDT. La vía que Iglesias y los suyos contemplan pasa por aprovechar las estructuras de Mediapro y, sobre todo, la licencia de Gol Televisión. Los dos son proyectos controlados por Roures, quien estaría ayudando a Iglesias para su proyecto audiovisual.
Guerra preventiva
Iglesias quiere generar contenido audiovisual de izquierdas que sirvan de alternativa a los actualmente disponibles. En el sector televisivo recuerdan al respecto el duro choque de Iglesias y Podemos con La Sexta, el canal de televisión que los morados siempre han tenido como referencia desde su fundación en 2014. El plan de Iglesias consistió en lanzar una guerra preventiva para después ofrecer su proyecto, tal y como adelantó THE OBJECTIVE. O lo que se puede resumir en crear la necesidad en el público de una nueva oferta de contenido audiovisual para ofrecerla él a través de las estructuras de Roures.
En un vídeo promocional, el exvicepresidente del Gobierno acusó a la «derecha mediática» de tener el monopolio sobre los medios de comunicación, dejando poco espacio a «los movimientos populares y de izquierda». «Cuando enciendes la televisión y la radio, resulta que todas dicen básicamente lo mismo. La pluralidad de la sociedad no se corresponde con el monopolio que la derecha impone sobre los grandes medios de comunicación», afirmó el exministro.
Acto seguido, anunció la posibilidad de colaborar vía crowdfunding a su proyecto. Lo hizo pidiendo a sus seguidores una colaboración económica para el nacimiento del proyecto. «La fuerza y el alcance del proyecto van a depender de ti, de lo que podáis aportar», mantuvo. En pocas horas, Iglesias recaudó a través de donaciones de particulares más de 100.000 euros. No obstante, la parte económica es el aspecto más enigmático de la iniciativa.
Gasto millonario
Aunque en unas horas el exlíder de Podemos haya logrado cifras notables, fuentes del sector audiovisual aseguran que son «insuficientes» para montar algo parecido a un canal de televisión (aunque tenga una emisión solamente por Internet). Los costes de producción y de equipos exceden una recaudación semejante y, aunque Iglesias multiplique esas entradas, algo que dan por descontado en Podemos, necesitará muchísima más financiación para que su idea tenga éxito.
Solo para el mantenimiento de la licencia en la televisión hacen falta uno cinco millones de euros que hay que pagar a Cellnex. A los que hay que añadir los costes agregados de producción. En el sector audiovisual y también en Podemos aseguran que Roures puede ayudar ofreciendo instalaciones, gracias a su participación en Mediapro. Y que tanto Roures como Iglesias buscan crear una nueva fórmula televisiva que amplíe la oferta existente. No se descarta la compatibilidad entre ambos sectores, el televisivo y el de Internet.
Queda otro punto por aclarar. Se trata de la probable ramificación en América Latina. Iglesias mantuvo contactos discretos con empresarios y grupos mediáticos tras salir del Gobierno de Pedro Sánchez. Una figura clave en ese entramado de relaciones político-mediáticas es Alfredo Serrano, actual director de la fundación Celag, colaborador de Iglesias y una persona que Podemos conocen bien por su llegada en las cancillerías y sectores mediáticos de países como Argentina y México, entre otros.
América Latina
La derivada americana abre a Iglesias un notable segmento de negocios para su canal o grupo mediático. Existen, de hecho, referentes ya activos en el subcontinente americano que han anunciado su cercanía al proyecto de Iglesias. Algunos, como Daniel Tognetti, que dijo en las redes «aportar lo nuestro desde Argentina y Brasil» son considerados afines al kirchnerismo en Argentina. Tampoco hay que olvidar el reciente fichaje en La Base de Inna Afinogenova, considerada una referente muy conocida de los medios en América Latina.
El propio Iglesias viajó recientemente a Buenos Aires donde se reunió con la expresidenta Cristina Fernández Kirchner, a quien regaló su nuevo libro sobre el poder de los medios de comunicación. También Irene Montero se reunió con ella pocas semanas después. Aun así, algunas fuentes apuntan a que en una primera fase Iglesias y su nuevo Canal Red se centrarán en contenidos para el público español. Y que una posible ampliación a América Latina se activaría en una etapa posterior.
Sea como fuere, Iglesias ha cruzado su Rubicón. Un año y medio después de dejar el Gobierno de Sánchez, ha vuelto con fuerza al sector televisivo, donde empezó su periplo que le condujo hacia el Congreso y el poder institucional. Todo ello sin olvidar la defensa de Podemos, donde todavía ejerce oficialmente de presidente de la fundación del partido, y el choque con Yolanda Díaz para la hegemonía del espacio de la izquierda alternativa al PSOE. Política y mundo audiovisual, más cerca que nunca en el esquema de acción del nuevo Iglesias.
