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El 22% de catalanes no ve corrupción en que un cargo público actúe en su beneficio personal

Antifraude de Cataluña alerta de que crece la «tolerancia a la corrupción». Otro 21,9% pasa por alto que un empresario pague comisiones por un contrato público

El 22% de catalanes no ve corrupción en que un cargo público actúe en su beneficio personal

Oficina Antifraude de Cataluña.

La Oficina Antifraude de Cataluña, órgano que actúa con independencia del Govern de la Generalitat, ha alertado en su último barómetro que el 21,9% de catalanes «no ve corrupción en el hecho de que un empresario pague para obtener un contrato público», y que un 22% «pasa por alto que una persona aproveche un cargo público para un beneficio personal». «El aumento de la percepción de corrupción viene acompañada de un aumento de la tolerancia de conductas que forman parte del concepto de corrupción», detallan en sus conclusiones.

El barómetro, titulado La corrupción en Cataluña: percepciones y actitudes ciudadanas, refleja que hay un índice elevado de tolerancia, relativización y justificación de las conductas corruptas. Además se aprecian dificultades para identificar conductas potencialmente corruptas. Aunque ha aumentado en un 80,2% la percepción de corrupción (13 puntos más respecto el Barómetro del 2020, que se situaba en un 67%), muchas actuaciones no se perciben como corrupción.

El nepotismo, cada vez más aceptado

Entre las conductas más toleradas, el 29,3% de los encuestados acepta «mucho o bastante» que un alto cargo admita como regalo una caja de vino, mientras que en el barómetro anterior de 2020 los catalanes que lo aceptaban eran el 21,1%.

En la misma línea, un 21,9% (en 2020 un 11,9%) acepta que una persona que trabaje en el sistema sanitario público ayude a una familiar a saltarse una lista de espera, y un 17,9% (6,4% en 2020) tolera mucho o bastante el nepotismo, que un cargo político contrate a un amigo íntimo para un puesto de confianza.

Antifraude
Gráfico del Barómetro de 2022 de la Oficina Antifraude de Cataluña

Si bien la aceptación de dinero por parte de un funcionario para agilizar un trámite es una de la conductas menos toleradas, hay menos encuestados que sancionan estas actitudes respecto al barómetro anterior: en 2020 solo lo consideraba «muy aceptable» el 0,7% de los encuestas, mientras que en la actualidad hay un 6,1% que lo ve con buenos ojos.

«Retroceso en leer la corrupción»

La conducta que más justificación recibe es «empadronar un hijo a casa los abuelos para que lo acepten en la escuela deseada». En una proporción muy elevada, ya que el 35,7% lo encuentra «muy mal o bastante justificable», mientras que en 2020 lo aceptaba un 26,9%. Le sigue la conducta de «llamar a un amigo para saltarse la lista de espera», que escala hasta el 31,6%. Y no pagar el IVA correspondiente (27,8% respecto el 13,8% el 2020).

«Son especialmente relevantes las cifras que evidencian las dificultades para identificar la corrupción en conductas que casi serían la propia definición de corrupción. Hay un retroceso para leer la corrupción», sostienen en el informe.

El balance general respecto a la ola anterior es que el 2020 «una mayoría abrumadora reconocía la corrupción en casos paradigmáticos», como son el «caso de aprovechamiento del cargo público para un beneficio privado (94,8% en 2020)», en »el hecho de pagar para hacerse con una contratación pública (92,5%)», o de «votar a un proyecto para favorecer el hijo» (92,4%). En esta edición los porcentajes caern en el 78%, 78,1% y 74% respectivamente.

Menos honestos que hace dos años

Un 71,2% considera que los catalanes son muy o bastante honestos (78,2% el 2020), mientras que el 28,8% cree que lo son poco o nada. A la pregunta sobre la confianza interpersonal el 63,1% responde que se puede confiar en la mayoría de la gente, mientras que un 19,4% cree que nunca se es lo suficientemente prudente.

Gráfico del Barómetro de la Oficina Antifraude de Cataluña

Respecto a las posibilidades de la ciudadanía de involucrarse en la lucha contra la corrupción no hay mucha variedad respecto al barómetro anterior: un 36% sostiene que puede hacer algo para ayudar a combatir la corrupción. Y lo que se aprecia como más afectivo para luchar contra esta práctica ilícita es la de denunciarlo ante la justicia (35,5%), seguida de un 29,5% que opta por confiar en las elecciones por «candidatos limpios o partidos que prometan una lucha eficaz» contra la corrupción.

El barómetro se publicó este miércoles coincidiendo con el Día Internacional contra la Corrupción, que fue el 9 de diciembre. Se trata de un estudio estudio que recoge datos sobre la percepción de la corrupción en Cataluña, sobre los niveles de transparencia e integridad en las administraciones públicas y sobre actitudes y comportamientos de la ciudadania. Se realiza de manera bianual desde el año 2010 y con ello se pretende mejorar el diseño de políticas públicas en este ámbito, especialmente desde la prevención.

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