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Vox baraja presentar a Abascal tras el rechazo de los históricos del PSOE a liderar la moción

El partido presentará sí o sí la moción de censura contra Pedro Sánchez en enero de 2023, aunque sea su presidente el que tenga que dar un paso al frente

Vox baraja presentar a Abascal tras el rechazo de los históricos del PSOE a liderar la moción

El líder de Vox, Santiago Abascal (c), a su salida de una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados. | Europa Press

Vox seguirá adelante con su moción de censura al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pase lo que pase. El partido que preside Santiago Abascal está teniendo serias dificultades a la hora de encontrar un candidato de consenso: ya dan por descartada la posibilidad de que este sea un histórico dirigente socialista y según ha podido saber THE OBJECTIVE, los prebostes de la madrileña calle de Bambú (donde se ubica la sede nacional) ya se resignan a que es posible que sea el propio Abascal quien tenga que dar un paso al frente, como ya hiciera en 2020.

La apuesta estrella de la formación pasaba por presentar por candidato a un histórico dirigente del PSOE crítico con la dirección actual del partido, por cuanto hubiera retratado a Sánchez y hubiera facilitado el apoyo de Ciudadanos y, sobre todo, Partido Popular, más reacio. Sin embargo, los contactos realizados en este sentido no han dado sus frutos. Tal y como adelantó este medio, ni Joaquín Leguina ni Paco Vázquez fueron consultados, aunque ya expresaron su rechazo a liderar la iniciativa. El propio Iván Espinosa de los Monteros, además, admitió que «el alto coste personal impide que den ese paso».

La otra opción predilecta era, y sigue siendo, la de presentar un perfil independiente -preferiblemente un jurista- perteneciente a la sociedad civil, y que se presente tan solo para convocar elecciones anticipadas. Dentro de esta quiniela figuran distintos nombres, tales como Alejo Vidal-Quadras, Juan Carlos Girauta o Rosa Díez. El ex diputado de UPN Carlos García Adanero, aunque halagado por los rumores, también ha descartado enfrentarse al jefe del Ejecutivo en el Hemiciclo.

Conforme las opciones se van estrechando, desde la formación de derecha dura ya no son tan tajantes a la negativa de presentar a Santiago Abascal a la moción de censura. Una tesitura que no se planteaban hace una semana. La fecha, como ya adelantó este medio, apunta a enero de 2023: después de la Navidad, apurando el tiempo para la ronda de contactos y priorizando la presentación de las listas autonómicas y municipales para los próximos comicios de mayo. Otro asunto que les está suponiendo un quebradero de cabeza por la política de tierra quemada llevada a cabo por su ex secretario general, Javier Ortega Smith, en algunos territorios.

El apoyo de PP y Cs

La apuesta por el presidente de Vox como candidato dificultará el apoyo de Cs y PP. Tanto Edmundo Bal como Alberto Núñez Feijóo ya han expresado su rechazo a esta posibilidad, aunque no han dejado claro el sentido de su voto en este supuesto. Sea como fuere, Abascal aspira a «convencer al mayor número de diputados y partidos posibles», como admitió este sábado en una entrevista concedida a Efe.

En esta, ha sostenido que Partido Popular y Vox coinciden en que hay que «expulsar» a Sánchez y que por tanto están «condenados» a entenderse. Especialmente, dada la situación de «gravedad extraordinaria» que vive el país por el «golpe» del Gobierno a la separación de poderes y la reforma del Código Penal «a la carta» de sus socios «sediciosos y malversadores». Pero lo cierto es que las recetas de ambos partidos para paliar la gravedad de la situación son distintas: los populares han optado por una ofensiva jurídica acompañada de una denuncia ante la Unión Europea, mientras que los políticos a su derecha creen que la única opción que resta es tratar de descabalgar a Sánchez con la medida contemplada en el artículo 143 de la Constitución.

Los preámbulos de esta moción de censura cada vez recuerdan más a 2020. Aquel año sucedió algo similar: Abascal comenzó planteando la posibilidad de presentar a un histórico socialista y terminó dando él el paso, ante la falta de alternativas; con el desenlace por todos conocido. Pablo Casado votó en contra y articuló uno de los discursos más duros que se recuerdan desde el PP hacia Vox acusando a su ex compañero de partido de actuar «sin gratitud» y «con deslealtad» a los populares con una moción que fue «una mentira más de Vox para que Sánchez siga en La Moncloa».

En esta ocasión, la iniciativa de Abascal no provocará un cisma en la derecha, pero es posible que vuelva a quedarse sólo. Una tesitura que, en el fondo, no disgusta en Vox, que podrá seguir presentándose como «la alternativa» al sanchismo.

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