El brutal asesinato de un anciano a su mujer en Zaragoza: «No paraba de darme órdenes»
Según revelan fuentes policiales, el detenido, de 83 años, padece demencia y la víctima, de 80, era quien le brindaba la mayor parte de los cuidados
La investigación está a cargo del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional. | EP
«La he matado porque estaba cansado de que me mandara a todas horas». Fueron las palabras que José Antonio G., de 83 años, pronunció este martes tras confesar a una patrulla de la Unidad Intervención Policial (UIP) que había asesinado a su mujer, María Carmen R., de 80.
Había acabado con ella 18 horas antes, en el piso que ambos compartían desde hacía años, en la calle de San Miguel, en el centro de Zaragoza. Pero no fue hasta el día siguiente, cuando sobre las 10:30 horas, caminando por la Plaza de España, se acercó a la mencionada unidad y les reveló que había matado a su esposa.
Tras detener al anciano, nacido en Argentina y de origen suizo, una patrulla del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se desplazó hasta la céntrica vivienda, donde halló el cuerpo sin vida de la víctima, junto a un reguero de sangre. Fuentes cercanas a la investigación consultadas por THE OBJECTIVE advierten de la gran brutalidad con la que actuó el asesino confeso.
Intentó suicidarse
Cuando los agentes accedieron al interior del piso, no encontraron armas en el escenario del crimen. Poco después, sin embargo, los policías hallaron un martillo, con el que José Antonio G. habría matado brutalmente a su esposa a base de golpes, según evidenciaron los primeros análisis forenses. «Tiene varias partes del cuerpo totalmente destrozadas», aseguran las mismas fuentes. Una de las cuestiones que dilucidará la autopsia es si el asesinó drogó a la víctima antes de acabar con ella.
Los vecinos escucharon gritos y quejidos en el edificio alrededor de las 16:00 horas, pero ninguno de ellos llamó a las fuerzas de seguridad. Una vecina llegó a acercarse a la puerta de la vivienda, en el cuarto piso, y llamó al timbre, pero nadie le abrió. Tampoco avisó a la Policía, según relatan fuentes policiales. Tras cometer el crimen el hombre trató de suicidarse sin éxito en la bañera. Una vez se despertó, decidió salir a la calle para admitir los hechos.
Sin denuncias previas
La delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano, ha confirmado que no existían denuncias previas por maltrato y que el crimen tiene «indicios claros» de ser un asesinato machista. Sin embargo, fuentes de la investigación, a cargo del Grupo de Homicidios de la Jefatura de la Policía Nacional de Aragón, señalan a este periódico que el móvil no está todavía claro.
Al parecer, según los testimonios recabados por la Policía a vecinos y familiares, se trata de un hombre con demencia y, en gran parte, dependiente. Por consiguiente, cabe la posibilidad de que no estuviera en plenas facultades mentales cuando perpetró el asesinato. De hecho, la víctima era quien le brindaba la mayor parte de cuidados. El presunto asesino tenía buena relación con su vecinos y familia. Era padre de tres hijos, aunque de un matrimonio anterior.
Lo que ha llamado la atención de los investigadores, según señalan a este diario, ha sido su «extraña» reacción tras confesar el crimen. El detenido, que está en dependencias policiales y pasará a disposición judicial esta miércoles, permanece impasible, sin tener mucha conciencia de lo ocurrido. Un punto que encajaría también con las primeras palabras del detenido cuando admitió los hechos a primera hora de este martes.
44 víctimas
A falta de confirmación oficial por parte del Ministerio de Igualdad, con esta ascenderían a 44 las víctimas mortales de la violencia machista en 2022 y a 1.177 desde que hay registros en 2003. Se trata de la segunda mujer asesinada por su pareja o expareja en Aragón en lo que va de año, después de que el pasado 14 de septiembre falleciera una mujer de 71 años que había sido brutalmente agredida por su exmarido cuatro días antes en Escatrón (Zaragoza).
