El Gobierno extiende su oferta de nacionalidad española a los otros 94 nicaragüenses
El Premio Cervantes Sergio Ramírez está en esta lista del Gobierno de Nicaragua junto a otros activistas, políticos, religiosos o defensores de Derechos Humanos
El Gobierno de España ha extendido su oferta de nacionalidad española a los últimos 94 ciudadanos nicaragüenses a los que el régimen de Daniel Ortega les retiró la nacionalidad y les acusó de la comisión del delito de «traición a la patria».
Fuentes del Ministerio de Exteriores han explicado que así se lo ha comunicado el ministro, José Manuel Albares, al escritor y político Sergio Ramírez, quien reside en España y se ha dirigido por carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El Premio Cervantes 2017 está en esta lista del Gobierno de Nicaragua junto a otros activistas, políticos, religiosos o defensores de Derechos Humanos, que han sido declarados «prófugos de la Justicia» y a quienes les serán confiscados todos sus bienes y sociedades, pasando a estar en manos del Estado.
El Ejecutivo ha recordado que esta nueva oferta se suma a la anteriormente realizada cuando el ministro de Asuntos Exteriores ya ofreció públicamente la nacionalidad española a los 222 presos políticos expulsados de Nicaragua con destino a Estados Unidos a las que se le despojó su nacionalidad la semana pasada. Según desveló Albares este lunes, varios de ellos ya han iniciado los trámites para venir a España.
«La propuesta del Gobierno de España se hace extensiva a cualquier ciudadano de Nicaragua que en el futuro pueda quedar en situación de apatridia por las decisiones del gobierno de Daniel Ortega», ha aclarado el Ministerio.
El listado incluye al director del diario Confidencial, Carlos Fernando Chamorro; al obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez; la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Vilma Núñez; los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli; la exguerrillera Mónica Baltodano o el exministro de Exteriores Norman Caldera.
El despoje de la nacionalidad de casi cien ciudadanos tiene lugar después de que Nicaragua deportara a Estados Unidos a 222 presos, a quien también dejó apátridas, elevando a 316 los nicaragüenses que han perdido su ciudadanía en menos de una semana.