Indignación médica porque Sanidad no financia el único fármaco de un tipo de cáncer de mama
El Gobierno justifica la decisión de no sufragarlo por «criterios de racionalización del gasto público y el alto impacto presupuestario» que supone
«La Institución en España es una vergüenza», así de contundente se muestra el Dr. Javier Cortés, director del International Breast Cancer Center (IBCC), de Barcelona, que denuncia la tardanza del Gobierno español en hacerse con medicamentos innovadores por una cuestión «puramente económica». Mientras, «pacientes que se están muriendo porque no pueden acceder a ellos».
Es el caso de fármaco Tucatinib. Aprobado por la EMA en febrero de 2021, se trata del primer medicamento que mejora la supervivencia en cáncer de mama HER2 positivo, con o sin metástasis cerebral. Esto es, el único medicamento al que de momento pueden acceder los pacientes para tratar uno de los cánceres de mama metastásicos más agresivos y que ha demostrado una mejora de la supervivencia global.
Sin embargo, el Ministerio de Sanidad, en una respuesta parlamentaria al diputado Pablo Cambronero a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, justifica la decisión de no financiarlo por «criterios de racionalización del gasto público y el alto impacto presupuestario» que supone para el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Cortés, en una jornada con periodistas para concienciar sobre la evolución del cáncer de mama metastásico en los últimos años, también manifiesta que España tampoco tiene acceso al fármaco Abemaciclib. Aprobado por la EMA en marzo de 2021, trata el cáncer de mama metastásico localizado. Sin embargo, los pacientes españoles tampoco pueden acceder a él –mientras que los franceses, por ejemplo, sí– porque el Gobierno ha rechazado sufragarlo por su elevado precio.
En España, 34.750 mujeres serán diagnosticadas de cáncer de mama en 2023, el 30% de los casos desarrollará metástasis, según datos de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico (ACMM). Además, entre un 5 y un 6% de los nuevos diagnósticos se producen en estado metastásico.
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De esta forma, el director del International Breast Cancer Center (IBCC) hace un llamamiento de forma tajante al Gobierno para que incorpore estas medicinas al SNS ya que, paradójicamente, somos el primer país de Europa en cuanto a ensayos clínicos (900 en 2o22), pero a la hora de incorporar los fármacos somos el número 13. En este sentido, indica: «Hay pacientes que se están muriendo porque no pueden acceder a tratamientos que incluso han sido investigados por nuestros profesionales. Esto se tiene que terminar».
Según datos aportados por Industria Farmacéutica, a 1 de enero de 2022 solo estaban disponibles en España 85 de los 160 medicamentos aprobados en la Unión Europea en el periodo 2017-2020, es decir, el 53%. Mientras, en Alemania, este dato es del 92%; en Italia, del 79%; en Inglaterra, del 68%, y en Francia, del 66%. Además, los pacientes españoles tardan 517 días en poder acceder a estos tratamientos, 337 días más que lo que marcan las normas europeas.
«El cáncer de mama metastásico es una realidad que se ha estado ocultando»
2022 ha sido un año revolucionario para la lucha contra el cáncer de mama. El tratamiento de esta enfermedad en la que se pueden presentar distintos subtipos tumorales que son diferentes biológicamente, con características patológicas y pronósticos distintos, se ha visto impulsado por el desarrollo de la medicina de precisión. No obstante, según las últimas cifras publicadas, en 2023 se diagnosticarán en España 35.001 casos de cáncer de mama. Por ello, desde la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico (ACMM), hacen hincapié en la necesidad de hablar de la metástasis: «Una realidad que se ha estado ocultando».
Son palabras de Pilar Fernández, presidenta de la ACMM, quien critica el «discurso de positividad, edulcorando una enfermedad grave». «Al cáncer de mama se le ha llegado a llamar ‘el cáncer bueno’. Parece que tienes un cáncer de mama, lo pasas, escribes un libro y sales vestida de rosa el 19 de octubre. Pero el cáncer no es una enfermedad feliz», insiste, señalando que entre un cinco y un seis por ciento de los nuevos casos y alrededor del 30% de los pacientes diagnosticados previamente con esta enfermedad desarrollará metástasis.
«El cáncer de mama es incertidumbre, es miedo, es ruptura de parejas y es ruina económica para quien no tiene para pagar aquellos fármacos que el SNS no financia», manifiesta Fernández, quien sufre cáncer de mama metastásico desde hace tres años y denuncia que existen fármacos «capaces de prolongar la vida hasta un 76% y no nos llegan» porque el Gobierno no los financia.
50 medicamentos para patologías graves sin financiación
Hasta 50 medicamentos para tratar enfermedades graves y sin otra alternativa similar en el mercado no están financiados por el Sistema Nacional de Salud (SNS), en muchos casos, por «criterios de racionalización del gasto público y el alto impacto presupuestario» para el SNS.
Es el caso del fármaco Vitrakvi, que se utiliza en adultos, adolescentes y niños para tratar tumores sólidos de diversas partes del organismo que están causados por un cambio en el gen del receptor de tirosina quinasa neurotrófico. De esta forma, según ha podido saber THE OBJECTIVE, la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (CIPM), adscrita al Ministerio de Sanidad, ha tumbado recientemente este medicamento que actúa como inhibidor del gen NTRK, que afecta a los sarcomas, pero también a otro tipo de patologías. Por el contrario, Alemania, por ejemplo, sí le ha dado el visto bueno tras llevar mucho tiempo en ensayo clínico. Su coste asciende a más de 32.000 al mes.
Sin embargo, Vitrakvi –como ya contamos en primicia en este periódico– es solo un ejemplo de una lista de 50 medicamentos –a fecha de diciembre de 2022– a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE y que cubren afecciones graves: desde cáncer y enfermedades raras hasta tratamientos para personas con hemofilia o deterioro cognitivo. Es el caso de la Vinpocetina, que trata los síntomas de deterioro cognitivo relacionados con patología vascular cerebral; el Tookad 183, cuyo principio activo es la Pádelifporfina, y que se usa para tratar el cáncer de próstata localizado de bajo riesgo en solo un lóbulo; o la solución inyectable Foscan, que se utiliza para el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello en pacientes que no pueden ser tratados con otras terapias.
Además, del documento se desprende que la mitad de los medicamentos no financiados son húerfanos, es decir, aquellos para tratar enfermedades raras. Como Strensiq, que se usa para tratar una enfermedad hereditaria llamada hipofosfatasia, que pueden sufrir unas 27.000 personas en España y que da lugar a una hipomineralización esquelética y del cemento dental entre otras manifestaciones clínicas; Cometriq, para pacientes adultos con carcinoma medular de tiroides progresivo, irresecable, localmente avanzado o metastásico; Brineura, para tratar a pacientes con la enfermedad lipofuscinosis neuronal ceroidea de tipo 2 (LNC2); Ledaga, que es un tipo de medicamento contra el cáncer de piel denominado «agente alquilante», o Glasdegib, usado como tratamiento para los adultos recién diagnosticados de un cáncer de la sangre llamado leucemia mieloide aguda (LMA) y que suele empeorar rápido si no se trata.
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