Una de cada 100 peticiones para votar por correo el 28-M son de la ciudad de Melilla
La ciudad autónoma concentra el 1% de todo el voto por correo nacional a pesar de contar con un censo de apenas 55.000 votantes
Melilla experimenta estos días el milagro de los panes y los votos. La ciudad autónoma registra los porcentajes más elevados en cuanto a solicitudes de voto por correo cada vez que llega una campaña electoral. En esta ocasión, una de cada 100 peticiones realizadas en España han tenido lugar en la ciudad autónoma. Y eso que apenas cuenta con un censo de 55.000 votantes. La cifra ha alarmado a las autoridades, que investigan un presunto fraude masivo por la compra de papeletas a personas vulnerables. Las últimas decisiones de la Junta Electoral ha desactivado las maniobras.
El servicio postal ha admitido 1.082.030 solicitudes de voto por correo, un 5% más que hace cuatro años. Entonces, además de celebrarse elecciones autonómicas y municipales, también se elegían a los representantes al Parlamento Europeo. Los electores de Melilla han registrado 11.707 peticiones, lo que supone algo más del 1% en España y el 20% del censo local.
La ciudad autónoma ha tenido tantas solicitudes de voto por correo como varias provincias que multiplican su población, como Burgos, Córdoba o Valladolid. La mayor parte de las solicitudes en España, 827.962, se han realizado presencialmente y el resto, 254.068, de forma telemática a través de la web de Correos. Tras la petición se comprueba la inscripción de los demandantes en el censo y las delegaciones provinciales remiten la documentación, que incluye las papeletas y la tarjeta censal.
Sospechas en Melilla
El cartero realiza al menos dos intentos de entrega, que debe recoger al propio interesado. Si no lo consigue, deberá ir a retirarla a una oficina postal. Correos ha reforzado su plantilla con 2.500 personas, que realizarán tareas en las oficinas, de reparto y logísticas. Como medida excepcional, en Melilla se han ampliado los horarios de atención y la oficina estará abierta este sábado hasta las 15.00 horas.
La posibilidad de solicitar esta modalidad de voto finalizó el jueves. Hasta el viernes, solo un millar de melillenses habían depositado la papeleta, lo que representa apenas un 8% de las solicitudes. El resto tiene hasta el 25 de mayo para hacerlo, ya que se ha ampliado un día la fecha límite. Los investigadores calculan que la mayoría no lo hará, especialmente tras la decisión de la Junta Electoral, que exige que se identifique al elector en todas las fases del proceso y en todas las oficinas de Correos del país.
Hasta ahora, según establece la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), bastaba con hacerlo al inicio del proceso y para recoger la papeleta, pero no para depositarla. Un «error del sistema» del que se estaría aprovechando la trama para convencer a personas vulnerables, más proclives a vender la papeleta y su tarjeta censal. «Aquí lo hacen todos. La democracia está secuestrada», reconoce una residente en Melilla a THE OBJECTIVE.
La supuesta red mafiosa no solo pagaba dinero por el voto. La cúpula también prometía empleos públicos e incluso viviendas de protección oficial (VPO) a quienes aceptaban hacer el trabajo sucio, el de intermediario entre el partido beneficiado y los electores. La sombra de la sospecha se cierne especialmente sobre dos partidos, el PP y Coalición por Melilla.
Investigan a Aberchán
«Que 8.000 de los 11.000 votos por correo los hayan solicitado musulmanes es significativo», afirma un residente en la ciudad autónoma. Según adelantó eldiario.es, la Policía Nacional ya investiga al presidente de Coalición por Melilla, Mustafa Aberchán, que no puede presentarse a las elecciones del próximo 28 de mayo. Está inhabilitado tras ser condenado por la compra de votos en 2008.
Una portavoz del partido niega cualquier responsabilidad en los hechos. Pide que se paralicen las elecciones o que, en su defecto, se dejen sin efecto los votos por correo emitidos y comience de nuevo el proceso. El miércoles, el vocal de la Junta Electoral de Zona que propuso Coalición por Melilla se opuso a la decisión mayoritaria de identificar a los electores que iban a depositar la papeleta porque la medida no estaba prevista en la Loreg e invadía competencias del legislador.