El detenido en Torremolinos por matar a su novia admite que asesinó a otra pareja anterior
Aseguró a la Policía que el cadáver de Sibora Gagani estaba oculto entre las paredes del piso en el que convivieron en Torremolinos
La Policía Nacional junto a la entrada de la vivienda de Torremolinos donde se encontró el cadáver de Paula. | Jorge Zapata (EFE)
Marco R., el ciudadano italiano detenido el pasado miércoles como presunto autor de la muerte de su novia, Paula, de 28 años, en Torremolinos (Málaga), ha reconocido que mató a otra pareja anterior que tuvo. Se trata de Sibora Gagani, una joven de origen albanés y nacionalidad italiana desaparecida desde 2014. Su familia sospechó del italiano cuando supo que estaba arrestado.
La confesión de Marco fue espontánea en la comisaría de Torremolinos. Se acababa de negar a declarar ante los agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional por el presunto homicidio de Paula cuando, al salir de su despacho, camino a los calabozos, pasó junto a un tablón de anuncios donde estaba la foto de Sibora Gagani, que fue su pareja hasta el año 2014.
Al ver la imagen, el italiano manifestó verbalmente a los policías que el cadáver de Sibora estaba oculto entre las paredes del piso en el que convivieron en Torremolinos. Incluso se ofreció a llevar a los investigadores al lugar exacto donde había escondido su cuerpo, según ha podido saber SUR.
Sibora Gagani se mudó con Marco a la Costa del Sol en 2011 y desapareció el 7 de julio de 2014, fecha desde la cual su familia, que reside en Italia, no sabe de su paradero.
Marco R., de 45 años, ingresó el pasado sábado en prisión provisional, comunicada y sin fianza por orden del Juzgado número 3 de Torremolinos por el supuesto asesinato de Paula M.C, de 28, que había sido su pareja y con la que seguía conviviendo en el mismo domicilio.
El ciudadano italiano fue arrestado el pasado miércoles por la Policía Nacional por matar supuestamente a cuchilladas a Paula, cuyo cuerpo sin vida fue hallado unas horas antes en el piso que ambos compartían. Los vecinos aseguran que antes se había producido una fuerte discusión entre ambos. La víctima tenía dos hijos y una hija menores de edad, esta última junto a su presunto asesino.
No había denuncias previas por violencia de género entre la pareja, pero la joven había sido usuaria del Instituto Andaluz de la Mujer hace más de tres años. Además, Marco está incluido en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género, conocido como VioGén, por dos relaciones anteriores.
Marco robó el cuchillo con el que la mató seis días antes en el restaurante donde la víctima trabajaba, según han asegurado a EFE fuentes cercanas a la investigación. Este dato confirma, según los investigadores, que el presunto asesino cometió el crimen con premeditación y, aunque se está a la espera de la autopsia final, la mujer sufrió con ese arma blanca sustraída más de una docena de puñaladas.
La mujer había roto con el supuesto asesino por los celos, los malos tratos y porque quería recuperar a sus tres hijos, el más pequeño fruto de su relación con el presunto homicida, y era consciente de que a su lado era complicado debido a su agresividad y los supuestos problemas de drogadicción, señalan a EFE fuentes cercanas al caso.
Fue tras la detención de Marco por el crimen de Paula, cuando los familiares de Sibora sospecharon que él tiene que ver con su desaparición en 2014, cuando la joven tenía 22 años. Al resultar infructuosa la búsqueda de la joven hace nueve años, la Policía llegó a pedir en 2015 la colaboración ciudadana para su localización y la asociación SOS Desaparecidos difundió su imagen para tratar de localizarla.
