La Policía sospecha que la niña raptada por su madre en Zaragoza está en el Donbás ocupado
Fuentes de la investigación revelan las dificultades que atraviesa el caso al no existir ningún tipo de relación diplomática con la zona ucraniana invadida por Rusia
Ha pasado ya más de una semana desde que Alejandro Vaquero vio a su hija Emily, de tan solo dos años, por última vez. Este profesor universitario, oriundo de Zaragoza, denunció el pasado 19 de mayo el secuestro de la pequeña a manos de su mujer, Iryna Palii, de origen ucraniano, con quien estaba en trámites de divorcio. Desde entonces, la Policía Nacional investiga el paradero de ambas, aunque sospecha que la madre habría huido del país rumbo a Ucrania, en concreto a la zona del Donbás, ocupada por Rusia, según revelan fuentes del caso a THE OBJECTIVE.
Iryna Palii, de 35 años, es oriunda de la citada región, sumida en un conflicto armado desde el año 2013 entre Ucrania y Rusia, indican las mismas fuentes. Con lo que los agentes creen bastante posible que la pequeña pudiese estar allí con la madre. El padre, de hecho, ha mostrado desde el primer momento su temor a que esto último hubiese podido ocurrir, razón por la que denunció la sustracción de la menor el mismo día que llegó a casa y no encontró ningún rastro de su esposa ni de su hija.
«Solo espero que la rapidez con la que se tramitó la denuncia le impida llevar a cabo sus planes, sean cuales sean. Ojalá no le haya dado tiempo a llevársela lejos», se lamentaba el pasado lunes Alejandro Vaquero, en declaraciones a medios locales. El zaragozano fue a recoger a su hija a la guardería sobre las 15.30 y después fueron juntos al parque. A las horas, se presentó allí Iryna requiriéndole a la niña para llevarla a un cumpleaños. Una fiesta que, según pudo comprobar más tarde, no existía. La ucraniana aprovechó para hacer las maletas y marcharse con su vástaga.
«La relación con las autoridades es nula»
«Si están allí, será realmente difícil que vuelvan», revelan fuentes de la investigación a este periódico. En estos casos, explican, solo se pueden interponer órdenes de búsqueda nacionales e internacionales para las dos e informar a las autoridades del país al que ha podido marchase. «Al ser una zona ocupada por Rusia en Ucrania, esto último es prácticamente imposible porque las relaciones son nulas, se pierde la pista…».
«Esto es como si se hubieran ido a Argelia. Ni siquiera existe un acuerdo de extranjería, como para que detengan a alguien por un delito de sustracción de menores…», apuntan fuentes policiales. También cabe la posibilidad de que la madre pudiese haber llevado a la pequeña Emily a EEUU. El matrimonio residió allí por la profesión de Alejandro, tiempo en el que nació la menor, por lo que cuenta con pasaporte estadounidense.
Patria potestad de la niña
Por ahora, el Juzgado de Familia ha concedido la guardia y custodia de Emily al padre, así como el ejercicio en exclusiva de la autoridad familiar sobre la misma, según publicó El Heraldo de Aragón. Una vez presentó la denuncia por el secuestro de la menor, Alejandro Vaquero solicitó al juez varias medidas, entre ellas la prohibición de que la menor saliese del país, que también ha admitido la autoridad judicial.
Además de esto, el juzgado ha desestimado establecer cualquier tipo de visitas para la madre, un extremo que podría cambiar una vez se localizasen a las mismas. Aunque siguen trabajando en el caso, rastreando los últimos movimientos de la ucraniana, los investigadores auguran pocas esperanzas de que ambas puedan regresar a España: «Es poco probable que vuelvan».
La pareja llevaba casada 10 años pero, según ha contado el padre, atravesaban desde hacía un tiempo una crisis en su relación. Él le propuso el divorcio, una opción que Iryna rechazó. Poco después, tanto ella como su hija han desaparecido del mapa sin que se hayan llegado a establecer medidas en la custodia de la menor.