El País Vasco tirará de agentes en prácticas para proteger el Tour ante la rebelión de los ertzainas
El Gobierno vasco incluirá a agentes en prácticas en el dispositivo del evento ante la posibilidad de que gran parte de los ertzainas se nieguen a cubrirlo
El tiempo corre y al Gobierno de Iñigo Urkullu no le salen las cuentas. La rebelión que el mes pasado iniciaron miles de agentes de la policía autonómica para reclamar una negociación del convenio colectivo tras 12 años sin revisarlo, y con la que estos ertzainas pretenden boicotear el dispositivo de seguridad para el Tour de Francia —previsto en Bilbao, donde se iniciará la salida, y otras zonas del País Vasco a principios de julio— ha obligado a la Consejería de Seguridad vasca a repensar el operativo en el que llevan varios meses trabajando para blindar el evento deportivo.
Ante la posibilidad de no presentarse si son convocados para cubrir el Tour, tal y como han ido advirtiendo en las últimas semanas estos agentes, la cúpula de la Ertzaintza ha decidido contar para el dispositivo con agentes de la nueva promoción del cuerpo vasco, que por esas fechas continuarán con su formación en la Academia Vasca de Policía y Emergencias, según confirman fuentes policiales a THE OBJECTIVE. En otras palabras, la seguridad estará integrada por alumnos en prácticas, especialmente en cruces, intersecciones y rotondas por donde pase el pelotón de ciclistas.
La previsión, según explican fuentes policiales, es que estos últimos, divididos en distintos grupos, «estén tutorizados por otro ertzaina con experiencia las siete horas que dure el dispositivo en la capital vasca». La Ertzaintza, relatan estas mismas fuentes, ha creado una lista para que los policías puedan apuntarse de manera voluntaria. «Los agentes en prácticas no pueden formar parte de un dispositivo de esta magnitud, pero al Gobierno le da igual, han admitido ya que cuentan con ellos», critican estos policías, aunados bajo la plataforma ‘Ertzainas en lucha’.
Operativo de 1.000 agentes para el Tour
El Gobierno vasco ultima un operativo policial que incluye 1.000 agentes, 70 motos y tres helicópteros. Un despliegue sin precedentes puesto que, además de la salida en Bilbao, la Ertzaintza deberá encargarse de la seguridad de las tres etapas siguientes en las que los ciclistas profesionales recorrerán 500 kilómetros de geografía vasca, con todo el control del tráfico que eso conlleva. Un dispositivo que este grupo de miles de agentes pone en duda por las deficiencias que sufre el cuerpo autonómico. «No solo es la falta de medios materiales, también humanos, tenemos un déficit de entre 500 y 600 agentes», denuncian.
«Estamos seguros que desde el Gobierno Vasco se ha ofrecido a la organización del Tour una imagen de solvencia, experiencia, responsabilidad y saber hacer a la hora de hacerse cargo de grandes eventos. Y puede ser que antaño fuera cierto, pero la verdad es que la calidad de los servicios ofrecidos por la policía del País Vasco no ha hecho más que decaer en los últimos años. No precisamente por la falta de profesionalidad de sus integrantes, sino por la inacción de su gobierno a la hora de afrontar una modernización y mejora continua que el colectivo reclama desde hace años», denuncia este movimiento policial.
Entre las pruebas que ofrecen, está el hecho de que los motoristas —los agentes de tráfico que tendrán que que cubrir el recorrido de cada una de las tres etapas del Tour que se celebrarán en territorio vasco— «ni siquiera tienen casco de protección para todos». «Muchos están caducados y deben prestárselos entre compañeros», critican. Tampoco tienen en condiciones óptimas decenas de vehículos. De hecho, las instantáneas que encabezan este artículo revelan el aspecto de distintos coches, en los que no hay asientos, el cambio de marchas está dañado o en los que se tiene que cerrar el maletero con unas esposas.
Protesta frente al Parlamento
Este jueves, alrededor de 2.000 ertzainas volvieron a reclamar mejoras laborales frente a la sede del Parlamento Vasco. Buscan, según denuncian, la equiparación salarial con los policías locales, motivo por el que exigen una subida de 1.100 euros en la nómina, después de 10 años en los que el Gobierno no ha actualizado su salario. Entre tanto, también piden cobrar las horas extra; un aumento de los pluses por nocturnidad; cursos de ascenso y formación, y poner límites a la permanencia en las especialidades del Cuerpo.
‘Ertzainas en lucha’ comenzó siendo un pequeño grupo ‘asindical’ que compartía sus inquietudes sobre el trabajo en las redes sociales hace poco más de un mes. Poco después, se ha convertido en todo un movimiento policial: la plataforma cuenta incluso con un rap para difundir sus reivindicaciones. Convocaron la manifestación al margen de los sindicatos, a quienes acusaron de estar «anestesiados» por el Ejecutivo vasco, y casi 4.000 agentes acudieron a la cita. Ahora tratan de retomar el diálogo con las organizaciones policiales. Según cuentan a este periódico, estos últimos se han negado a recoger las mejoras que les han propuesto en las reuniones. Hasta ahora, el Ejecutivo vasco solo se ha reunido con los sindicatos para negociar el convenio.