Mandos policiales estallan contra Interior por la muerte en Andújar: las 'táser' siguen en un cajón
Fuentes policiales defienden que el uso de estas armas podría haber evitado la tragedia en el municipio jienense. Marlaska solo ha repartido un 8% de ellas
Enfado entre los jefes policiales por el retraso en el reparto de las pistolas táser entre las plantillas de Policía Nacional. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el malestar reina entre algunos mandos porque un año y medio después de que el Ministerio del Interior adquiriese 1.000 armas de descarga eléctrica por un valor de dos millones de euros, la mayoría sigue en un cajón. Solo se han distribuido un 8% (80), y ninguna se ha usado hasta la fecha, indican fuentes policiales.
El uso de estas armas es un reclamo desde hace años de la cúpula policial y de los sindicatos; y ahora, tras la tragedia en Andújar (Jaén), ha resurgido con más fuerza. Las fuentes sostienen que el uso de estas armas de descarga eléctrica podría haber evitado el fallecimiento del agente de Policía en el municipio jienense. Este último perdió la vida tras recibir un disparo accidental de otro compañero cuando era atacado por el agresor, un hombre con problemas mentales que también fue abatido.
Distintas fuentes policiales explican que el agente, a quien la Policía investiga por mala praxis, dudó en usar el arma reglamentaria hasta el último segundo porque sabía que «si disparaba después podía enfrentarse a un problema». Por este motivo, señalan, eligió portar la defensa extensible en la mano derecha y la pistola en la derecha. Sin embargo, cuando el agresor se le echó encima, armado con un cuchillo y un martillo, fue cuando se efectuó el disparo alcanzando a la víctima, situada metros por detrás.
La compra de las táser se oficializó en 2019. De este modo, la empresa adjudicataria entregó a la Dirección General de la Policía 300 unidades en octubre de 2020, idéntica cantidad en julio de 2021 y una tercera entrega de 400 en el primer trimestre del año pasado. Solo fue a principios en 2022 cuando el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska decidió distribuir algunas de estas armas entre la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, las jefaturas superiores y el Grupo Especial de Operaciones (GEO).
Sin presupuesto para cursos
«El cabreo que hay es inmenso», insisten las fuentes consultadas. Según explican, este tipo de pistola se está convirtiendo «en el arma reglamentaria de numerosas policías de todo el mundo porque el nivel de seguridad que aporta a los agentes es muy alto». Los incidentes se reducen considerablemente, explican. En España, sin embargo, «la Dirección General ha decidido comprarlas, pero no usarlas. Es un despropósito», critican.
Al parecer, indican las mismas fuentes, Interior se excusa en que «no hay presupuesto para que los policías realicen los cursos de formación para su empleo». Además, aseguran que el departamento de Grande-Marlaska no adquirió la munición necesaria, pero sí «1.050 micro-cámaras para controlar el uso de un arma que jamás se ha empleado». Frente a este cuerpo, otros como los Mossos d’Esquadra, la Policía Foral o la Ertzaintza, así como algunas policías locales, usan y disponen de estos artefactos desde años.
Andújar
Los hechos por los que ahora se investiga al agente que disparó contra el atacante, causando la muerte de su compañero, se produjeron el pasado domingo en Andújar. El agresor, armado con un martillo y un cuchillo de grandes dimensiones, se encontraba en la puerta del domicilio de un guardia civil, al que quería agredir por supuestamente no haberle hecho el favor por el que le había pagado previamente. Los vecinos, testigos de todo lo que ocurría, dieron aviso al 112 y a los minutos llegó una patrulla de Policía Nacional.
Al llegar al lugar, uno de los agentes, sentado en el lado del copiloto, sale del vehículo y acto seguido, el agresor se abalanza contra él. Ante lo que el policía sale corriendo, marcha atrás, para evitar lesiones. El hombre continúa corriendo hacia el agente y este último, en cuestión de segundos, decide coger la defensa extensible con la mano derecha y el arma con la izquierda. De pronto, tropieza al ir de espaldas, dispara el arma y el agresor se le echa encima.
Al caer, y tras tener el arma montada, el policía dispara, pero la bala alcanza accidentalmente al compañero, situado metros por detrás. Según ha publicado Efe, el proyectil rebotó primero en el bolsillo del agresor, donde llevaba unas monedas. Tras recibir el impacto, la víctima se retira y el hombre armado y el compañero del agente fallecido continúan forcejeando en el suelo. Le clava un cuchillo en la espalda y le propina un golpe con el martillo en la cabeza.
Tras esto, según puede advertirse en los vídeos del suceso, el agresor se levanta y el agente, segundos después, le sigue por la calle, apuntándole con el arma. Al final, también hay dos agentes de la Policía Local de Andújar, que le apuntan con la pistola. El hombre armado sigue caminando, titubeando, mientras los agentes intentan cerrarle el paso hasta que finalmente cae al suelo, según las primeras hipótesis policiales, por las heridas sufridas. La Policía sostiene ahora que tanto el agente como el hombre armado murieron por el impacto de la misma bala. En cualquier caso, los investigadores aún tratan de esclarecer todo lo que ocurrió.