La Policía investiga por mala praxis al compañero del agente muerto en Andújar
La Policía sopesa condecorar al agente fallecido tras intentar auxiliar a su compañero, cuyo disparó acabo con la vida del primero por accidente
La Policía Nacional mantiene abiertas dos investigaciones sobre el tiroteo en el que murió un agente en la localidad de Andújar (Jaén). Una de las pesquisas está en manos de la unidad de la Brigada de Policía Judicial de Jaén que levantó atestado de lo ocurrido el pasado domingo. Busca esclarecer si el fallecimiento del agente se debió al disparo accidental de un compañero, que podría llegar ser investigado por homicidio imprudente o mala praxis policial en un juzgado de instrucción, según informan fuentes conocedoras del caso a THE OBJECTIVE.
La otra investigación sobre el suceso, de carácter interno, está en manos de la Unidad de Régimen Interno de la Policía Nacional. Sus integrantes barajan ya dos opciones opuestas, pero compatibles. Por un lado, la concesión de una medalla al mérito policial al agente abatido por intentar salvar a un compañero. Prácticamente se da por hecho. Por el otro, la Unidad de Régimen Interno del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) estudia la posibilidad de abrir expediente sancionador al agente cuyo disparo pudo haber provocado la muerte de su compañero.
Las mismas fuentes señalan como poco probable que este agente, todavía hospitalizado por las heridas, acabe siendo sometido a un doble castigo, por lo que la decisión de la Unidad de Régimen Interno podría estar condicionada por el resultado de la investigación la Policía Judicial de Jaén. En ambos casos, se plantea la hipótesis de la mala práxis policial como la principal línea de las pesquisas. Explican las mismas fuentes que ante la amenaza de un sujeto armado con un cuchillo, como ocurrió en Andújar, cualquier agente debe disparar en cuanto la distancia de seguridad entre el policía y el agresor sea inferior siete metros. Cuando acabó disparando desde el suelo, además, su compañero ya se había metido en la línea de tiro.
Los hechos
Los hechos se produjeron en la mañana del domingo en la calle Las Monjas del citado municipio jienense. El agresor, Andrés Moya, armado con un martillo y un cuchillo de grandes dimensiones, se encontraba en la puerta del domicilio de un guardia civil, al que quería agredir por supuestamente no haberle hecho el favor por el que le había pagado previamente. Los vecinos de la calle, testigos de todo lo que ocurría, dieron aviso al 112 y a los pocos minutos llegó al lugar una patrulla de Policía Nacional.
Uno de los agentes, sentado en el lado del copiloto, sale del vehículo y acto seguido el agresor se abalanza contra él. Ante lo que el policía sale corriendo, marcha atrás, para evitar lesiones. El hombre continúa corriendo hacia el agente, y este último, en cuestión de segundos, decide coger la defensa extensible con la mano derecha y el arma con la izquierda. De pronto, tropieza al ir de espaldas, dispara el arma y el agresor se le echa encima.
Al caer, y tras tener el arma montada, el policía dispara, pero la bala alcanza accidentalmente al compañero, situado metros por detrás. Según ha publicado Efe, el proyectil rebotó primero en el bolsillo del agresor, donde llevaba unas monedas. Tras recibir el impacto, la víctima se retira y el hombre armado y el compañero del agente fallecido continúan forcejeando en el suelo. Le clava un cuchillo en la espalda y le propina un golpe con martillo en la cabeza.
Tras esto, según puede advertirse en los vídeos del suceso, el agresor se levanta y el agente, segundos después, le sigue por la calle apuntándole con el arma. Al final de la misma, también hay dos agentes de la Policía Local de Andújar, que le apuntan con la pistola. El hombre armado sigue caminando, mientras los agentes intentan cerrarle el paso. De pronto, se escuchan dos detonaciones, el agresor se tambalea y el policía se echa encima de él.
Investigan la muerte del agresor
Al parecer, según publica Efe, fue el policía quien efectuó esos dos disparos, pero solo con el objetivo de reducirlo. Según las primeras pesquisas, la Policía descarta que esos dos proyectiles le causaran la muerte. Los investigadores creen que la bala que impactó contra el agente y le causó la muerte, también lo hizo contra el agresor. Razón por la que, al final de las imágenes, camina sangrando ya de las heridas recibidas.
La principal hipótesis sostiene que el compañero del agente fallecido habría efectuado dos disparos, el primero habría atravesado al agresor y causado la muerte al policía. El segundo sería el que habría impactado contra una moneda y rebotado después en la fachada de un edificio.
Otras fuentes consultadas por este periódico, no obstante, apuntan a que esos dos impactos sí habrían causado la muerte de Andrés Moya. Y que, de ser así, supondrían una actuación irregular por parte del funcionario, puesto que en ese momento el agresor no suponía un peligro y estaba rodeado ya por varios agentes. En cualquier caso, la Policía sigue tratando de esclarecer todavía estos hechos.