La Guardia Civil cree que el robo de las joyas de la boda de Tamara Falcó fue por encargo
Los investigadores filtran los registros de ventas de joyerías, así como de casas de empeños para dar con su paradero
La Guardia Civil sospecha que la sustracción de las joyas, valoradas en dos millones de euros, que iban a ser destinadas a algunas invitadas de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, fue, en realidad, un robo por encargo. Es decir, que los tres ladrones que asaltaron a punta de pistola a los tres joyeros, en un vehículo en el kilómetro 24 de la A-6, a la altura de Las Rozas (Madrid), ya habían pactado previamente con un tercero la venta de ese preciso botín, y planearon con varias semanas y total minuciosidad cómo iban a perpetrar el robo.
Es algo común en atracos de este «nivel», en que lo sustraído, sobre todo cuando se trata de joyas, tiene un valor millonario, revelan a THE OBJECTIVE fuentes cercanas a la investigación. En concreto, estas alhajas, de la empresa Del Páramo Vintage, estaban compuestas por decenas de piedras preciosas. Se trataba, en su mayoría, de pendientes y gargantillas para distintas asistentes al enlace de la hija de Isabel Presley, que tendrá lugar el próximo 8 de julio.
Los investigadores creen que los ladrones estaban muy profesionalizados en el robo de joyas de alta gama por cómo idearon su ataque. Cabe destacar que los tres ladrones simularon ser guardias civiles, iban armados y tenían planeado incluso el momento exacto en el que actuar: en ese punto kilométrico, los atracadores podían huir hasta por tres carreteras distintas.
Ante esto, la Guardia Civil está filtrando los libros de registros de ventas de otras importantes joyerías, al igual que los de otras casas de empeños donde «los atracadores suelen ‘meter’ el material robado», indican las mismas fuentes. No obstante, tampoco descartan que pueda haberse vendido en el extranjero. De hecho, los ladrones más profesionales suelen desengastar las piezas para venderlas posteriormente en el mercado negro, según indican fuentes expertas en este ámbito.
Un chivato
Por otro lado, los agentes que lideran las pesquisas también sospechan que los delincuentes pudieron contar con información privilegiada sobre la transacción, el viaje y las medidas de seguridad de los tres hermanos vallisoletanos que habían acudido a Madrid a mostrar las joyas a sus clientes, según informa Abc.
Se trata de una hipótesis que refuerza la idea de la profesionalización de la banda criminal, pues habría contado con un ‘chivato’ del entorno de los empresarios que, al igual que los ladrones, también se habría repartido parte del botín. Después del atraco, además, la Guardia Civil encontró el vehículo que habían utilizado para atracar a las víctimas aparcado en un descampado de Majadahonda, por lo que habrían recibido ayuda de otros implicados para huir del lugar.
Los hechos
Los hechos se produjeron sobre las 21.30 horas del pasado jueves, en una vía de servicio de la autovía de La Coruña, en el kilómetro 24. Los ladrones, que se hicieron pasar por agentes del Instituto Armado, obligaron a los tres empresarios, que se dirigían a Valladolid —donde tienen uno de sus negocios— a desviarse en la carretera para sustraerles en el mencionado punto el botín.
Vestidos con un chaleco de la Guardia Civil y armados con un hacha y una pistola, obligaron a las víctimas, hijos de los fundadores de la empresa, a entregarles el maletín donde guardaban las joyas de alto valor. Uno de ellos les pinchó las ruedas con el hacha mientras que otro realizó varios disparos al aire con el arma.
En un primer momento, trascendió que las alhajas pertenecían a la novia, Tamara Falcó. Un extremo que desmintió la propia firma horas después: «En relación a las joyas sustraídas, nos vemos en la obligación de desmentir que fueran para Tamara Falcó», escribió el establecimiento en Instagram. En cualquier caso, fuentes del Instituto Armado confirman a este periódico que las joyas sí iban a prestarse a invitadas del mencionado enlace y que las mismas están valoradas en torno a los dos millones de euros.