La llegada a Canarias de mil inmigrantes en solo siete días pone la puntilla al giro del Sáhara
La inmigración irregular en España crece por primera vez respecto a 2022 pese a los acuerdos con Rabat
La estancia vacacional del presidente Sánchez junto a su familia en la residencia oficial de La Mareta, en Teguise (Lanzarote), coincidió la semana pasada con el mayor repunte migratorio que ha vivido el Archipiélago canario en lo que llevamos de año. La llegada de 1.000 personas, la mayoría procedentes de Marruecos, en solo siete días se ha traducido en un incremento de la inmigración del 79% durante la primera quincena de agosto respecto al año pasado. En lo que llevamos de mes, 1.356 magrebíes han llegado a las costas canarias, frente a las 758 que llegaron en el mismo periodo de 2022, según las últimas estadísticas del Ministerio del Interior.
La primera semana del mes apenas registró llegadas irregulares. Salvamento Marítimo interceptó a 232 personas intentando arribar a la comunidad autónoma. Desde el pasado lunes 7 de agosto, no obstante, los flujos migratorios se dispararon con la llegada de una veintena de cayucos, muchos de ellos con centenares de inmigrantes, al Puerto de Arguineguín (Gran Canaria), Gran Tarajal (Fuerteventura), La Restinga (El Hierro) y Granadilla de Abona (Tenerife). En 72 horas, llegó medio millar. El viernes por la noche la cifra ya alcanzaba los 887, y dos días más tarde, llegaban otros 111 ciudadanos africanos a bordo de dos pateras.
La llegada de la última barcaza a la isla tinerfeña casi rozó la tragedia: 22 de los 58 pasajeros tuvieron que ser trasladados al hospital, donde la mayoría este martes sigue ingresado. El servicio de emergencias salvó la vida de uno de los viajeros ya en tierra tras entrar en parada respiratoria. Cabe recordar que, a finales de junio, la ruta canaria se cobró la vida de un menor y de una treintena de pasajeros tras naufragar una embarcación, con 60 personas a bordo, que había zarpado de Cabo Bojador (Sáhara). Un accidente que todavía investigan las autoridades, puesto que los servicios de emergencias marroquíes tardaron más 12 horas acudir a la zona del rescate, a 100 kilómetros de la costa del Sáhara Occidental.
La inmigración total crece un 3,3%
El repunte migratorio de los últimos días ha evidenciado el fracaso de los acuerdos en control migratorio que el Gobierno de Pedro Sánchez firmó con Mohammed VI en la primavera de 2022. Un desenlace que ya se auguraba hace semanas. A finales de julio ya llegaban más pateras a España que antes del acuerdo para el giro del Sáhara Occidental. Ahora, las estadísticas del departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska revelan que la inmigración irregular total ha crecido un 3,3 respecto al año pasado. La primera vez desde que Madrid y Rabat rubricaron sus compromisos. Hasta la fecha, 18.745 inmigrantes han llegado a territorio español.
Si bien es cierto que en Canarias la recepción de migrantes ha descendido un 4,7% por debajo respecto a 2022, la llegada de pateras ha sido constante en los últimos meses: 9.864 personas han llegado hasta las costas a bordo de 188 embarcaciones. La oleada de pateras de la ultima semana, entre tanto, ha supuesto el 13,7% de todos los migrantes interceptados desde enero. Una situación que ha generado las primeras fricciones entre el recién estrenado Gobierno canario y el Ministerio del Interior.
Tensión entre gobiernos
La recepción masiva de inmigrantes llevó a «estresar» los sistemas de acogida en islas como Lanzarote, que recibió durante la pasada semana a medio millar de personas, según precisó la delegada del Gobierno, Teresa Mayans. Lo que llevó al vicepresidente del Ejecutivo canario, Manuel Dominguez, a criticar la falta de medios técnicos y humanos para el rescate de los inmigrantes de la Guardia Civil, que dependen del Ministerio del Interior.
Desde el área de Grande-Marlaska, no obstante, acusan al Gobierno insultar de «querer aprovecharse políticamente de la tragedia humana» de la inmigración por mar, cuando, ha descendido. Según mantienen desde este departamento, los acuerdos bilaterales con los países de origen han reducido hasta un 40% las llegadas.
La ruta de Nador
Donde más crece la llegada de inmigración es en la costa de Andalucía y Baleares, en concreto, un 37,1% respecto al mismo periodo del año pasado. Hasta hoy, 8.068 personas procedentes de Marruecos y Argelia, han llegado a estas regiones a bordo de 634 embarcaciones. Según indican fuentes policiales, la zona de Algeciras y Almería son las que están recibiendo más presión migratoria en las últimas semanas, en parte por la ruptura de relaciones entre el país argelino y España tras el acuerdo del Sáhara.
Esta ruta migratoria se ha reactivado desde principios de este año. Tanto es así que más de un millar de migrantes marroquíes han llegado a Almería en lo que va de 2023. Estos recorridos vía lancha, custodiados por las mafias, parten de la región de Nador y varias playas cercanas a la localidad de Alhucemas, y terminan en la costa andaluza que va desde Motril hasta la capital almeriense, según las fuentes consultadas por este diario.