Albares pide a Irán la liberación del español Santiago Cogedor, detenido hace un año
El ministro tilda de «inaceptable» la represión que ejerce este país contra las protestas por la defensa de derechos
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, José Manuel Albares, ha reclamado este miércoles la liberación del español Santiago Cogedor, encarcelado en Irán desde hace un año por cargos que no han sido desvelados. Albares ha hecho esta petición durante un acto en Madrid con motivo del 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el que ha censurado un «retroceso insoportable» de los derechos de las mujeres y las niñas en países como Irán o Afganistán.
«Aprovecho para exigir una vez más la liberación por parte de Irán de Santiago Sánchez, injustamente retenido en ese país desde hace más de un año», ha afirmado el jefe de la diplomacia española durante su intervención, calificando a su vez de «inaceptable» la represión que ejerce el país contra las protestas por la defensa de los derechos y libertades de las mujeres.
Santiago Sánchez Cogedor fue arrestado a principios de octubre de 2022 cuando se dirigía a pie a Qatar para ver el Mundial de Fútbol. Su detención se produjo en medio de las protestas en Irán tras la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia tras haber sido arrestada presuntamente por llevar mal el velo islámico. Precisamente, el arresto del español se produjo tras visitar la tumba de la joven.
Arresto de la española Ana Baneira
Por esas mismas fechas también se produjo el arresto de la española Ana Baneira, quien presuntamente había participado en una de las protestas que se estaban llevando a cabo en el país, si bien la activista fue liberada a finales de febrero. Entonces, el ministro prometió que no escatimaría esfuerzos para lograr también la liberación de Santiago Sánchez, pero advirtió que para conseguirlo era necesaria la máxima discreción, sin que desde entonces se hayan conocido avances.
Fuentes diplomáticas han asegurado a Europa Press que tanto el ministro como el embajador español en Teherán, Ángel Losada, han seguido insistiendo en estos meses en la necesidad de su puesta en libertad y el joven ha recibido visitas consulares periódicas.
España a la vanguardia de los derechos
Por otra parte, Albares ha defendido que España se sitúa «a la vanguardia» del reconocimiento y la protección de los Derechos Humanos. En su opinión, el país ha avanzado en un ordenamiento jurídico «ambicioso en la protección de derechos» tras la aprobación del segundo Plan Nacional de DDHH de España el pasado mes de junio y que tiene un horizonte de cinco años.
Concretamente, ha mencionado la Conferencia de Alto Nivel sobre el Envejecimiento celebrado en Lugo, el impulso de los derechos en las plataformas digitales o la creación de la tarjeta de discapacidad europea. Todas ellas son iniciativas que marcan la Presidencia de España del Consejo de la UE y la de una Europa «de más derechos y de nuevos derechos».
«Es una nueva generación de Derechos Humanos que se está gestando en estos mismos momentos, que busca preservar y adaptar las anteriores conquistas en materia de libertad, de igualdad, de dignidad, al nuevo entorno en el que vivimos todos, un entorno tecnológico, digital, de comunicaciones, a la amenaza existencial que representa el cambio climático, también para el beneficio de los Derechos Humanos», ha sostenido el ministro en su intervención.
Así las cosas, ha reivindicado que el programa y las prioridades de la Presidencia española «se han vertebrado» en torno a la defensa de «una Europa ciudadana» en la que los derechos de cada ciudadano y de cada ciudadana estén garantizados. «Una Europa inclusiva, cercana, que defienda también estos derechos en todo el mundo», ha agregado.
La Declaración, «piedra angular» del sistema
En el 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el titular de Asuntos Exteriores en funciones ha ensalzado el texto por tener «más vigencia que nunca», calificando la declaración como «una piedra angular del sistema internacional» que España y la Unión Europea quieren defender y seguir construyendo.
«(Un sistema) basado en reglas, en los valores de Justicia, de libertad, de dignidad que durante tantas décadas nos ha permitido aquí en Europa vivir en paz y seguir prosperando», ha añadido. Ha resaltado la necesidad de adaptar la declaración firmada hace 75 años ante los «grandes retos» como el cambio climático o la revolución digital y tecnológica.
También se ha congratulado de que, pese a «los ataques a las democracias», las amenazas a las desigualdades o el cuestionamiento «sin precedentes» del orden internacional basado en normas y derechos, España y su Gobierno «siempre estarán en la defensa de los Derechos Humanos».