THE OBJECTIVE
Entrevista

Gerardo Cuerva: «La amnistía es partidista, cortoplacista y no obedece al interés general»

El presidente de Cepyme nos recibe en su despacho para analizar la situación de incertidumbre política y económica

A Gerardo Cuerva, la situación política le recuerda a los hechos acontecidos en torno al 1 de octubre de 2017, que supusieron un grave problema para España y para Cataluña, de donde salieron unas 4.000 empresas que, según reitera el presidente de Cepyme y vicepresidente de CEOE, no han vuelto todavía. Buen conocedor del tejido empresarial español como tercera generación de un grupo de empresas familiares, a la que se acaba de incorporar ya la cuarta generación, advierte contra las medidas que ha anunciado el presidente Pedro Sánchez, para seguir aumentando el Salario Mínimo (SMI), ya que lo considera una «intervención» que lastra el sistema económico. Con respecto al aumento de las pensiones, Cuerva sugiere que si los gobernantes no se lo toman en serio y aplican una reforma consensuada con vistas a futuro, el sistema reventará «hoy, mañana o algún día».

PREGUNTA.- Pedro Sánchez acaba de esbozar su proyecto de país, el que pretende poner en marcha si es investido presidente: convivencia y avances sociales. Empezando por la convivencia, el presidente no menciona la amnistía, sí la generosidad…¿Cómo interpreta ese plan y los efectos que pueden tener en la sociedad?

RESPUESTA.- Lo he dicho y lo vuelvo a repetir, la amnistía contemplada en este momento no obedece a un interés general y de alguna manera quiebra la seguridad jurídica. Además, creo que rompe ese marco establecido desde el año 1978, que tanto progreso ha traído a nuestro país. Es una decisión partidista, cortoplacista, que no obedece al interés general. Me parece que no es el marco adecuado para esa estabilidad y seguridad jurídica que necesitan los países y, en este caso, el sistema económico.

«De Cataluña salieron 4.000 empresas y no han vuelto»

P.- ¿Cree que una medida como esta puede facilitar que esos miles de empresas que se fueron de Cataluña en torno al 1-O vuelvan a establecerse allí?

R.- Desgraciadamente, estamos volviendo a reproducir el pasado, que fue muy lesivo para Cataluña, principalmente, y para el resto de España. De Cataluña salieron más de 4.000 empresas. Parece que nos estamos remontando al año 2017, cuando esas 4.000  empresas se fueron, pero no han vuelto. Realmente, ese es el problema serio. Y no es un problema de Cataluña, sino de España. Afecta y ha afectado mucho a Cataluña, porque allí no todas las empresas son grandes, ni deslocalizan su sede de forma rápida, ni todas son microempresas, en la cual su economía depende de su entorno más directo, su barrio. Hay mucha pequeña y mediana empresa que no está en ninguna de esas dos situaciones. Hay que defender esa empresa, hay que defender a Cataluña, a los catalanes. Crear un sistema de inseguridad y volver a transitar por lo que ya pasó en el año 2017… Todos hemos visto las consecuencias. Y yo huyo de ello. Creo que España y Cataluña no necesitan eso.

P.- Volver a 2017 sería volver a un referéndum. Parece que no estamos en ese punto. Sí ,en cambio, en el de una amnistía que se está negociando y que ya veremos cómo se concreta…

R.- Ante la amnistía, mi respuesta es clara y evidente. La he dicho y la vuelvo a repetir tantas veces como sea necesario. Yo no sé qué es lo que tiene en su cabeza el presidente. Lo único que sé es que esta inestabilidad que estamos viviendo me está recordando lo sucedido en el año 2017 en Cataluña. Y las consecuencias son claras: 4.000 empresas que se han ido, que no han vuelto y una situación muy complicada. No volvamos allá.

P.- Usted conoce bien el tejido empresarial… ¿Esas empresas podrían volver con una medida basada en la «generosidad» que invoca Pedro Sánchez?

R.- No conozco la medida, ni conozco la voluntad o no de las empresas. Lo que sí digo es que la inestabilidad y la inseguridad jurídica provocan lo que sucedió en el año 2017. Y eso es lo que digo hoy y advierto: si transitamos por los mismos derroteros que el año 2017, difícilmente no tengamos las mismas consecuencias. Hacer lo mismo probablemente tenga consecuencias iguales o muy parecidas.

Foto: Carmen Suárez

«Estamos sumidos en una inestabilidad y un futuro incierto que provocan el deterioro en los sistemas económico y productivo»

P.- ¿No tiene la sensación de que estamos un poco jugando al ratón y al gato, porque el presidente del Gobierno no menciona la palabra «amnistía», pero el fin de semana pasado hubo una concentración multitudinaria del PP en Madrid contra la amnistía y mañana otra, en Barcelona, convocada por Sociedad Civil Catalana, en la que también se rechaza la amnistía?

R.- Desgraciadamente, estamos sumidos en una inestabilidad, en una indefinición, en un futuro incierto que está provocando deterioro en los sistemas económico y productivos. Y  la clase política tiene que grabar con fuego en su frontispicio que el Estado de Bienestar lo mantiene la actividad económica, la empresa con sus trabajadores. Cuanto antes volvamos a la senda de la seguridad, mejor. Los empresarios queremos que se hable de los problemas reales de nuestro día a día. Parece hemos orillado cualquier otra cuestión relacionada con el día a día. Bueno, pues cuanto antes volvamos al mundo real, mejor para el conjunto de los españoles.

«Es difícil que el PNV esté de acuerdo con la política económica de Sumar»

P.- ¿Cree que, de producirse la investidura de Sánchez, la situación política y económica puede encauzarse hacia la estabilidad?

R.- Hombre, es difícil. Lo veo complicado con la heterogeneidad ideológica que existe en ese posible acuerdo de investidura. Es difícil que el PNV esté de acuerdo con la política económica de Sumar. La pena es que podamos perder la oportunidad de pensar en el futuro de España, de esas políticas de Estado. Veo muy difícil, con la heterogeneidad que existe hoy, en la posible formación de un gobierno, o en el propio Parlamento, que se trabaje para políticas de Estado a largo plazo, sin el acuerdo de los partidos mayoritarios, que parece que es imposible. Uno se entristece viendo que no haya nadie que levante la cabeza y mire por el futuro de España, con esos pactos a largo plazo.

P.- ¿Tienen algún problema dentro de Cepyme, e incluso dentro de CEOE,  con Cataluña o con las organizaciones empresariales catalanas?

R.- La defensa de los intereses empresariales en España es clara y evidente, bajo el paraguas de la CEOE y de Cepyme. En CEOE estamos todas las empresas, grandes y  pequeñas. Yo me llevo bien con todas las comunidades y hablo con la representación empresarial de todas ellas. También lo hago con Cataluña. Foment del Treball mantiene su posición de representatividad, en el caso de la pyme española, de la pyme catalana, y así lo atestigua el propio presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, que desde su organización representa al 70, 80 o  90% de las empresas catalanas. No tengo ningún problema en absoluto. Trabajo codo con codo con Foment del Treball, y creo que defienden bien los intereses de la empresa catalana.

P.- ¿Le trasladan los empresarios catalanes alguna inquietud relativa a la situación política y económica?

R.- Como cualquier empresario. La inestabilidad ahuyenta al sistema económico y son sufridores. Foment, como cualquier otra empresa busca la estabilidad, en la comunidad autónoma y en el resto de España. La convivencia beneficia a las empresas ubicadas en Cataluña y en el resto de España.  

P.- ¿Cree que habrá investidura de Pedro Sánchez o iremos a repetición electoral?

R .-No lo sé. Desgraciadamente, no soy capaz de discernir y no tengo más información que cualquier ciudadano de a pie. Ahora se ha abierto el periodo de mandato de Su Majestad el Rey a Pedro Sánchez y están en los contactos con los distintos partidos políticos. En poco tiempo, veremos si se forma o no gobierno y qué tipo de gobierno es el que tenemos.

Foto: Carmen Suárez

«Ojalá hubiera acuerdo y consensos estables y de largo plazo para el futuro de España»

P.- ¿Está España preparada para otra repetición electoral?  

R.- España está preparada para todo. Tenemos un país que está por encima de los propios ciudadanos que habitamos en él. ¡Cuánto no lleva resistiendo España de su posiblemente ineficientes o incorrectas acciones de los españoles! Confío en España y en su base social. Somos gente seria, gente cumplidora, gente trabajadora y eso se refleja en un tejido empresarial serio, trabajador, formal y que realmente ayuda al progreso en esta tierra. Por lo tanto, hombre, no dañemos más, no juguemos con nuestro futuro, pero sigo creyendo en España y en su futuro.

P.- Si finalmente Sánchez es investido presidente del Gobierno, ¿cree que tendremos una legislatura larga o más bien corta?

R.- En esta coyuntura es difícil programar… Yo veo que es complicado tomar esa conciencia de reformas de Estado a largo plazo que España necesita. Ojalá me equivoque, ojalá hubiera acuerdo y consensos estables y de largo plazo para el futuro de España. Pero veo una situación tan heterogénea que… lo veo complicado. Ojalá me equivocara en eso. Y de verdad, incluso los partidos mayoritarios se pusieran de acuerdo, para mirar al futuro de España muchísimo más a largo plazo que en el corto plazo que estamos metidos.

«Ni un solo empresario ha dicho que no se tiene que subir el salario mínimo»

P.- Además de hablar de la convivencia Pedro Sánchez, ha esbozado los avances sociales, como la segunda pata en la que se va a apoyar la legisltura… En materia de avances sociales, habló de seguir incrementando la subida del salario mínimo interprofesional… Algo que ustedes rechazan abiertamente. ¿Les preocupa ese anuncio?

R.- Hay que partir de la base de que el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) es una decisión de Gobierno, algo normativamente establecido, pero no se hace de forma discrecional. La propia norma dice que el Gobierno tiene que tomar una decisión, previa consulta a los agentes sociales. Y esa decisión se toma en base al artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores, en el que dice que hay que tener en cuenta la evolución de la economía, la evolución del empleo, la inflación y la productividad. Por tanto, hacer política partidista, cortoplacista, en base a unos salarios que no están calculados con los criterios que establece la propia norma, no es el camino adecuado. Ni un sólo empresario ha dicho que no se tiene que subir el salario mínimo. Hemos dicho que ante una situación de inflación como la de España, la dificultad de encontrar puestos de trabajo, etc, la moderación ha de imperar. Los últimos cuatro años se ha incrementado el SMI en un 65%. Por tanto, hay que ser cautelosos, ver cómo son las condiciones que establece la propia norma.

No vale hacer política con los salarios. No se puede intervenir los salarios en España porque el SMI conlleva una introducción de la tabla salarial y el más bajo hará que todos los salarios suban. Entiendo que el salario es la contraprestación económica a un trabajo realizado que se tiene que calcular con una serie de inputs: la propia cualificación del trabajador, el valor añadido que le pueda dar a ese puesto de trabajo, la carga impositiva que va asociada a ese puesto de trabajo, el posible o no margen que genere el trabajo realizado, etc. Pero el salario nada tiene que ver con la política social. Y aquí creo que en España el problema es que nos estamos confundiendo, interviniendo los salarios, por lo tanto estamos interviniendo el sistema económico confundiéndolo con políticas sociales.

Foto: Carmen Suárez

P.- ¿El incremento del SMI no debería figurar esa agenda de avances sociales que mencionó el presidente?

R.- Cuando decimos que hay que subir el SMI, porque la gente no le llega su salario para una vida digna, por supuesto hay que ayudar a aquella persona quien desgraciadamente su salario no le permite tener una vida digna. Pero eso corresponde a una política social establecida y decidida por los diferentes gobiernos, según sus criterios, pero no a la intervención del salario. Nosotros no decimos que no exista el Estado del Bienestar, pero éste nace de la actividad económica, de los recursos que la empresa genera con sus propios trabajadores, para contribuir al mantenimiento del Estado del Bienestar. La pregunta absurda sería ¿quién no quiere que le suban el salario? Es algo que tiene que corresponder a la contraprestación de un trabajo realizado con una serie de condiciones. Y aquellas personas que desgraciadamente en España no lleguen con el salario que tienen, tenemos la obligación de ayudarla, pero no con la intervención del sistema económico, de los salarios. La vía es la ayuda social. Si lo llevamos al extremo estaríamos incumpliendo el artículo 38 de la Constitución, de la libertad de empresa, de la libertad del mercado, porque estamos interviniendo los salarios.

«Los buenos salarios no se consiguen vía Real Decreto»

P.- ¿Cómo se consiguen buenos salarios?

R.- No por Real Decreto, que nadie se confunda. Eso es engañar a la gente. Lo saben. Se consiguen buenos salarios con una buena empresa. En este país hay que invertir para tener mejor empresa, más competitiva, más productiva, con mejores condiciones laborales y, por tanto, mejores salarios. Ese camino es el de un país potente y de futuro, el que premia a la actividad económica, al sistema económico para tener mejores salarios. Aquí queremos buscar un atajo y decir: «Subimos los salarios por Real Decreto», al margen de cómo esté la situación económica, al margen del del momento inflacionista que tenemos, al margen de la evolución del empleo y de la evolución de la economía o de la propia productividad, como dice la norma.

P.- Quizá lo que intenta el Gobierno es converger con Europa, de acuerdo con la Carta Social Europea, porque estábamos entre los países que tenían el salario mínimo más bajo de la zona Euro…

R.- Eso es cierto….

P.- ¿No veníamos de una situación bastante precaria?

R.-Cierto, pero esa Carta Social Europea que habla del 60% del salario medio… Yo quiero poner sobre la mesa que hay algunas provincias, en el interior de España que están por encima del 80 y el 85% del SMI. Estamos condenando a esos territorios a esa falta de competitividad y por tanto a lastrar esa tan ansiada repoblación o mantenimiento de la población en las zonas rurales y más despobladas. Es mucho más complejo. ¡Ojo, ojo, que estamos interviniendo el sistema! Vamos a ver qué políticas sociales tenemos que aplicar para ayudar a esas personas, sin interferir en la libre competencia, en el libre mercado de la libertad de empresa. Ese sería el camino. Lo demás es coger atajos que conducen a falsedades.

P.- ¿Se sienten maltratados por la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, por no haber tenido en cuenta la opinión de los empresarios, aunque sí la de los sindicatos, que estaban encantados, a la hora de subir el SMI?

R.- No es que no consultaran a los agentes sociales, sino que la vicepresidenta tercera montó una comisión de expertos para que le dijera lo que quería oír. Si creemos en el diálogo social, si tan orgullosos estamos del diálogo social y así lo predica el propio Gobierno en el resto de Europa y en el resto del mundo, no vale saltarse el diálogo social cuando nos interesa. Ojalá que las próximas definiciones del salario mínimo interprofesional estuvieran negociadas, pactadas y trabajadas desde abajo a arriba.

P.- ¿Cuánto debería subirse el SMI, en su opinión, en los próximos años?

R.- Creo que ponemos los carros delante de los bueyes, porque no analizamos la evolución económica, la evolución del empleo, la productividad, la inflación. Vemos cómo están las empresas, cuáles son los márgenes de la empresa, cómo está la presión fiscal que tienen las empresas, cómo está el incremento de costes, cómo está el estrechamiento de márgenes, cómo está la situación y calculamos cuáles son los salarios.

Foto: Carmen Suárez

«Feijóo habló de subir el SMI, pero de acuerdo con los agentes sociales, que es un matiz importante»

P.- Hablamos de la gestión del Gobierno y la intención de Sánchez de mantenerla, pero la alternativa sería Alberto Núñez Feijóo, que también defendió en su investidura fallida la subida del SMI… No pareció que en ese punto quisiera derogar el sanchismo…

R.- El líder del PP, en el debate de investidura, habló de la subida del SMI, pero en acuerdo con los agentes sociales, un matiz que creo que es considerable y que hay que tener en cuenta, de acuerdo con ese espíritu de la norma. Y recuerdo que hemos subido el 65% de lo último año. Por tanto, no se trata de los empresarios, que no quieren subir los salarios. Eso es falso, eso es mentira. Pero creemos que tenemos que analizar cuál es la situación y sobre ello tomar la decisión.

«Si nos estamos engañando, el sistema de pensiones reventará hoy, mañana o algún día»

P.- Con respecto a las pensiones, que también Pedro Sánchez anunció mantenimiento de su actualización de acuerdo con el IPC ¿Es una preocupación más que les ha generado?

R.- Por encima de todo, hay que buscar la estabilidad, la sostenibilidad del sistema de pensiones y si no nos estamos engañando y si no revienta hoy, reventará mañana o algún día. El sistema es claramente insuficiente. La situación que tiene actualmente no es sostenible y llegará un momento que quebrará el sistema de pensiones.

P.- ¿Tiene la sensación de que los políticos se niegan a afrontar los temas impopulares que requieren soluciones también impopulares y andan dando patada al balón hacia delante?

R.- Yo digo mucho eso de patada al balón hacia delante… El posponer el problema no es la solución del mismo. Y probablemente lo que está ocurriendo en España es que no estamos atacando y atajando y afrontando el problema real de insostenibilidad del sistema de pensiones. Venimos incrementando el gasto en pensiones y, sin embargo, el ingreso se mantiene constante. ¿Cual es la solución? ¿Esquilmar a aquellos que están en este término de la ecuación o racionalizar el gasto no esquilmando a éste y potenciando que el número de trabajadores sea mayor para que haya más gente contribuyendo al sistema? Quizás sea más sencillo racionalizar el gasto e incrementar las personas que están en esta parte de la ecuación y están haciendo el ingreso del sistema. Pero claro, eso conlleva tiempo y políticas que primen el empleo, que primen a la empresa, a los sistema económicos, para que se genere empleo, para que haya más contribuyentes y realmente tengamos más recursos. No podemos centrarnos solo en incremento incesante del gasto, sin tener en cuenta que hay que equilibrarlo con el ingreso.

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