Cruz Roja prevé ampliar en unas 4.000 las plazas para la acogida de inmigrantes
Las familias, habitualmente mujeres con hijos, viajan juntas y son atendidas de forma especial por la ONG
Cruz Roja Española, una de las 19 ONG que trabajan en el dispositivo de acogida de emergencia junto con al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, prevé ampliar en unas 4.000 el número de plazas disponibles para la acogida de personas inmigrantes en la Península y Canarias, tras las numerosas llegadas a las islas de las últimas semanas.
Así lo explica en una entrevista concedida Europa Press el director de Inclusión Social de Cruz Roja Española, José Javier Sánchez Espinosa, en el marco de la declaración de emergencia humanitaria devenida por el repunte migratorio que está registrando Canarias.
Respecto al operativo que lleva a cabo Cruz Roja para atender la necesidades de las personas migrantes que están llegando a Canarias, Sánchez Espinosa comenta que en este mes de octubre, «las llegadas han sido muy numerosas», pero añade que, desde junio, se ha constatado un «nivel de llegada mayor» de lo registrado en lo que iba de 2023.
En este contexto, detalla que, inicialmente, las primeras llegadas tanto a Península como a Canarias se han ido acogiendo en el sistema de atención humanitaria habitual de la ONG. «Como el volumen ha sido muy alto, en este momento, lo que estamos fundamentalmente es ampliando las plazas de acogida, sobre todo aquí en Península. Es verdad que también hemos ampliado algo en Canarias», aclara.
Cruz Roja colabora en la organización de los traslados de las personas migrantes a la Península, aunque la derivación depende de la Secretaría del Estado de Migraciones del Ministerio de Inclusión. Así, Sánchez Espinosa expone que, una vez que ya se les deriva a los nuevos centros, «la forma de atenderles será igual» que en los centros del sistema de atención humanitaria.
Necesidades básicas y vulnerabilidad
En concreto, detalla que «habrá una primera recepción donde lo primero es ver qué necesidades básicas habría que cubrir y lo que es propiamente el alojamiento«. «Y a partir de ahí, trabajamos en intentar tener un acercamiento y una entrevista personalizada con cada una de las personas a las que acogemos, donde poder identificar si hay algún tipo de vulnerabilidad o algún tipo de enfermedad o como que puedan ser solicitantes de protección internacional, que pueda haber alguna persona en situación de trata», afirma.
El objetivo final de esos acercamientos es detectar este tipo de situaciones para poder atenderlas, así como conocer cuáles son las redes sociales que puedan tener en España y «ayudarles para que puedan dirigirse a estas redes de apoyo».
La ONG está también en proceso de ampliar personal. «Acabo de conectar con uno de nuestros directores de Inclusión Social para pedirle que dimensionen y que nos digan. Hay que aumentar porque, sobre lo que ya venimos trabajando, supone una ampliación bastante grande», subraya Sánchez Espinosa, al tiempo que agrega que, en los primeros momentos, para poder dar respuesta a una llegada «inmediata y no esperar a los procesos de contratación», la mayoría de las personas que les apoyan son voluntarias. En el programa de atención humanitaria cuentan con casi 5.000, que les apoyan habitualmente.
Sobre los perfiles profesionales que atienden a las personas migrantes, Sánchez Espinosa indica que son psicólogos, personal de asesoría legal o sanitario, que ya están trabajando habitualmente en el programa. Las nuevas contrataciones, fundamentalmente, son educadores sociales, trabajadores sociales y monitores para la gestión de los centros.
Estos profesionales cubren, en primer lugar, «todas las necesidades básicas» de las personas migrantes (alojamiento, manutención, necesidades de índole sanitaria), para después proceder a la identificación de alguna vulnerabilidad que no haya sido identificada «a primera vista».
«Sobre todo, ahora lo que más nos piden es saber dónde están porque es gente que acaba de llegar y, con mucha agilidad, se están trasladando a la Península. Situarse, saber dónde están, saber el contexto y poder restablecerse para que puedan llegar a esa redes de apoyo si existen y que les puedan seguir dando ayuda», manifiesta el responsable de la ONG.
Perfil de las personas que llegan a España
En cuanto al perfil de quienes llegan a España, Sánchez Espinosa apunta que, en una comparativa con el mismo periodo de 2022, el porcentaje de mujeres ha disminuido «considerablemente», con lo cual el perfil mayoritario son jóvenes de 18 a 40 años, que vienen solos, «un número importante de procedencia senegalesa». Normalmente, no suelen llegar al mes de permanencia en los centros de la ONG, ya que «continúan sus proyectos migratorios a las redes de apoyo que puedan tener», según afirma.
En el caso de los perfiles más vulnerables, familias que normalmente son mujeres con hijos a su cargo, la atención es diferente. «En Canarias, ya tienen unos centros especializados, que es lo que llamamos de acogida integral, donde la atención es más intensiva con nuestro equipo, sobre todo en la detección de posibles situaciones de trata, en la detección de vínculos familiares, en todo el apoyo que puedan necesitar tanto los menores como las propias mujeres», sostiene.
Además, en el traslado a la Península, estas familias se derivan no a los centros nuevos que la ONG está abriendo, sino a los del sistema habitual, que están especializados en esta acogida integral de perfiles más vulnerables. «Las familias, por supuesto, siempre viajan juntas. Nunca se separan. Y si son niños y niñas, nunca. Nunca», remarca.
Preguntado sobre si esta crisis humanitaria tiene precedentes, Sánchez Espinosa recuerda que ya en 2018 llegaron a España 60.000 personas, la gran mayoría a la Península. «En 2019 y 2020 también hubo muchas llegadas, pero fueron a Canarias», rememora, para después añadir que la actual crisis «se está produciendo en la época en que la ruta a Canarias tiene más llegadas, que es septiembre, octubre, noviembre».
«Tiene algunas peculiaridades con respecto a otros años, pero la situación mundial es la que es y las personas, cuando están en una situación de conflicto o en una situación de precariedad, tienen que buscar la forma de tener un futuro mejor. Periódicamente se va produciendo esta situación en que hay más gente que va buscando este destino», reflexiona.
Ante los polémicos discursos de algunos dirigentes políticos contra la migración, el responsable de Inclusión Social de Cruz Roja Española asegura que la experiencia de la ONG, «afortunadamente, siempre ha sido muy buena». «Puede haber cierta controversia o polémica, pero nosotros cuando llegamos a los sitios lo que nos solemos encontrar es gente que viene a preguntarnos cómo pueden echar una mano y cómo pueden apoyar a estas personas que han tenido que abandonarlo todo, han tenido que dejar a su familia y toda su vida atrás, buscando un futuro mejor», afirma, para pedir: «Sigamos siendo tan solitarios como siempre hemos sido».