El juez acerca al banquillo por terrorismo al asesino del sacristán de Algeciras (Cádiz)
El magistrado se hace eco de resoluciones anteriores y considera que el investigado «tenía premeditado el ataque mortal»
El cuerpo del sacristán yace en el suelo tras ser asesinado.
El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea ha procesado por delitos de terrorismo a Yassine Kanjaa por el asesinato del sacristán Diego Valencia el pasado 25 de enero en el ataque en dos iglesias perpetrado en la localidad gaditana de Algeciras, en el que varias personas resultaron heridas.
Gadea ha dictado un auto en el que propone juzgar a Kanjaa, de 26 años y nacionalidad marroquí, por un delito de asesinato terrorista, castigado con pena de prisión permanente revisable; y otro de lesiones terroristas, que puede acarrear hasta 15 años de cárcel.
El magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6 solicita además que Kanjaa, en un centro psiquiátrico penitenciario de forma preventiva, preste una fianza de 100.000 euros.
La tesis de que el ataque debe ser juzgado por terrorismo, mantenida desde el inicio por el juez, fue avalada recientemente por la Sala de lo Penal de la Audiencia, frente a la consideración de la defensa, que siempre ha sostenido que las afectaciones psicológicas del investigado permiten descartar el carácter terrorista de los hechos.
El magistrado repasa en su auto cómo sucedió el ataque, perpetrado en dos iglesias de la localidad la tarde del 25 de enero, y que acabó con la vida del sacristán Diego Valencia, asesinado con un machete, mientras que varias personas resultaron heridas, entre ellas un sacerdote.
Alude a «los fines terroristas» del investigado «como resultado del proceso de radicalización sufrido durante las semanas previas a la acción criminal, pudiendo catalogarse los hechos como un ataque de naturaleza yihadista contra sacerdotes de la Iglesia Católica y musulmanes que no siguen las directrices de los preceptos salafistas».
Entre los indicios que apuntan a un ataque de naturaleza terrorista, el juez incluye un informe policial que relaciona los hechos con otras acciones terroristas que tenían como objetivos concretos templos o personas de religión cristiana.
El único investigado ha sido sometido durante estos meses a varios exámenes psiquiátricos. Uno de ellos ha apuntado a que sufre un «cuadro psicótico que cursa con delirios de probable filiación esquizofrénica, circunstancias que, según el juez, «afectarían, de dictarse un pronunciamiento condenatorio, al alcance de la culpabilidad», pero no a la calificación del ataque como terrorista.
El magistrado se hace eco de resoluciones anteriores y considera que el investigado, del que destaca sus publicaciones «de corte radical» en redes, «tenía premeditado el ataque mortal».
«Las continuas manifestaciones de su madre ante ese hecho que tanto le preocupa (‘Yo tengo miedo por ti, por las cosas que me decías’) y que Yassine (Kanjaa) le ha anunciado, no hacen más que revelar y corroborar la predisposición de este a cometer una acción (‘Lo siento, estás en tu derecho. Lo siento y mucho. Es mi culpa, pero nuestro honor era todo para mí’)», explica.
