La Policía detecta nuevos 'aviones patera' en Barajas con pasajeros de Mauritania
La Policía advierte de un posible colapso en las salas tras la llegada de 72 solicitantes mauritanos en menos de dos días
La situación en las salas de asilo del aeropuerto de Madrid-Barajas comienza a destensarse tras varias semanas al borde del colapso. El trabajo de la Policía Nacional, que ha acelerado las gestiones para resolver las solicitudes de protección internacional, y un mayor control en los países de origen, que ha impedido el embarque, principalmente, a pasajeros procedentes de Senegal, ha permitido que las estancias del aeródromo se descongestionen. Mientras la pasada semana 450 personas convivían en las tres salas, con un aforo para 120, este miércoles había unas 270, según revelan fuentes policiales.
El escenario, no obstante, todavía es preocupante. El Gobierno ha puesto en marcha algunas soluciones, como instalar una cuarta sala para acoger a los solicitantes de asilo, reforzar efectivos policiales o exigir a partir del próximo 19 de febrero un visado de tránsito a los pasajeros senegaleses que quieran hacer escala en España. No obstante, la Policía Nacional ha detectado la llegada de nuevos ‘aviones patera’ con nacionales de otro país africano: Mauritania, advierten distintas fuentes a THE OBJECTIVE. El mismo estado del que, por otro lado, parten la mayoría —el 80%, según los datos oficiales— de los flujos migratorios que están llegando a Canarias.
Entre el pasado lunes y el martes, 72 pasajeros mauritanos llegaron al aeropuerto de Barajas para hacer escala de su vuelo con destino a Sudamérica, pero todos ellos han iniciado ya los trámites para la solicitud de asilo. La Policía es consciente de que las mafías han visto en los aeropuertos una nueva ruta de entrada en España más fácil que cruzar el Atlántico en cayuco hacia el archipiélago canario y, por este motivo, advierte de la necesidad de implantar visados de tránsito aeroportuario (VTA) a todos los países del África subsahariana para evitar otro colapso en Barajas.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP), mayoritario en el cuerpo y que ha liderado las quejas por la situación de desbordamiento en las salas de asilo, insiste en la misma solución para «erradicar el uso fraudulento de la documentación de los vuelos procedentes de Casablanca (Marruecos)». Sobre todo, teniendo en cuenta que este escenario deja «en situación de vulnerabilidad a los solicitantes, con deudas que después tienen que pagar a las mafias y que alimentan las redes de inmigración ilegal».
El papel de la Royal Air Maroc
La Royal Air Maroc, la compañía nacional marroquí, ha sido clave en la crisis de Barajas, según advierten fuentes policiales. La Policía sostiene que la mayoría de personas que ha pedido protección internacional llega a Madrid procedente de vuelos de Casablanca fletados por la aerolínea de Mohamed VI. Un escenario que, tras limitarse con los ciudadanos senegaleses por los visados, ha comenzado a reproducirse en el caso de viajeros mauritanos. Vuelos diarios que ya son considerados por los agentes como «una ruta caliente».
El procedimiento de estos nacionales es el mismo que ya han seguido semanas atrás otros solicitantes de asilo, detallan agentes desplegados en Barajas. Embarcan en Casablanca con la compañía marroquí con destino final a El Salvador, haciendo escala en Madrid. Su intención final, en realidad, es llegar a Estados Unidos. Pero al igual que ocurrió con el caso de los pasajeros de Senegal, señalan estas fuentes, Estados Unidos presiona a El Salvador y este país exige tasas cada vez más altas para entrar a su territorio, en concreto 1.200 euros. Por lo que, cuando llegan a Madrid, los mauritanos no pueden coger su vuelo, se quedan en en el aeropuerto, destruyen su documentación y piden asilo internacional.
Es el modus operandi que se ha repetido en los dos últimos días con pasajeros procedentes de Mauritania y antes, con otros oriundos de Marruecos y Senegal. «Urge que se tomen medidas a tiempo. Un visado de tránsito obliga a la compañía a no subir a los viajeros al vuelo, de hacerlo pueden enfrentarse a multas de hasta 8.000 euros», reclaman desde el SUP.
Policías y farmacéuticos
Pese a que las salas de asilo en Barajas se han descongestionado en los últimos días, siguen padeciendo graves dificultades, como la falta de limpieza y de asistencia a los inmigrantes tras la abrupta salida de Cruz Roja. Esta organización, encargada de los citados servicios, decidió retirar «temporalmente» a sus profesionales la semana pasada ante el colapso de inmigrantes y la insalubridad de estos espacios.
El Ministerio del Interior sigue buscando a la desesperada a oenegés que se ocupen de estas labores, pero, mientras tanto, son funcionarios policiales y el servicio de limpieza de la Jefatura de Policía de Madrid quienes se encargan. Como prueba de ello, este miércoles, a través de un correo electrónico, la Comisaría del Aeropuerto de Barajas ha informado a los agentes que trabajan en las salas de asilo de que serán los encargados de gestionar el reparto de medicamentos entre los solicitantes. Para lo que, reza este escrito, «tendrán que ir a recogerlos a la farmacia de la T-4».
«Haremos este trabajo con gusto como hemos hecho también en estas semanas críticas, pero ¿dónde están las ONG? Solo prestan servicio cuando esta todo limpio. Si no, le toca a la Policía», critican los agentes.