España acogerá este año a 600 refugiados hispanos para aliviar la presión en EEUU

España acogerá a otros 500 refugiados latinoamericanos a lo largo de 2024 en el marco de los acuerdos que el Gobierno de Pedro Sánchez selló el año pasado con Canadá y Estados Unidos para aliviar la presión migratoria sobre Washington. Una cifra que se suma a los 80 nicaragüenses que ya llegaron a nuestro país el pasado mes de diciembre y que están a la espera de poder empezar a trabajar en un parque fotovoltaico de Villalba de los Alcores (Valladolid), donde las 25 familias están asentadas, según indican a THE OBJECTIVE fuentes del Ministerio de Migraciones y de Accem, la oenegé encargada de dar asistencia a este grupo de personas en la provincia vallisoletana.

Esta alianza trilateral se sustenta en la creación de cuatro Oficinas de Movilidad Segura en Costa Rica, Colombia, Ecuador y Guatemala. Un organismo ideado por la Casa Blanca y que gestiona la unidad de Naciones Unidas que se ocupa de los Refugiados (Acnur), y la que se encarga de las migraciones (OIM). De este modo, los solicitantes de asilo que se encuentran en estas entidades pueden pedir su reubicación a EEUU, Canadá o España, y cada país recibe de acuerdo con los cupos negociados entre los implicados. 

Todo ello, por un lado, con el objetivo de que Madrid y Ottawa liberen los flujos migratorios que parten desde América del Sur y Central hacia Estados Unidos, aunque en corta medida, teniendo en cuenta que solo el año pasado recibió 3,2 millones de inmigrantes irregulares; y, por otro, para establecer un sistema de acogida seguro para los refugiados, con garantías para las familias, y, en la medida de posible, con un puesto de trabajo en el país que los recepciona.

Las oenegés encargadas de las oficinas establecen filtros para incluir a las personas más vulnerables dentro de este proyecto y también verifican que los solicitantes no estén registrados en ningún fichero policial, aseguran fuentes del departamento de Elma Saiz. El trabajo más arduo, sin embargo, es dar con un empleo para los refugiados o al menos para alguien de la unidad familiar, una tarea en la que colaboran ministerios, embajadas y organizaciones sin ánimo de lucro, al igual que para el traslado de todos ellos al país de destino.

Sectores deficitarios

En el caso de España, el Ministerio de Migraciones se ha comprometido a que lleguen a nuestro país medio millar de personas más procedentes de este programa piloto a lo largo del año, y todos ellos con un empleo. Aunque, según explican a este diario fuentes del departamento, se trata de un proceso largo y es difícil concretar fechas. El objetivo es que los refugiados sean reasentados en sectores deficitarios, principalmente en zonas rurales donde las empresas españolas no encuentran trabajadores residentes en el país. 

Es el caso de los 74 nicaragüenses, previamente refugiados en Costa Rica, que llegaron a finales del mes de diciembre a Valladolid. Todos ellos fueron seleccionados en origen para trabajar en la puesta en marcha de un parque fotovoltaico de la empresa Cobra en Villalba de los Alcores, un municipio de 400 habitantes donde escasea la mano de obra.

La ONG Accem se ha encargado de la primera acogida y de la integración social de estas personas: escolarizar a los menores, búsqueda de vivienda, obtención de la tarjeta sanitaria…  Según señalan fuentes de esta organización, están terminando su formación en la empresa de energía renovable y se prevé que empiecen a trabajar a finales de este mes.

Italia y Portugal

La reubicación de los nicaragüenses fue presentada por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, el pasado fin de semana como el primer paso del acuerdo que firmó Pedro Sánchez con el presidente americano, Joe Biden, el año pasado para acoger a inmigrantes de América Latina. Por ahora, solo Canadá y España están dentro de este proyecto pionero, pero, según afirmó Saiz, Estados Unidos está interesado en que otros países vecinos, como Italia y Portugal, también lo conozcan.