Sánchez evita el Falcon para un mitin en Orense porque no había actos oficiales programados

El abuso en la utilización de los Falcon y los aviones oficiales por parte del presidente Pedro Sánchez hace excepcional que no lo utilice. Esta vez, Sánchez ha evitado acudir a Orense, en su primer acto en la campaña de las elecciones gallegas, en un Falcon. Tampoco tenía ningún acto oficial en la agenda que justificase que justificase el desplazamiento a Galicia. Esta fórmula ya la ha utilizado en numerosas ocasiones. La última, un evento de apenas media hora en Lugo para acudir minutos más tarde un mitin de precampaña.

Según ha constatado THE OBJECTIVE, ningún avión oficial se desplazó el sábado, según se desprende de la web falcondespega que muestra cada movimiento de los aviones oficiales. El Partido Popular ha denunciado el uso indiscriminado del Falcon en numerosas ocasiones. Los desplazamientos del Gobierno en estos aviones altamente contaminantes son continuos y en la mayoría están sin justificar o no aparecen en la agenda.

En otras ocasiones, pese a que los viajes no están vinculados a mítines si tienen un objeto propagandístico. El último, a Ferrol, para acudir a la factoría de Navantia y anunciar una millonaria inversión. Ese acto fue aprovechado además para acudir a un mitin poco después. La Junta Electoral precisamente ha dado un toque de atención a Sánchez por su visita a Navantia. Lo ha hecho a la Junta Electoral a partir de denuncias de Vox y PP por la visita del 24 de enero de Sánchez al astillero, en Ferrol, para anunciar la construcción de un nuevo buque.

Falcon a Galicia

Las visitas de Sánchez a Galicia, ante un BNG fuerte y un Partido Popular que no quiere perder la mayoría absoluta, se han centrado en la precampaña y en la campaña. Como informó THE OBJECTIVE, la mitad de las visitas de Sánchez a Galicia desde 2021 han estado vinculadas a actos de partido.

A partir de la agenda del Gobierno que publica Moncloa y los datos que ofrece la falcondespega se puede constatar que el presidente ha viajado en 12 ocasiones a Galicia desde marzo de 2011. Las tres últimas veces han sido en desde mediados de diciembre y siempre en el contexto de la reñida campaña gallega.

Además de la visita del sábado 27 a Lugo, el pasado día 24 el presidente acudía a Ferrol para visitar las instalaciones del astillero de Navantia de la localidad. Con la plantilla de la planta ferrolana tensa por la falta de inversiones y carga de trabajo, Sánchez se comprometió a construir un buque que creará 1.800 empleos. En plena precampaña anunciaba una inversión de 439 millones.

Navantia y actos de propaganda

Las visitas de Sánchez a las instalaciones de Navantia, una empresa pública con una plantilla numerosa, son habituales. El pasado 16 de diciembre, el presidente hizo uso del avión oficial para desplazarse de La Coruña a Santiago de Compostela. El trayecto por carretera no llega, en el peor de los casos, a 50 minutos. En Ferrol cortó la primera chapa de la fragata F-112. Poco después, y sin disimulo, acudía a Santiago a una convención política del PSOE gallego.

En plena precampaña de las municipales, en abril, aprovechaba el Falcon para visitar el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de La Coruña y, posteriormente, el buque remolcador de Salvamento Marítimo SAR GAVIA. Poco después, el presidente participaba en un acto con militantes socialistas gallegos. Los compromisos oficiales volvieron a cuadrar perfectamente con los del partido.

Viajes a República Dominicana

Desde THE OBJECTIVE se ha informado del abuso de los aviones oficiales con destinos poco claros y sin registros en agendas oficiales. La República Dominicana ha sido uno de los más cuestionados a partir de este diario. Desde que se pusieron en el punto de mira se han frenado radicalmente. Desde Transparencia se ha pedido al Ejecutivo que detalle el objetivo estos vuelos.

El Falcon es uno de los medios de transporte más contaminantes. Cada 60 minutos de vuelo la misma cantidad de CO2 que un ciudadano promedio europeo en tres meses: 2,6 toneladas. Además, el traslado de pasajeros es muy inferior al que podría realizarse, por ejemplo, en tren. Cada hora de vuelo en estos aparatos tiene un coste estimado de 6.000 euros.

El presidente elige de forma habitual e incluso para desplazamientos cortos, algunos de apenas media hora, los cinco Dassault Falcon 900. En total, desde el 1 de marzo de 2021 se han realizado 4.260 vuelos con los Falcon y Airbus. El coste de combustible supera los 21 millones de euros y se han emitido más de 75.500 toneladas de CO2 al aire.