Un error burocrático de Interior obliga a aplazar la compra de nuevos barcos contra el narco
El fallo ha supuesto un retraso de tres semanas en el plazo para presentar ofertas, que se cerrará el 11 de marzo
Las nuevas embarcaciones de la Guardia Civil tardarán en llegar. El Ministerio de Interior mantiene abiertos dos procesos de contratación para la adquisición de patrulleras de alta velocidad, pero una de las licitaciones tuvo que ser suspendida temporalmente en enero por un error en los pliegos. Eso ha supuesto un retraso de tres semanas en el plazo para la presentación de ofertas. El contrato para la compra de tres nuevas barcas para luchar contra el narcotráfico y el crimen organizado tiene un valor estimado de 7,5 millones de euros y un plazo de ejecución de 26 meses.
El plazo límite para presentar ofertas estaba previsto para el 20 de febrero, pero finalmente se cerrará el 11 de marzo después de que la Dirección General de la Guardia Civil, que depende de Interior, emitiera el pasado 19 de enero una resolución para suspender el proceso por una modificación en los pliegos. El texto al que ha accedido THE OBJECTIVE especifica la necesidad de hacerlo tras detectarse la ausencia de los anexos en los pliegos que rigen el contrato.
«Dichos anexos son fundamentales para la presentación de las ofertas, así como la correcta ejecución del contrato», explica el coronel jefe del Servicio de Contratación. El escrito explica que, «ante la obligación de volver a fiscalizar el expediente con los meritados anexos», se debía suspender la licitación de las tres patrulleras de alta velocidad para el Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
Críticas a Interior
Con esta compra se pretende «aumentar y renovar las capacidades las capacidades logísticas y operativas» en los ámbitos de control de la inmigración irregular, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, la vigilancia de fronteras y la protección del medioambiente, entre otras tareas que desarrolla la Guardia Civil. La resolución indica que el proceso volvería a activarse una vez que se obtuviesen los informes favorables, lo que sucedió el 7 de febrero, dos días antes de que dos agentes perdieran la vida en Barbate (Cádiz) tras ser arrollados por una narcolancha.
El incidente avivó las críticas contra el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que en 2022 decidió desmontar el Organismo de Coordinación del Narcotráfico (OCON-Sur), un grupo especial compuesto por 150 agentes de la Guardia Civil para luchar contra el narcotráfico y el crimen organizado en el Estrecho de Gibraltar. La decisión tuvo efectos adversos, ya que supuso un frenazo en las incautaciones de droga y en el número de procedimientos judiciales en la zona.
La muerte de los agentes también destapó la falta de medios para hacer frente a este tipo de delincuentes. Un extremo que reconoce la memoria justificativa del contrato. «El Servicio Marítimo de la Guardia Civil dispone actualmente de una flota de embarcaciones medias de alta velocidad muy envejecida, ya que la tercera parte de la flota se encuentra en torno a los 20 años de antigüedad, superándolos incluso en algunos casos», señala la memoria.
Interior sitúa en 15 años la vida útil de estos medios navales, por lo que acredita que las patrulleras que se utilizan «en muchos casos no reúnen las condiciones de acomodación necesarias para los servicios que prestan». La memoria afirma que las patrulleras actuales han sobrepasado las horas de navegación previstas, obligando a «plantear las necesarias renovaciones exigibles a sus plantas propulsoras, tanto motores como hidrojets, descatalogados en el caso de los primeros».
Embestidas a las patrulleras
La memoria también destaca que las embarcaciones se ven envueltas en ocasiones en persecuciones con lanchas que se emplean para el tráfico ilícito de sustancias, «las cuales realizan maniobras de embestida a las patrulleras», como las que costaron la vida a dos agentes la semana pasada. Las organizaciones de guardias civiles siguen poniendo el foco en la falta de medios para hacer frente a esos ataques.
«La violencia de estas acciones hace necesario que los cascos y la estructura de las futuras embarcaciones sean de materiales más resistentes que las de la flota actual, que son de poliéster reforzado con fibra de vidrio», subraya el informe. Para contrarrestarlo, los técnicos de la Guardia Civil proponen la adquisición de tres patrulleras de alta velocidad elaboradas con aluminio, mucho más eficaces para «aquellos servicios más afectos a la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado y la inmigración irregular, que precisan de una alta velocidad de persecución».
La vida útil de los medios fabricados con aluminio es, además, mucho más larga, de entre 20 y 25 años. Los interesados en el proyecto pueden presentar su oferta hasta el 11 de marzo, después de que un error en los pliegos haya obligado a demorar el proceso durante tres semanas. La apertura del sobre administrativo se efectuará solo un día después, mientras que la oferta económica tendrá lugar una semana más tarde, en la Sala de juntas del Mando de Apoyo de la Guardia Civil, ubicado en la calle de Guzmán el Bueno. Se valorará el coste económico, la mejora de las prestaciones y el incremento del plazo de garantía.
El contrato para fabricar tres patrulleras de alta velocidad tiene un valor estimado de 7,5 millones de euros y un plazo de ejecución de 26 meses desde el momento en que se haga efectiva la adjudicación, por lo que las embarcaciones estarían disponibles a finales de 2026.
Entrega de embarcaciones
Interior tiene abierto otro expediente de contratación pública para el Servicio Marítimo de la Guardia Civil. En este caso, otras tres patrulleras que ya se están fabricando en los astilleros Aister de Vigo. Las dos primeras se van a entregar esta primavera, pero la tercera no estará lista hasta mediados de 2025.
Estas seis embarcaciones modernizarán los medios materiales de la Guardia Civil, después de las críticas que ha recibido Interior en los últimos días por la falta de medios para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. Las nuevas patrulleras tendrán unas características técnicas similares a las que se entregaron el año pasado y que fueron destinadas a Algeciras (Cádiz) y Huelva. Son medios dotados de sistemas de propulsión de última generación (waterjets) que permiten alcanzar mayor velocidad y dar giros bruscos.