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Javier Hidalgo se libra de acudir al Parlamento balear porque Globalia dice que no lo conoce

La recepcionista de la sede de la compañía en Palma de Mallorca ha rechazado la citación en siete ocasiones

Javier Hidalgo se libra de acudir al Parlamento balear porque Globalia dice que no lo conoce

Javier Hidalgo. | Alejandra Svriz

Javier Hidalgo, quien fue CEO de Globalia cuando la compañía fue rescatada por el Gobierno tras varios encuentros con Begoña Gómez, ha logrado esquivar la comisión de investigación que sobre el caso se sigue en el Parlamento balear. Desde esa institución se le ha intentado localizar hasta en siete ocasiones en la sede de la compañía en Palma de Mallorca. Sin embargo, según ha podido saber THE OBJECTIVE, cada vez que el cartero se personaba en las instalaciones de la empresa aérea, una recepcionista le respondía que «no sabía quién era Javier Hidalgo». Así lo dejó reflejado el trabajador de Correos tras devolver la carta certificada.

Hidalgo no se presentó ante la comisión que investiga el caso mascarillas en Baleares, para la cual había sido citado por solicitud del PP y Vox el pasado 3 de junio a las 10:30 horas. Pese a los múltiples intentos del Parlamento balear de hacerle llegar la citación, el ex CEO de Air Europa se encontraba refugiado en Botsuana tras el estallido del escándalo del caso Koldo y el caso Begoña Gómez. En estos casos, se investiga a la esposa del presidente del Gobierno por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, causas en las que Javier Hidalgo está implicado aunque, por el momento, no ha sido imputado.

La intención del PP y Vox era que Hidalgo testificara sobre el transporte de las mascarillas durante la pandemia, pero no ha sido posible localizarlo. El Gobierno balear adquirió 3,7 millones de unidades de material sanitario que resultaron defectuosas a la red de Koldo durante la pandemia, y el transporte fue encargado a Air Europa.

Globalia llegó a duplicar los precios de mercado para transportar las mascarillas desde China hasta España, según un informe de la Oficina Anticorrupción de Baleares que el Gobierno de Armengol, implicado en el caso Koldo, archivó. Los investigadores calcularon el coste real de cada viaje de ida y vuelta entre España y China, estimando el costo del combustible, los gastos de la tripulación e incluso el catering para el personal durante cada vuelo. Según dichos cálculos, el costo medio real por kilómetro de vuelo era de 7,32 euros, por lo que se deduce que transportar las mascarillas desde Shanghái a España supuso para las aerolíneas un costo real de 146.394,88 euros.

La comparecencia ante una comisión de investigación del Parlamento es una obligación legal y su incumplimiento puede tener consecuencias significativas tanto económicas como penales. El artículo 502 del Código Penal prevé multas de seis a doce meses para las personas que, citadas por una comisión de investigación del Parlamento, no comparezcan sin causa justificada. La cantidad de la multa diaria es fijada por el juez y puede variar en función de las circunstancias económicas del sancionado.

Por otra parte, la negativa a comparecer también puede ser considerada como un delito de desobediencia grave a la autoridad, lo que podría acarrear penas adicionales, dependiendo de la gravedad y de si se trata de una persona con funciones públicas. Por ello, Javier Hidalgo ha optado por no recoger la carta certificada, y según fuentes consultadas, ha dado la orden a sus trabajadores para que tampoco lo hicieran. Estos han alegado que no conocen al que fuera máximo responsable de la compañía hasta hace unos meses. Fuentes oficiales de la compañía explican que «Javier Hidalgo no ha recibido ninguna notificación y no tiene ningún cargo en la compañía«.

Después de dar plantón a la comisión de investigación, Hidalgo considera la posibilidad de regresar a España para asistir a la comunión de su sobrina, que se celebrará este sábado 8 de junio con una gran fiesta en Madrid.

Después de dar plantón a la comisión de investigación, Hidalgo considera la posibilidad de regresar a España para asistir a la comunión de su sobrina, que se celebrará este sábado 8 de junio con una gran fiesta en Madrid.

La ceremonia religiosa tendrá lugar en la Iglesia Nuestra Señora de La Moraleja. Posteriormente, los invitados acudirán a una fiesta privada en el restaurante La Borda del Mentidero, ubicado en Las Tablas, junto a la M40 y a la sede de Telefónica. El evento contará con las actuaciones de Los del Río y Juan Peña, habituales en las fiestas del fundador de Globalia, Juan José Hidalgo.

Vínculos con Begoña Gómez

El primer encuentro privado entre la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, el ex consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, y el cabecilla de la trama Koldo, Víctor Gonzalo de Aldama, no fue el 24 de junio de 2020. Tal y como adelantó THE OBJECTIVE, la primera reunión entre ellos data de casi un año antes del rescate de la aerolínea Air Europa, en un encuentro secreto que mantuvieron los tres en un hotel de San Petersburgo (Rusia) en septiembre de 2019, tras asistir a la XXIII Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Las fuentes consultadas por este diario revelan que tuvieron un encuentro privado tras conocerse en la cena inaugural de la OMT..

Begoña Gómez viajó hasta la ciudad rusa en un vuelo de línea regular. Javier Hidalgo y Aldama lo hicieron en un vuelo privado. En un primer momento, se barajó la posibilidad de que la mujer de Pedro Sánchez fuese en el avión privado del entonces CEO de Globalia. Sin embargo, según fuentes conocedoras del viaje, por «precaución» decidieron trasladarse a San Petersburgo por separado. El encuentro se produjo en el hotel en el que los tres se hospedaron. A medianoche, Begoña Gómez fue a una sala en la que se encontraba Hidalgo, donde también estaba Aldama. Según ha podido saber este periódico, la esposa del presidente del Gobierno ordenó a los escoltas que le acompañaban que se retirasen.

En dicha reunión, Hidalgo pidió a la mujer del presidente del Gobierno que le ayudara con una deuda que tenía Globalia en el negocio del transporte por autobuses, que estaba bloqueando un proyecto que el presidente de la compañía, Juan José Hidalgo, quería acometer antes de la pandemia para rehabilitar pueblos sostenibles y recuperar oficios tradicionales. Un proyecto en el que había puesto a su disposición, como aval, todo su patrimonio personal, según fuentes conocedoras de la operación. La deuda referida responde a las pérdidas que una de las filiales de la compañía, Globalia Autocares Levante SL, tenía tras haber intentado operar la concesión de la ruta entre Alicante y Cartagena (Murcia) desde el año 2017. Concesión que sigue en vigor, ya que se adjudicó por un periodo de 10 años, según los documentos a los que ha tenido acceso este diario.

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