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Un piloto de Air Europa impidió que Interior deportase a los saharauis retenidos en Barajas

Los solicitantes de asilo advirtieron al comandante de que «eran capaces de cualquier cosa para no volver a Marruecos»

Un piloto de Air Europa impidió que Interior deportase a los saharauis retenidos en Barajas

Una protesta en favor del pueblo saharaui, en el aeropuerto. | EP

«Somos capaces de hacer cualquier cosa con tal de no volver a Marruecos. Ustedes tendrán que asumir la responsabilidad de todo lo que ocurra». Este fue el último grito de auxilio con el que algunos de los solicitantes de asilo que llevan semanas retenidos en el aeropuerto de Barajas convencieron al comandante del avión para que ellos no hiciesen el trayecto previsto al país alauí. El Ministerio del Interior fletó un avión rumbo a Marruecos en la madrugada del domingo para deportar a una treintena de saharauis, sin embargo, 12 de ellos lograron volver a la sala de inadmitidos del aeropuerto y no partir, tras advertir al piloto, aseguran fuentes jurídicas a THE OBJECTIVE

El departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska anunció hace una semana la expulsión de los solicitantes de asilo, procedentes de los territorios ocupados del Sáhara Occidental, que permanecían en el aeropuerto de Madrid desde hace un mes. Tras haberles sido rechazada la protección internacional y agotar la vía judicial, este lunes debían subirse al avión de Air Europa que había gestionado Interior para su devolución. Sin embargo, muchos de ellos rehusaron incluso montarse en la nave. Hablaron con el piloto y, tras varios avisos, el comandante decidió que no volaran al destino. Hace una semana lo lograron del mismo modo.

Fuentes policiales revelan a este diario que este grupo de saharauis «amenazó» a los pilotos con provocar disturbios durante el trayecto aéreo. Ante el riesgo que eso podía suponer para el resto de pasajeros, el comandante, como máxima autoridad, no les permitió votar. «Ellos amenazaron y lógicamente los pilotos no se arriesgan a que haya problemas de seguridad en el vuelo», indica a este diario un agente destinado en el aeropuerto madrileño. Estas fuentes destacan, además, que no se hizo uso de la fuerza en ningún momento. Sí que había, no obstante, presencia de agentes antidisturbios. 

Represión en Marruecos

Este grupo de saharauis no desea volver a Marruecos por «la creciente represión». El régimen de Rabat ocupa gran parte del Sáhara Occidental, mientras el Frente Polisario denuncia la violación sistemática de los tratados internacionales. La mayoría afirma que son perseguidos por Marruecos y han incluido diferentes pruebas en sus expedientes de su origen saharaui: documentos de identidad o libros de familias de sus abuelos o padres que fueron expedidos en el Sáhara Español, según ha publicado El Independiente. El territorio, uno de los 17 no autónomos bajo supervisión de Naciones Unidas, fue colonia española entre 1885 y 1975.

Entre los solicitantes se encuentran un enfermo de cáncer y un matrimonio con una niña de año y medio. La mujer incluso ha sufrido un aborto durante su estancia en la sala de inadmitidos del aeropuerto. «España tiene la obligación de concederles asilo y protección internacional como potencia administradora, según el artículo 73 de la Carta de Naciones Unidas», insiste Fatma El Galia, abogada de cinco saharauis que siguen retenidos en Barajas.

Esta letrada ha recurrido varias denegaciones de asilo a la Audiencia Nacional y ha solicitado medidas cautelarísimas para impedir la deportación, pero todas han sido rechazadas.

La Audiencia Nacional considera «vago, impreciso e insuficiente» el relato suministrado para evitar las expulsiones, lo que «no permite avalar la existencia de un riesgo efectivo de persecución individualizada y efectiva». La finalidad de la protección internacional es garantizar la seguridad de toda persona que tema ser perseguida por motivos de raza, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género y orientación sexual que se encuentre fuera de su país de residencia habitual.

«Si vuelvo, me matarán»

«Soy saharaui y no puedo volver a Marruecos. Si lo hago, me matarán», afirma uno de los jóvenes saharauis retenidos en Barajas. Otro solicitante de asilo asegura que el activismo por la libertad de su tierra le ha generado problemas con las autoridades del reino alauí, así que su destino si regresa es la cárcel… o algo peor, se teme. Desde finales de agosto han sido expulsadas al menos una veintena de personas y hay previstas más deportaciones. Mientras esperan, denuncian las «condiciones infrahumanas» en las que se encuentran en el aeropuerto.

Desde el Ministerio del Interior, las fuentes consultadas evitan dar información acerca de la negativa de los saharauis a tomar el avión de regreso a Marruecos en la madrugada del pasado domingo. Aseguran que todos los solicitantes que se encuentran en el aeropuerto están atendidos permanentemente y reciben la asistencia que precisan en cada momento, incluida la sanitaria cuando hace falta. Insisten en que cada caso se evalúa individualmente antes de adoptar una resolución definitiva, «que atiende siempre a los criterios y requisitos establecidos en las legislaciones nacional e internacional en materia de protección internacional». 

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