Un socio de Aldama confiesa a TO: «Llevamos 90.000 euros en bolsas a la sede del PSOE»
THE OBJECTIVE entrevista a un «estafado» por la red de los hidrocarburos que desvela pagos de hasta 600.000 euros
Octubre de 2020. La pandemia de la covid-19 volvía a azotar España. Las restricciones de movilidad se incrementaban pocos días antes de que se declarase el segundo estado de alarma en todo el país. A pesar de ello, dos empresarios se dirigen en coche a la sede del Partido Socialista, ubicada en la calle Ferraz número 70 de Madrid. Uno de ellos permanece en el automóvil; el otro cruza la calle hacia la puerta principal del edificio. Tras identificarse, la persona que lo recibe le indica que le están esperando en la segunda planta. Con una bolsa en la mano, el empresario se dirige al ascensor y marca el número dos.
Al llegar a la segunda planta, un espacio de poco tránsito en la sede socialista, es recibido por un hombre de aproximadamente 45 años. «Hola, soy…», se presenta el visitante. La persona que le espera pregunta: «¿Viene de parte de Víctor de Aldama?». El empresario asiente: «Sí, vengo de parte de Víctor de Aldama». Sin mediar más palabras, le entrega una bolsa de cartón.
THE OBJECTIVE ha hablado en exclusiva con dos socios del cabecilla de la trama Koldo tras su detención este lunes en el marco de una operación contra el fraude del IVA en los hidrocarburos. Y uno de ellos incluso ha accedido a narrar su experiencia delante de las cámaras, si bien manteniendo el anonimato para evitar posibles represalias. Ambos coinciden en su relato: el empresario Claudio Rivas habría usado a Víctor de Aldama para conseguir del Gobierno una licencia como operadora de hidrocarburos para la compañía Villafuel. Y este le habría pedido a cambio 600.000 euros.
Transferencias y dinero en efectivo
«Esos 600.000 euros se le pagaron a Aldama mediante transferencias y entregas de dinero en efectivo», señala uno de los empresarios entrevistados. «Nosotros llevamos 90.000 euros a Ferraz porque Aldama no podía, fueron dos pagos en efectivo en octubre de 2020 y los llevamos en una bolsa de plástico dentro de una bolsa de cartón, 45.000 euros en cada ocasión», añade en el vídeo exclusivo publicado por THE OBJECTIVE.
Esas dos entregas representan el primer pago que la trama de los hidrocarburos habría abonado presuntamente a los colaboradores directos del entonces secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, por la concesión de una licencia de operadora de carburantes que les permitiera vender combustible en España. La red, desarticulada el lunes por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, involucra a 14 personas, entre las que se encuentran Víctor de Aldama, el cabecilla, y Claudio Rivas.
Uno de los empresarios contactados por THE OBJECTIVE se declara «estafado» por los dos principales detenidos, desvelando la complejidad de un entramado que se superpone con el caso Koldo y repite protagonistas, tanto a nivel político como empresarial. La trama Koldo se enriqueció con las mascarillas durante la primera parte de la pandemia, estableciendo una red que sirvió de para ampliar sus negocios en un sector históricamente investigado por casos de evasión fiscal, los hidrocarburos, y que hoy vuelve a estar bajo la lupa de la Audiencia Nacional.
Un escándalo de corrupción en el que emerge de nuevo el empresario Víctor Gonzalo de Aldama como nexo entre unos y otros. De él se sirven los empresarios investigados para llegar hasta Koldo García Izaguirre, asesor del exministro de Transporte José Luis Ábalos, con quien se mantiene la primera reunión en septiembre de 2020. La última de estas reuniones tiene lugar en mayo de 2021, tras la consecución del objetivo principal: la concesión de una licencia de operadora de hidrocarburos al empresario que se convertiría posteriormente en el socio de Aldama, Claudio Rivas. Durante esos siete meses, cuatro encuentros resultan clave para el desarrollo de esta operación.
Contactos en el Gobierno
Como ha desvelado THE OBJECTIVE, el primer encuentro se lleva a cabo en septiembre de 2020, en el despacho del comisionista Víctor de Aldama, ubicado en la calle Alfonso XII número 32 de Madrid. Esta reunión dura aproximadamente una hora. En ese momento, el cabecilla de la red tiene la oportunidad de conocer al que será su socio, Claudio Rivas. Rivas expresa su interés en obtener una licencia que le permita la venta de hidrocarburos. Víctor de Aldama, con una actitud de confianza, le asegura que tiene «contactos importantes dentro del Gobierno» que pueden facilitar esta gestión.
Pocos días después, se celebra una nueva reunión en el mismo lugar. Sin embargo, en esta ocasión, Koldo García está presente. Aunque no intercambia palabras con los empresarios, su papel observador es fundamental. Se mantiene atento a las conversaciones que se llevan a cabo en una mesa contigua a la principal, que preside Aldama. Durante esa cita, según el testimonio revelado en exclusiva por THE OBJECTIVE, Aldama señala: «Se puede conseguir la licencia, pero la operación tiene un coste de 600.000 euros».
Esa cantidad fue abonada por Claudio Rivas a Víctor de Aldama a través de varias transferencias bancarias, cuyas cuentas estaban a nombre de dos sociedades, en la Caja de Ahorros de Caminos, ubicada en la calle Almagro de Madrid. Seguidamente, el cabecilla de la trama transmitió a la red que «él entregaba esa cantidad en la sede del Partido Socialista». Estas supuestas mordidas son presentadas como el medio necesario para «negociar con sus contactos del Gobierno la concesión de la licencia a la operadora Villafuel SL», según revela uno de los empresarios.
El objetivo principal de la trama es obtener un permiso que les permita comprar combustible sin pagar el IVA y venderlo con el gravamen incorporado. Esto conlleva un enriquecimiento del 21% en la transacción comercial. La licencia en cuestión es el pasaporte para esquivar el pago de este tributo, lo que permite a la red operar con una ventaja competitiva considerable. A través de estos métodos, la organización ha logrado defraudar nada menos que 182 millones de euros al fisco. Este impacto financiero resalta no solo la magnitud del fraude, sino también la audacia con la que la trama Koldo ha manejado sus operaciones.
Un chalé para Ábalos
Además de estas supuestas mordidas, tal y como ha adelantado THE OBJECTIVE, otro de los pagos que tuvieron que realizar los empresarios de los hidrocarburos, según los testimonios recogidos por este periódico, fue un chalé en Cádiz al exministro José Luis Ábalos. Cuando comenzaron las negociaciones, en septiembre de 2020, el exministro ya planeaba que uno de los beneficios que recibiría sería un chalé en la urbanización La Alcaidesa, situada cerca de Sotogrande.
En los correos electrónicos que forman parte de la investigación del caso Koldo, Ábalos sugirió a su asesor varias propiedades en dicha urbanización. En un email enviado el 29 de septiembre de 2020, que no tenía asunto, Ábalos adjuntó múltiples enlaces de la plataforma inmobiliaria Idealista, donde se ofrecían diferentes inmuebles, algunos de ellos ubicados en la urbanización La Alcaidesa. La casa que fue adquirida por la sociedad vinculada a la red de hidrocarburos está ubicada precisamente en dicha urbanización. En junio de 2021, cuando los empresarios obtuvieron la licencia, los deseos de Ábalos se hicieron realidad y una empresa vinculada a Aldama compró uno de los chalets elegidos por el exministro y firmó con él un contrato de compra-venta. De esa manera, camuflaron el ‘regalo’ como una supuesta operación legal.