La Generalitat identifica en una fosa a 164 víctimas asesinadas por el bando republicano
El Govern dignifica la fosa de Moncada y Reixach cuatro años después de prometérselo a una asociación de memoria
En septiembre de 2020, la Generalitat de Cataluña se comprometió a exhumar la fosa de Moncada y Reixach, que alberga 700 cadáveres de víctimas de la retaguardia republicana durante la Guerra Civil. Lo hizo cuando era presidente Quim Torra a petición de la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces. Cuatro años después, querella mediante, el Govern ha cumplido finalmente. Un informe técnico publicado este lunes por el Departamento de Justicia ha identificado a 164 de las 700 personas enterradas ahí; un primer paso «necesario pero insuficiente» para la entidad memorialística solicitante.
El estudio es fruto del encargo que la Generalitat hizo en 2023 al profesor de historia contemporánea de la Universidad de Barcelona (UB) Oriol Dueñas. El informe también ha permitido sacar a la luz los 455 nombres de víctimas que fueron exhumadas de la fosa entre la Guerra Civil y la posguerra, así como identificar a siete personas que, tras ser exhumadas de la fosa de Moncada, fueron sepultadas por las autoridades franquistas en el Valle de los Caídos, ahora de Cuelgamuros.
Los datos del estudio confirman que la fosa del cementerio de Moncada es la que albergó más restos mortales de represaliados en la retaguardia de la Guerra Civil en Cataluña, aunque hoy en día solo se conserva una parte. En esa fosa fueron enterradas miles de personas, en los actos de violencia que se desencadenaron en Barcelona y el área metropolitana durante los primeros meses de la Guerra Civil.
Historia de Moncada
En el cementerio de Moncada fueron asesinadas cerca de 1.300 personas por ser consideradas afines al alzamiento militar contra la República, muertas en su gran mayoría por patrullas de la CNT-FAI. Es la fosa más grande de la violencia en la retaguardia republicana en Cataluña. Durante los años cuarenta, las autoridades franquistas exhumaron unos 1.200 cadáveres en Moncada (100 eran irrecuperables por haber sido incinerados en los hornos de la vecina cementera Asland). De estos, unos 700 no fueron identificados, por lo que se volvieron a inhumar en la fosa común que sigue intacta hasta hoy. Así lo acredita la investigación de Ricard Ramos y Josep Bacardit en el libro 940 días. La guerra civil en Montcada i Reixac.
En ese lugar se albergan ahora mismo muchos cadáveres mutilados, que habían sido torturados hasta la muerte en checas de Barcelona. Entre ellos podría estar el de sor Apolonia del Santísimo Sacramento, que fue previamente torturada en la checa de San Elías, Barcelona, por los anarquistas de la CNT-FAI.
Un primer paso
El objetivo del informe encargado por el Departamento de Justicia es ampliar el conocimiento científico sobre la fosa común de Moncada como «servicio público» y, al mismo tiempo, «dignificar la memoria de las víctimas», lo que según el director de Memoria Democrática, Xavier Menéndez, supone un «deber y un compromiso institucional».
En ese sentido, el trabajo apunta a la necesidad de señalizar los diferentes espacios del cementerio para que sean reconocidos como lugares de memoria y se divulguen desde el punto de vista de la narrativa histórica de la memoria democrática. De hecho, la Dirección General de Memoria Democrática se ha puesto a disposición del Ayuntamiento de Moncada para llevar a cabo la señalización de la fosa, de acuerdo con los criterios de la Red de Espacios de Memoria Democrática en Cataluña.
La Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces, instigadora del reconocimiento de Moncada y Reixach como lugar de memoria, celebra este hito. «Estamos muy contentos, ha merecido la pena la espera y la lucha», asegura a este medio su secretario, Guillermo Rocafort, que cree que «si no hubiera sido por el procedimiento penal no habríamos conseguido nada».
Rocafort insiste en que seguirán de cerca la evolución del asunto, y que pedirán que se declaren como lugar de memoria los llamados cementerios clandestinos del Frente Popular, donde fueron inhumadas de manera furtiva las víctimas de las Patrullas de Control del Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña. «Entre ellos está el de Moncada y Reixach, pero hay más», asegura el secretario de Raíces, que apunta también al cementerio de El Espinar (Segovia) como próximo objetivo.