Marlaska premió con ascensos a todos los mandos policiales involucrados en el 'Delcygate'
El ministro del Interior ha recompensado a los responsables de Policía y Guardia Civil que fueron testigos del escándalo
La madrugada del 20 de enero de 2020, fecha en la que se produjo la llegada de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en su avión privado a España, el Gobierno entró en parálisis. El entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, había dispuesto todo para recibirla en el aeropuerto de Madrid-Barajas, con el permiso del presidente Pedro Sánchez cuatro días antes, según ha revelado la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Pero ambos ignoraban que sobre la número dos de Nicolás Maduro pesaban sanciones impuestas por la Unión Europea, entre ellas, que no pudiese entrar al espacio Schengen.
Aquella noche, según ha ido desvelando THE OBJECTIVE, el encargado de dar la voz de alarma fue el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras saltar el aviso de la comisaría de Policía del aeropuerto de Barajas. Después de esa llamada, dirigida a Ábalos, y otras de gran intensidad entre estos dos departamentos, Exteriores y La Moncloa, el extitular de Transportes acudió a la terminal privada de Barajas junto a su asesor Koldo García para entrevistarse con la vicepresidenta venezolana y solventar la situación.
Posteriormente, de la bodega del avión salieron 40 maletas, que fueron recogidas a pie de pista por personal de la embajada venezolana. Según han publicado algunos medios, también estaba presente esa noche en la pista Víctor de Aldama, cabecilla de la trama Koldo, que había sido contratado por la aerolínea Air Europa para recuperar una deuda pendiente con el Gobierno de Venezuela. Por lo que no se descarta que las valijas diplomáticas del bautizado como Delcygate pudiesen estar relacionadas con esos pagos.
Los mandos ascendidos tras el ‘Delcygate’
Sobre lo que ocurrió aquella madrugada, y que supuso el origen de la trama de corrupción que investiga ahora la Audiencia Nacional, el Gobierno mantuvo silencio y, después, distintas versiones hasta que estalló la pandemia de la covid, siempre respaldando a José Luis Ábalos. Ahora, cuatro años después, la UCO ha reconstruido parte de lo que sucedió en 2020 en el marco de la investigación del caso Koldo y el Ejecutivo pone el foco en el exministro de Transportes, al borde de la imputación en la citada causa judicial.
En estas circunstancias, cabe destacar que muchos de los que vieron lo que sucedió u ostentaban distintas responsabilidades en el aeropuerto la noche del Delcygate han sido posteriormente promocionados y ascendidos por el Gobierno, en concreto por el Ministerio del Interior —que capitaneó desde el primer momento la crisis— curiosamente poco después de que se desatase el escándalo en el aeropuerto de Madrid. Es el caso de distintos mandos de Policía Nacional y Guardia Civil.
De Barajas a Canarias
Dos años después de que se produjese la visita de Delcy Rodríguez, en noviembre de 2022, el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska ascendió a comisario principal a Jesús María Gómez, máximo responsable del puesto fronterizo del aeropuerto y presente durante el polémico aterrizaje, y lo nombró jefe superior de la Policía en Canarias. También llamó la atención, según criticó después el Partido Popular, que la designación de Interior se produjese apenas dos meses después de que el testigo clave del caso Tito Berni declarase por primera vez en un juzgado de Tenerife. De hecho, según publicó este periódico, el mando descartó condecorar con medallas a dos de los principales investigadores del caso de presunta corrupción que afecta al PSOE.
Ese ascenso no fue el único entre los responsables de la Policía que fueron testigos de lo que ocurrió esa madrugada. Tras la salida de Jesús Gomez, Interior colocó en su puesto a otro comisario cercano, Fernando Villegas, jefe operativo de Barajas y hasta entonces ‘numero dos’ del puesto fronterizo, que también había acudido a la pista del aeropuerto horas antes de que Delcy aterrizase. Antes de promocionar a estos dos mandos, Grande-Marlaska también premió a otro inspector jefe de Fronteras. Solo siete meses después del escándalo, en julio de 2020, Francisco Javier Cuesta Rodríguez, que estaba al frente del aeropuerto durante la noche de autos, fue destinado como agregado de Interior a la embajada española en Niemey, Níger. Son los puestos mejor remunerados en el cuerpo: 12.000 euros al mes.
Madrid y ascenso a general
Más meteórica ha sido, en cualquier caso, la carrera del ahora general de la Guardia Civil David Blanes, quien fuera el responsable de la Unidad Fiscal y Aeroportuaria de Barajas cuando estalló el Delcygate. Seis meses después, en julio de 2020, el entonces coronel aceptó hacerse cargo de la Comandancia de Madrid tras el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos, que fue apartado abruptamente por Grande-Marlaska por negarse a facilitar información al Gobierno sobre un procedimiento judicial. Blanes ocuparía ese puesto hasta el verano de 2023, cuando Interior se vio obligado a reponer a Pérez de los Cobos tras tumbar el Tribunal Supremo la destitución por ser ilegal.
Para entonces, en julio del pasado año, el Ministerio acababa de ascender a David Blanes de coronel a general, y un mes más tarde, en agosto, ya tenía puesto para él: jefe del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil. La noticia de su ascenso en el escalafón provocó entonces un gran revuelo en el seno del instituto armado. Interior promocionó al general en tiempo récord y pese a haber obtenido una de las peores calificaciones en el concurso de méritos y capacidad. De los 52 coroneles que optaban a una vacante, en la fase teórica Blanes quedó en el puesto 39. La mejor nota la tuvo, precisamente, Perez de los Cobos, quien ya no podrá optar a general al tener que pasar a la reserva el próximo mes de diciembre.