BBVA sitúa a España tras la riada con el mismo riesgo geopolítico que Israel, Irán y Argentina
El servicio de estudios del banco destaca que el malestar social ha aumentado por la gestión de la DANA en Valencia
El presidente de la Generalitat, Valenciana, Carlos Mazón, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez | Europa Press
La riada sufrida en la provincia de Valencia y la gestión por parte de las autoridades ha situado a España con el mismo nivel de riesgo geopolítico elevado que países con conflictos armados, como Israel e Irán, de entre las principales regiones del mundo. Así al menos lo determina el servicio de estudios de BBVA en un informe semanal, que analiza diferentes métricas en multitud de Estados, sobre la base de datos de la consultora internacional Gdelt enriquecidos con informaciones recopiladas por un asistente propio desarrollado con ChatGPT al que ha accedido THE OBJECTIVE.
El riesgo geopolítico es aquel que afecta a los intereses económicos de las empresas como consecuencia de los cambios, la falta de estabilidad política o eventos extraordinarios que van desde guerras hasta disturbios masivos o populismos radicales.
La catástrofe de Valencia, sucedida a finales de octubre, provocó un aumento de las protestas por el malestar de los ciudadanos afectados con la gestión por parte tanto del Gobierno regional como del Ejecutivo central, como se pudo ver en la visita que hicieron los Reyes y que acabó con la huida del presidente Pedro Sánchez. Una semana después, en la ciudad del Turia se produjo una movilización masiva contra el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón.
Estos sucesos han disparado el riesgo geopolítico de España, que según el informe es alto. Y que además de Irán o Israel, solo comparte Argentina en la última semana. Asimismo, el indicador de protestas también ha escalado a posiciones elevadas, no extremas, siendo el único en este rango. El monitor de BBVA Research destaca que «el malestar social ha aumentado en nuestro país tras el fenómeno de la DANA y la reacción de la ciudadanía ante la gestión política». «Los indicadores de inundaciones, malestar social y riesgo geopolítico subieron a la zona de alta», agrega.
Hace tiempo que España no se encontraba en una situación de esta naturaleza. Hace prácticamente un año, fue el país de Europa con más protestas callejeras. Entonces, se estaban produciendo a diario manifestaciones en las puertas del PSOE por la ley de amnistía a Carles Puigdemont y a los procesados por el independentismo catalán, pactada para que Sánchez siguiera en La Moncloa.
El servicio de estudios de BBVA analiza cada semana la evolución de distintos parámetros para medir el pulso político, vital para la toma de decisiones empresariales y de inversión y, por tanto, fundamental para el negocio de cualquier banco. España, en el último informe, coloca en una posición neutral la tensión política, al igual que la incertidumbre económica y el indicador de conflictos. En Italia o Francia estos índices son mucho más favorables, en cuanto a los Estados comunitarios de primer orden.
El informe hace referencia a la victoria de Donald Trump en las presidenciales de EEUU y a los pasos que está dando para construir su nueva Administración, con destacadas y polémicas personalidades como Elon Musk, dueño de la red X (antigua Twitter) y Tesla. Y hace mención especial a las alertas dadas por el BCE sobre su preocupación por los posibles aranceles comerciales propuestos por el líder del Partido Republicano. Su designación no ha aumentado los riesgos para el país norteamericano, que mantiene en un nivel bajo distintos indicadores. Indonesia es el Estado que mejor sale de entre los estudiados, con cuatro de los cinco parámetros en verde.
Las movilizaciones, a lo largo de los últimos días, se han apaciguado, por lo que no se descarta que el servicio de estudios de BBVA pueda rebajar en próximas ediciones del monitor los riesgos existentes. Todo dependerá de cómo evolucionen los acontecimientos. Por ejemplo, en la actualidad hay una disputa entre el PP y el Gobierno por la responsabilidad de la gestión, lo que ha desatado un conflicto político que puede llevar a la parálisis en a formación del nuevo equipo de la Comisión Europea. Los populares han puesto el foco en la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que aspira a convertirse en vicepresidenta comunitaria y comisaria, y están intentando bloquear su nombramiento. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya ha reclamado a Pedro Sánchez que proponga a otro candidato. Por tanto, no sería raro que el banco elevara el riesgo de tensión política en los próximos informes si la pelea continúa.
