Defensa encalla con los 8x8 Dragón: fallos graves, dimisiones y ni una sola entrega
Los vehículos de Tess Defence acumulan errores técnicos y no logran cumplir los plazos previstos por el ministerio
El suministro de los vehículos blindados 8×8 Dragón, el segundo mayor encargo de la historia de Defensa, que prevé un desembolso superior a 2.400 millones, se ha convertido en una auténtica pesadilla. A los incumplimientos reiterados de Tess Defence, el consorcio proveedor en el que participan Escribano, Sapa, Indra y Santa Barbará, se unen ahora fallos técnicos de gran calado e importantes desencuentros que han provocado la dimisión del jefe del Programa 8×8, el coronel Vicente Infante.
Tess Defence se comprometió en agosto de 2020, a través de un contrato a dedo, a construir y entregar, en una primera fase, 348 blindados VCR 8×8 Dragón. El plazo de ejecución abarcaba hasta octubre de 2030. En abril de 2023, el Gobierno aprobó otros 420 millones para este programa. Sin embargo, 2024 acabará sin la entrega de uno solo de estos vehículos. Solo están listos los siete prototipos y cinco demostradores, apuntan fuentes inmersas en el proceso a THE OBJECTIVE.
Estas mismas fuentes añaden que existen importantes contratiempos técnicos. Detallan que la transmisión, de la que se encarga Sapa, líderes en tecnologías de movilidad de vehículos pesados, no funciona con el motor Scania. Además, apuntan que los sistemas aún no se han probado con la Torre de 30 mm de Escribano. Tampoco se han hecho pruebas con otros equipos técnicos. Mientras, la versión de exploración para caballería del 8×8 se descartó hace meses. Esta debacle, que podría poner en riesgo de proyecto, fue una de las causas que provocó la dimisión del coronel Infante, según señalan varias fuentes a este medio.
Programa 8×8 Dragón
Esto confirma la noticia adelantada por el Confidencial Digital. La web destaca que el número de unidades a entregar en este primer lote se había reducido a 11 vehículos. Sin embargo, el número de blindados no fue el principal punto de enfrentamiento entre los protagonistas del proceso. El jefe del Programa 8×8 se habría negado a firmar la recepción de esos blindados, porque no cumplían las especificaciones que el mismo ministerio había establecido.
Mientras, Margarita Robles, ministra de Defensa, ha mostrado de forma reiterada su preocupación por los nulos avances en la entrega de los 8×8 Dragón. «No son aceptables los retrasos, tolerancia cero«, señaló la titular de Defensa en su comparecencia en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados para dar a conocer las líneas generales del Ministerio de Defensa para esta legislatura. El objetivo era tener listos este año 92 de los blindados, pero hasta ahora no hay ninguno. Mientras, la Audiencia Nacional ya ha fallado dos veces a favor del Ministerio de Defensa ante las sanciones que se han interpuesto por los retrasos de los 8×8 Dragón. Estas multas están cerca de los 35 millones de euros, aunque aún no ha trascendido la cifra oficial.
La fábrica de Santa Bárbara en Trubia (Palencia) es el centro de fabricación de los 8×8 Dragón imprescindibles para Defensa. Las capacidades actuales de la factoría de Trubia son de aproximadamente 45 vehículos al año. Entre el programa del VCR Dragón y del VAC, se acercan a las 800 unidades. Actualmente, tardarán bastante más de una década para cumplir parte de los compromisos si no acometen inversiones, reformas o se reestructuran las capacidades de trabajo de la fábrica. Las pocas unidades del 8×8 Dragón que hasta ahora han salido de Trubia están en fase de certificación en la planta de Santa Bárbara-GDELS en Alcalá de Guadaíra.
Un fiasco anunciado
Cuatro años y medio después de la adjudicación del macrocontrato, Tess Defence, constituida en 2021 por las cuatro compañías para asegurar los blindados, está lejos de cumplir los compromisos. Lo cierto es que el proceso de adjudicación del pliego, el mayor tras el de cinco fragatas F- 110 de Navantia, no empezó bien. En 2019, un año antes, la adjudicación quedó desierta. En un procedimiento negociado sin publicidad fue designada Santa Bárbara, propiedad de la estadounidense General Dynamics. La empresa debía afrontar un proyecto clave para modernizar el Ejército español.
Santa Bárbara era el contratista principal y única opción con capacidad para atender el contrato. Mientras, Indra y la vasca Sapa aparecían como subcontratistas. La seguridad nacional hizo elegir este procedimiento cerrado. Sin embargo, Defensa dio un portazo a la oferta de esta unión de empresas. Las razones esgrimidas por el departamento que dirige Margarita Robles fueron que la propuesta no era admisible por razones técnicas, operativas y económicas.
El ministerio destacaba en ese momento —diciembre de 2019— que no se cumplían las condiciones del pliego técnico ni los plazos previstos de ejecución ni el número de prototipos. Reseñaba, además, que no se ofrecían garantías financieras para que los imprevistos no repercutiesen en un incremento del coste del programa. No había nada positivo, sin embargo, solo seis meses después todo empezó a rodar. Defensa decidió confiar en el consorcio que daría lugar a Tess Defence y resolver el contrato en agosto de 2020. Al grupo de empresas se unió Escribano.
Tras la adjudicación y formalización del megacontrato, Defensa ha mostrado un profundo malestar en el desarrollo del programa estrella del Ejército de Tierra y el desarrollo de las entregas. Los blindados 8×8 Dragón, que tendrán un coste unitario de siete millones, pretenden ser claves en la modernización del Ejército de cara a 2035.