La yihad cala entre los más jóvenes: España ha detenido en 2024 a 15 menores por terrorismo
Casi dos de cada cinco arrestados por estos delitos tienen menos de 18 años, según datos del Ministerio del Interior
Detención de un presunto yihadista. | EP
El yihadismo cala cada vez más entre los menores en España. En 2024, las fuerzas de seguridad detuvieron a 15 menores por delitos de terrorismo, la cifra más alta desde que existen registros, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior. El año se cerró precisamente con el arresto, el pasado 19 de diciembre, de cuatro de ellos, de entre 14 y 17 años, en Elche (Alicante). Planeaban cometer un atentado contra la Basílica de Santa María y la Policía los detuvo ante el temor de que materializasen sus planes en las fiestas navideñas. La investigación se inició después de que la Comisaría General de Información detectase mensajes de contenido radical en sus redes sociales. Los agentes descubrieron luego que aunque no mostraban su radicalismo, estos adolescentes, de origen marroquí, conversaban asiduamente sobre llevar a cabo una masacre.
Las detenciones de estos menores son el resultado, en parte, de una intensificación de la lucha contra el terrorismo yihadista en nuestro país que se inició a partir de 2023, tras el estallido del conflicto entre Israel y Gaza. Ese año, de hecho, se batió un récord en operaciones y detenciones (78) por delitos relacionados con la yihad desde los atentados del 11-M. Una tendencia que se ha mantenido en 2024, superando esa cifra, con 81 arrestos. Entre las regiones más sensibles, destaca Cataluña, donde Policía, Guardia Civil y Mossos d’Esquadra han detenido a 25 personas en los últimos 12 meses. También Andalucía, con 12, y Melilla y Ceuta, con 9 y 8 respectivamente.
Fuentes de la lucha antiterrorista destacan, en conversación con THE OBJECTIVE, que el fenómeno se ha mantenido «porque hay muchos frentes internacionales abiertos relacionados con el terrorismo, que, de una u otra manera, tienen influencia en que se mantenga esa actividad: los conflictos en Afganistán, Siria, África…». «Hay muchos grupos terroristas activos y cada vez más propaganda yihadista», apuntan las mismas fuentes. Una publicidad que las organizaciones enfocan cada vez más hacia los menores no solo en las redes sociales, sino también en las plataformas de juegos virtuales, en las que es fácil iniciar conversaciones de forma anónima con los jugadores mientras se desarrolla la partida.
Dos de cada cinco casos de yihadismo
En cualquier caso, los últimos datos confirman el auge del yihadismo entre los menores. La quincena de detenidos supone el 18,5% del total de arrestados por delitos terroristas, de acuerdo con la estadística del departamento dirigido por Grande-Marlaska. Eso implica que casi dos de cada cinco personas detenidas tienen menos de 18 años. Una cifra que preocupa a las fuerzas de seguridad y de la que la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha alertado en sus memoriales anuales. En 2023, el Juzgado Central de Menores inició 19 procedimientos por yihadismo en los que había implicados menores, un dato sin precedentes.
A finales de ese año, tal como publicó este periódico, fuentes del Servicio de Información de la Guardia Civil insistían el mismo punto y advertían de que la mitad de los casos por yihadismo que se investigaban estaban protagonizados por menores. Un nuevo paradigma en el que los jóvenes están tomando un papel cada vez más activo y predominante dentro de la organización terrorista Estado Islámico (Daesh). Acciones propagandísticas, proselitismo, planificación de atentados… Las cifras de detención de este tipo de perfiles han aumentado «considerablemente» respecto a las de años anteriores, revelan las mismas fuentes.
Redes sociales y videojuegos
Las redes sociales son, en gran parte, la causa de este fenómeno emergente, no solo en nuestro país o en Europa, sino a nivel global en el ámbito del yihadismo, aseguran desde la Guardia Civil. Nativos digitales radicalizados que, tras autoadoctrinarse en tiempo récord, se han convertido poco después en actores autónomos y descentralizados para difundir propaganda, captar a terceros e incluso incitar a perpetrar ataques. Todo ello a través de múltiples canales online que hasta ahora no habían sido identificados por los agentes de la lucha antiterrorista. Un ejemplo son los servidores de comunicaciones en el mundo de los videojuegos.
El principal problema que ha desencadenado el auge del menor en las actividades terroristas, advierten desde los Servicios de Información del Instituto Armado, es que «resulta mucho más complicado que sean condenados». «A ellos les corresponde una normativa antiterrorista diferente a la de los adultos. Esto se traduce en que en estos casos nunca ingresarán en prisión, van a algún centro de menores o están bajo el control parental». Esto último, advierten, «no impide que vuelvan a delinquir». En la mayoría de casos «los primeros sorprendidos son los progenitores. Sus acciones en las redes sociales son invisibles para todos los que le rodean», advierten.
Destacan el caso, por ejemplo, del adolescente sirio de 16 años que fue arrestado por la Policía Nacional en Montellano (Sevilla), en enero de 2024. Condenado en octubre por la Audiencia Nacional a cuatro años y seis meses de internamiento en régimen cerrado, ideó la comisión de un atentado terrorista mediante explosivos que había estado preparando en su propia casa. Incluso realizaba pruebas en un descampado cercano al domicilio, donde los agentes encontraron distintas sustancias explosivas, así como pólvora. Había recopilado instrucciones para fabricar la ‘madre de Satán’, un potente explosivo casero utilizado el Estado Islámico en sus ataques. Convivía con su madre y su hermana, pero ellas ignoraban los planes del joven.
