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Jésica presumía de que Ábalos era su ‘sugar daddy’: «Le pagó la carrera, la casa y los viajes»

Fuentes del sector revelan que le llamaban «la médico» para diferenciarse, porque se jactaba de cursar Odontología

Jésica Rodríguez mantuvo una relación con José Luis Ábalos durante dos años, desde octubre de 2018 a noviembre de 2020. Según diversas fuentes del sector consultadas por THE OBJECTIVE, durante ese periodo «se retiró del mercado». Algo que está acreditado documentalmente en los correos electrónicos que la joven estudiante de Odontología le mandó al entonces ministro y secretario de Organización del PSOE en julio de 2019, cuando le reprochó no haber cumplido los términos del pacto de exclusividad acordado entre ambos: ella cobraría «lo mismo» que Ábalos, con un mínimo de 6.000 euros mensuales, por el coste de oportunidad de los clientes que dejaba de percibir.

Tras ese periodo, Jésica volvió a ejercer y, en conversaciones mantenidas con algunas de sus compañeras, se jactó de haber mantenido una relación con lo que comúnmente se conoce como un sugar daddy: un hombre de avanzada edad que financia los gastos de una prostituta a cambio de sus favores sexuales. Una relación que se inició a finales de 2018, cuando Ábalos escogió a Jésica en un catálogo de prostitutas, según desveló en exclusiva este periódico.

El primer episodio del que se tiene constancia ocurrió durante un viaje a la Comunidad Valenciana, al que Jésica asistió junto con otras trabajadoras sexuales con motivo del Gran Premio de la Comunidad Valenciana de Motociclismo, celebrado el 6 de noviembre de 2022. Cuatro mujeres, entre ellas Jésica Rodríguez, viajaron de Madrid a Valencia para ofrecer sus servicios en una fiesta con varios clientes y una tarifa prefijada de 1.300 euros por prostituta. En esta ocasión, Jésica presumió ante sus colegas de haber conseguido a un sugar daddy que le había costeado viajes a Nueva York, pagado la universidad y proporcionado un lujoso apartamento en el edificio Torre de Madrid, en la céntrica Plaza de España.

Unas afirmaciones que constan en diferentes documentos, tanto conversaciones escritas de WhatsApp como testimonios sonoros de algunos de sus compañeros de profesión. En los audios a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE otras miembros del sector relatan cómo ella se jactó de que «tenía un sugar daddy que le había pagado viajes a Nueva York y Moscú, y que le había pagado una casa que te cagas ahí en Torre España. Se dedicaba a pavonearse de que durante ‘x’ años había tenido un sugar que le pagaba todas las cosas».

«La médico»

Fuentes cercanas a este caso afirman que Jésica Rodríguez no solo se vanagloriaba de los privilegios que obtenía por su relación con Ábalos, sino que también trató de diferenciarse de sus compañeras por su estatus como estudiante de Odontología. «La llamaban ‘la médico’», relatan. «Esto era un distintivo, ya que en este entorno, pocas mujeres poseen estudios universitarios, aunque ella siempre creía estar por encima de las demás», comentan sus conocidos.

No obstante, Jésica siempre omitió mencionar a sus compañeras que el hombre en cuestión era el exministro. Un incidente similar ocurrió con sus compañeras de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), a quienes también les habló de los obsequios que recibía de un «supuesto novio llamado Pepe». Sin embargo, durante la celebración del paso del Ecuador de la promoción, en el día de Santa Apolonia, patrona de los dentistas, las estudiantes se dieron cuenta de que el misterioso «Pepe» era en realidad José Luis Ábalos al verlo en el acto celebrado en la Facultad.

Los lujos de una estudiante

La joven aprovechaba su relación con Ábalos para alardear de los lujos que recibía de él. Entre estos, destacaba un apartamento de lujo, el cual le pagó el exministro y en el que la joven vivió durante una temporada. En sus relatos, Jésica también mencionaba los viajes que hizo gracias a Ábalos y cómo este le ayudó a financiar sus estudios. Cabe señalar que los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil revelan que uno de los apartamentos en cuestión, con un alquiler mensual de 2.700 euros, fue sufragado por Víctor de Aldama, cabecilla de la trama Koldo, a través de Luis Alberto Escolano y luego del hermano del asesor de Ábalos, Joseba García.

Esta vivienda fue pagada durante casi tres años, con un total de 32 mensualidades entre marzo de 2019 y septiembre de 2021. Según fuentes gubernamentales citadas por THE OBJECTIVE, el apartamento servía como «piso franco» en el que el entonces ministro de Transportes y número tres del PSOE mantenía encuentros discretos con Jésica durante la pandemia de covid-19. Durante ese tiempo, Ábalos mantenía una relación extramatrimonial con ella, dado que no se separó de su esposa, Carolina Perles, hasta agosto de 2021, tras su destitución el 10 de julio de ese mismo año.

Jesica Rodríguez en su apartamento de la Plaza de España.

THE OBJECTIVE publicó en exclusiva varias imágenes del interior del inmueble, las cuales mostraban cómo se llevaba a cabo el encuentro discreto entre Jésica y Ábalos durante el periodo en que el comisionista consolidaba sus vínculos con el Ministerio de Transportes a través de Koldo García. Estos contactos estaban relacionados con varios negocios, incluyendo las tramas de las mascarillas, los hidrocarburos y el rescate de Air Europa, en los cuales Aldama, como asesor de Globalia y amigo cercano del entonces CEO de la compañía, Javier Hidalgo, estaba involucrado. Una de las imágenes mostraba a Jésica, en ese mismo inmueble, admirando las espectaculares vistas que disfrutaba gracias a los empresarios investigados por la Guardia Civil.

La propia Jésica hacía ostentación de la lujosa vivienda en sus redes sociales, según informaron sus compañeros de la facultad, quienes también indicaron que compartía fotografías del apartamento en los chats internos de WhatsApp de su curso. La vivienda causó gran asombro entre sus compañeros de la Complutense durante las clases telemáticas de la pandemia, ya que hasta entonces Jésica, que proviene de un origen humilde, residía en Navalcarnero con su abuela.

Los 33 viajes oficiales

Como desveló en exclusiva THE OBJECTIVE, Jésica solicitaba a Ábalos una tarifa de 1.500 euros por cada día que lo acompañaba en sus viajes oficiales y actos del partido. Según los correos electrónicos publicados en exclusiva por este periódico, sólo en un periodo de siete meses la cantidad que la joven reclamaba ascendió a 39.300 euros por un total de 33 viajes, entre los que se incluían actos de partido y viajes oficiales del ministro de Transportes en los que Jésica se integraba en la delegación oficial del ministerio. Entre ellos, se incluyeron desplazamientos nacionales e internacionales como Marruecos, Bruselas, Luxemburgo, Estrasburgo, Rusia y Arabia Saudí.

Jésica Rodríguez, la prostituta a la que Ábalos se llevaba a sus viajes oficiales.

Los emails se enviaron en julio de 2019, a los siete meses de iniciarse su relación, que continuó hasta noviembre del 2020. El motivo de la ruptura fue el hallazgo por parte de su exmujer, Carolina Perles, de los correos electrónicos de Jésica, lo cual desveló a la ex vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y a la exdirectora de Comunicación del PSOE, Maritcha Ruiz Mateos, en una fiesta de Halloween en casa de esta última.

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