Interior elige para dirigir la UCO a un coronel que ya estuvo en la unidad anticorrupción
Pedro Merino estuvo destinado como teniente hace dos décadas en el departamento de Delincuencia Económica

El coronel Merino Castro. | TO
El Ministerio del Interior ya ha elegido sustituto para dirigir la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil tras la salida de Rafael Yuste, que ascendió hace dos semanas a general de brigada. El coronel Pedro Merino Castro será el nuevo responsable de la UCO, según ha avanzado eldiario.es y confirman a THE OBJECTIVE fuentes del instituto armado. Este mando estuvo desde 2022 al frente de la Comandancia de Salamanca y tras promocionar a coronel, en diciembre del año pasado, ha estado destinado en comisión de servicios en el Estado Mayor de la Guardia Civil.
El coronel Merino estuvo en el pasado en la unidad que ahora encabezará. Hace dos décadas, entre los años 2000 y 2004 ostento el empleo de teniente en el Departamento de Delincuencia Económica y Anticorrupción de la UCO, dedicado a la lucha contra el blanqueo de capitales. Esta unidad, dirigida por el teniente coronel Antonio Balas, es la que está al cargo actualmente de las pesquisas que cercan al Gobierno y al entorno más directo del presidente Pedro Sánchez.
Su trayectoria profesional también incluye otros destinos de relevancia. Después de estar unos años en la Unidad Técnica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, donde asesoraba a grupos operativos en temas relativos al fraude y al contrabando, estuvo destinado en la Casa Real donde llegó a ser ayudante de campo de Felipe VI. Después paso por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), donde fue vocal asesor.
Con este nombramiento, el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska pone fin a la polémica que generó la salida del general Yuste de la unidad anticorrupción. Un movimiento que si bien se enmarcaba en la normalidad de los ascensos que se producen en la Guardia Civil, generó cierto desasosiego en el cuerpo tras los intentos de injerencia del Ejecutivo en los casos de corrupción que investiga, así como de desprestigiar a sus agentes, a los que algunos ministros llegaron a señalar por las filtraciones a la prensa.
La salida de Yuste
En el caso del exjefe de la UCO, según explicaron fuentes del instituto armado, el ascenso vino motivado por el pase a reserva de dos mandos que habían cumplido cuatro años en el empleo de general de brigada, tiempo máximo fijado por la ley. De este modo, se puso en marcha el proceso para su sustitución, al que podían optar aquellos que hubiesen superado el curso de ascenso a generalato. El coronel Rafael Yuste no solo había aprobado el curso sino que era el primero de su promoción, por lo que tenía muchas opciones de ser finalmente uno de los elegidos.
Una vez que se crea la vacante, los aspirantes se presentan a la misma, y un órgano integrado por altos mandos del Instituto Armado evalúa y elabora una lista con el orden de preferencia final de los candidatos. Se tienen en cuenta méritos, condecoraciones, estudios y destinos durante la carrera profesional, que se presentan a la Dirección General. Ese orden, a su vez, se remite después al ministro del Interior y a la de Defensa, que deben acordar los nombramientos. Por lo general, los titulares suelen respetar las decisiones del comité colegiado. Si no lo hacen, deben justificarlo.
La única excepción ha sido el coronel Diego Pérez de los Cobos, al que el ministro del Interior se saltó para ascender a otros oficiales de su promoción, pese a que el ex jefe la Comandancia de Madrid era el primero de la promoción. Una decisión que el Tribunal Supremo tumbó, dándole la razón a Pérez de los Cobos apenas unos meses antes de que se jubilase. En el caso de Rafael Yuste, Marlaska sí respetó el orden de preferencia y, por este motivo, lo promocionó a general de brigada. «Si se sigue la lista es para premiar a los mandos, no para castigarlos, como se está dejando ver. El objetivo de todos los mandos es ascender», recordaban fuentes de la Guardia Civil.
Lo que tal vez no se esperaba es que el ascenso de Yuste se produjese en diciembre, sino en los primeros meses del próximo año. Aun así, explican fuentes de la Guardia Civil, la decisión del Gobierno estaba dentro del plazo que permite la norma. En cualquier caso, fuentes próximas al entorno de Yuste aclararon a este periódico que fue el propio mando quien se postuló para realizar el curso de ascenso y que tras haberlo conseguido estaba satisfecho.
Temor entre los agentes
La elección del nuevo responsable de la Unidad Central Operativa se había convertido en un quebradero de cabeza para muchos de los agentes que trabajaban en la unidad. Yuste era un mando muy bien considerado entre sus subordinados y había logrado frenar los intentos del Gobierno para interferir en las investigaciones que se siguen contra el entorno de Sánchez, en los casos de su mujer, Begoña Gómez, y de su hermano, David Sánchez, así como en el ‘caso Koldo’, que mantiene en prisión al exministro Jose Luis Ábalos y al que fuera su hombre de confianza Koldo García.
Fuentes de la Guardia Civil, no obstante, evitan dibujar un panorama tan alarmista en el futuro de la UCO. La salida de un responsable y la llegada de uno nuevo, pese a que en última instancia se trata de una decisión política, no implica que la unidad deje de hacer el trabajo que hacía hasta ahora. Las fuentes consultadas resaltan el papel de los agentes que integran el cuerpo de élite, que han demostrado durante décadas la independencia del poder. «La maquinaría esta bien engrasada. Nosotros trabajamos solos, los que sobran son oficiales. Además, cuando todo esta judicializado, el trabajo va rodado».
El papel de López Malo
Además, proseguían estas fuentes, quien dirige la UCO raramente conoce detalles concretos de la mayoría de las investigaciones, más allá de los aspectos generales. Menos aún cuando se trata de un asunto judicializado bajo secreto de sumario. Si es así la información solo se comparte entre el instructor policial y la autoridad judicial. «Al final, lo que hace el coronel jefe es gestionar la unidad: pedir medios si se necesitan y encargarse de relación con los departamentos y los tenientes coroneles», aclaraban.
Por otro lado, fuentes del instituto armado recuerdan el papel clave que sigue jugando el general de Policía Judicial, Alfonso López Malo, a quien Yuste reportaba hasta hace semanas y bajo cuyo paraguas está la Unidad Central Operativa. Este general, que dirigió la unidad de élite hasta que ascendió en 2023, es uno de los altos mandos del cuerpo más respetados y también ha protegido en los últimos años el trabajo del teniente coronel Balas y de su equipo. López Malo puede estar en el cargo dos años más, si no asciende a general de división. En el Cuerpo, sin embargo, dan por hecho que será así. «Llegará a lo más alto».
