Igualdad cierra otro año olvidable: mismos feminicidios pero más violaciones que nunca
Este año concluye. según las proyecciones, con el récord de 5.531 agresiones y abusos sexuales con penetración

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. | EP
El 2025 ha sido otro año olvidable para el Ministerio de Igualdad, que concatena años con cifras desastrosas para las mujeres, pese a amasar ingentes cantidades de dinero dedicado, supuestamente, a garantizar su bienestar. El gabinete de Ana Redondo, que ha contado con un presupuesto anual de 525 millones de euros, no ha impedido que en España se hayan disparado las agresiones sexuales con penetración (4.137 entre el 1 de enero y el 30 de septiembre) y que los asesinatos de mujeres, pese a haber bajado mínimamente de 49 a 46, hayan mantenido la inercia de los últimos años.
El total de mujeres víctimas mortales por «violencia de género» en 2025 ha sido de 46, 12 menos que en 2023 (58), cuando se produjo un escalofriante repunte, pero muy cerca de las cifras de 2021 (49), 2022 (50) y 2024 (49). En definitiva, no se ha producido una rebaja significativa, sobre todo teniendo en cuenta que los datos no son definitivos. La última actualización, que data del pasado 23 de diciembre, fue para excluir un caso anteriormente computado, referente a una mujer desaparecida el 7 de mayo en Asturias.
Pese a la reducción, la experta en violencia de género Elena del Pilar Ramallo considera que no hay motivo para la celebración. «2025 termina con un número elevado de mujeres asesinadas por violencia machista. Que la cifra sea ligeramente inferior a la de otros años es un dato meramente circunstancial y no permite hablar de una mejora real», reflexiona para THE OBJECTIVE. De las 46 asesinadas, diez estaban dentro del sistema viogén, y de estas cuatro tenían orden de alejamiento, lo que, a juicio de Ramallo, evidencia «un fracaso del sistema de prevención y protección».
«El discurso triunfalista del Gobierno resulta hipócrita, especialmente tras las polémicas por los fallos en las pulseras de control y los casos de acoso sexual en sus propias filas, que han incrementado el riesgo efectivo para la protección de las mujeres. Cuando el Estado no logra proteger la vida de mujeres con riesgo conocido, no hay éxito posible», zanja la experta, que lleva tiempo pidiendo que se adopte una perspectiva más científica y menos ideológica en la prevención de la llamada violencia de género.
En este mismo sentido se pronuncia Alberto Rodríguez, vocal del Colegio de Criminólogos de Madrid, que recuerda que «desde 2011 observamos que las cifras están estancadas en el entorno de los 50 asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas sin ver una clara mejora o tendencia a la baja»: «Habría que realizar un análisis criminológico de cada caso de forma individualizada para poder detectar posibles factores de riesgo como puede ser el consumo de drogas, alcoholismo o incluso algún caso de enfermedad mental como la demencia en mayores de 80 años».
Aún más violaciones
El dato más preocupante tiene que ver con las violaciones, que han aumentado un 6% con respecto al año anterior. La inercia es preocupante. En todo 2017 se produjeron 2.136 violaciones. En 2019, 3.079. En 2022, 4.270. En 2023, 4.890. Y en 2024, 5.206. Este año, entre enero y septiembre, 4.137. Mediante una regla de tres, 2025 terminaría con 5.531 casos de agresión y abuso sexual con penetración, un nuevo récord negativo.
Desde el Ministerio del Interior arguyen que este auge se debe a que «las políticas activas de concienciación y de reducción de la tolerancia social y personal frente a este tipo de hechos delictivos se traducen en una mayor disposición de las víctimas a denunciarlos». Sin embargo, los criminólogos no comparten esta tesis. Alberto Rodríguez, sin ir más lejos, asevera que «es una explicación vaga y sin base científica, porque sociológicamente hablando nuestra sociedad actual es la misma que la de 2016».
«Deberíamos de hacer encuestas de victimización que harían aflorar la cifra negra, que en estos delitos puede llegar a ser muy elevada, y así podríamos hacer un análisis realista de la situación actual y poder trazar estrategias efectivas para hacer frente a este grave problema», considera el vocal del Colegio de Criminólogos de Madrid, que zanja: «Las administraciones necesitan criminólogos para poder hacer esto».
Polémicas de Igualdad
A estas malas cifras, se suman las polémicas que han afectado este 2025 al Ministerio de Igualdad. La Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, que aglutina a centenares de colectivos feministas, ha hecho un balance bastante negativo de la labor del gabinete de Ana Redondo, reprochándole, entre otras cosas, la «ineficacia en el control de las pulseras antimaltrato», que es «un fracaso en la protección de las víctimas», la «parálisis en la lucha contra la trata de personas, el proxenetismo y la prostitución en España», o el desvío de fondos destinados al Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
Por todo esto, las feministas reprochan a Igualdad «una acumulación de déficits en la gestión pública: fallos en servicios esenciales sin explicaciones inmediatas y suficientes; incumplimientos reiterados de compromisos legislativos o un control deficiente sobre el uso de los fondos del Pacto de Estado contra la violencia machista». «A ello se suma la falta de transparencia en la aplicación de determinadas normas, lo que dificulta de manera objetiva su evaluación y limita la capacidad de las instituciones y de la sociedad civil para realizar una valoración fundada de sus efectos reales», abundan.
