El satélite Copernicus muestra la recuperación de Doñana tras las lluvias de Semana Santa
Sentinel-2 confirma los efectos positivos en Andalucía de las abundantes precipitaciones en marzo
Comparativa satelital del Parque Nacional de Doñana entre el 11 de abril de 2023 y el 10 de abril de 2024 | Unión Europea, imágenes Copernicus Sentinel-2
Copernicus ha publicado unas imágenes satélites que comparan el Parque Nacional de Doñana antes y después de las preciadas precipitaciones en el sur de España en Semana Santa. El contraste evidencia la notable recuperación que ha experimentado la mayor reserva ecológica de Europa.
El pasado febrero, los científicos de la Estación Biológica de Doñana lanzaron un urgente aviso alertando de una preocupación creciente en la «salud» del espacio protegido. Los expertos consideraron que el informe anual de 2023 exponía los «peores» resultados registrados a nivel histórico. Los motivos de estas pésimas conclusiones fueron la escasez de precipitaciones y las altas temperaturas, lo que tiene especial incidencia en la drástica caída de especies.
Ahora, las imágenes ofrecen un panorama más esperanzador en la zona gracias a las precipitaciones que cubrieron la península en Semana Santa. Así lo reconoce el proyecto Copernicus para justificar las imágenes: «Las lluvias caídas desde principios de este año han reabastecido considerablemente sus masas de agua, llenando de agua lagunas y marismas y permitiendo el florecimiento de la vegetación».
El satélite encargado de captar la comparativa ha sido el Sentinel-2. Con un amplio repertorio de tareas, el Setinel-2 tiene como misión fundamental la observación del planeta Tierra para desarrollar el seguimiento de la evolución de los bosques, cambios en la corteza terrestre o el análisis en la gestión de los desastres propios de fenómenos naturales.
Alivio ‘temporal’
Según informó la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, las precipitaciones en Semana Santa han permitido a Andalucía tomar un respiro. Las cuenca del Guadalquivir aumentó en torno al 22% y según los datos publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, los embalses han llegado a rebasar el 46% de su capacidad, incluso a pesar de las altas temperaturas que han protagonizado las primeras semanas de abril.
Según recogía Europa Press, Rubén del Campo, portavoz de AEMET describió estas lluvias vividas en el oeste de la Península como un alivio temporal. El experto considera que muchas cuencas se encuentran todavía en situación de sequía y en la región mediterránea es posible observar el empeoramiento de la zona debido a la escasez de chubascos.
Un ojo en las decisiones políticas
La Junta de Andalucía se ha visto obligada a tomar medidas rotundas con respecto a la situación hídrica en la comunidad, pero las últimas lluvias invitan a pensar en una mayor laxitud en las próximas semanas.
El Comité de Sequía anunció tan solo hace una semana en Málaga su intención de suavizar las primeras normas que se impusieron para tratar de revertir la situación. La próxima cita se emplaza en junio, donde se analizará el estado de los embalses y se adaptarán las resoluciones en la provincia dependiendo del escenario que se presente.
Una de las medidas más cuestionadas en la comunidad andaluza ha sido la restricción del llenado de piscinas. En marzo, la Junta de Andalucía decidió que se pudiesen llenar las piscinas de los hoteles, pero avisó sobre su prohibición en las privadas y comunitarias.
En una entrevista a Cadena Ser, el presidente andaluz, Juanma Moreno, informó que en junio podría revisarse y flexibilizar esta decisión. Además, recordó que son los ayuntamientos los responsables de acatar estas regulaciones.
El contexto que se presenta en Andalucía no es homogéneo. Así lo han dado a entender Juanma Moreno y Ramón Pérez-Pacheco, consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul. Según Pacheco, las lluvias registradas en las últimas semanas han caído de forma desigual, por lo que aunque algunas zonas han ostentado un contundente contraste en sus reservas hídricas, hay otras regiones que trasladan preocupación por la salud de sus embalses. Es el ejemplo de la provincia de Almería o el sur de Granada, donde los datos todavía necesitan un buen impulso para ubicarse en valores normales.
